I hate loving you - KIVI - Enemies to lovers

¿Que hago?

El instituto empezaba a llenarse de estudiantes cuando Violeta entró por la puerta principal. El murmullo de las conversaciones y el ruido de los casilleros siendo abiertos daban vida al pasillo. A pesar de que no había pasado mucho tiempo desde su llegada, la atención de los demás pronto se centró en ella.

Al girar la esquina, vio a Lucas esperándola con una sonrisa de suficiencia. Caminó hacia él, y justo antes de llegar, Lucas la sorprendió con un beso en los labios. El gesto fue inesperado y atrajo de inmediato la atención de todos los presentes. Los murmullos se transformaron en vítores y exclamaciones.

—¡Violeta y Lucas! —se escuchó a alguien gritar—. ¡Qué romántico!

La popularidad y la atención siempre le habían gustado a Violeta, y el beso de Lucas solo intensificó ese efecto. Sin embargo, se sintió incómoda por el gesto. Aunque disfrutaba del centro de atención, el beso de Lucas había sido un poco excesivo, y trató de ocultar su malestar tras una sonrisa forzada.

—¿Te gustaría que fuéramos juntos al entrenamiento de fútbol después de clase? —preguntó Lucas, sin dejar de sonreír.

—Claro —respondió Violeta, tratando de parecer interesada—. Me encantaría.

—Perfecto —dijo Lucas—. ¿Qué tal si te vienes a casa un día de estos? Me encantaría que conocieras a mis padres.

El comentario tomó a Violeta por sorpresa y sintió una oleada de tensión. Aunque su relación con sus padres era complicada y generalmente prefería evitar presentaciones formales, trató de mantener la calma.

—Oh, bueno, eso suena... interesante —dijo, forzando una sonrisa—. Lo consideraré.

Lucas parecía satisfecho con su respuesta, pero la preocupación en sus ojos era evidente al ver la reacción de Violeta. La conversación continuó, pero la tensión seguía en el aire. Violeta no estaba lista para hablar de sus padres, y el tema de conocer a los suyos solo añadía más presión a una situación que ya le resultaba incómoda.

Justo cuando la conversación parecía tomar un ritmo más relajado, Denna y Naiara se acercaron. La atmósfera cambió un poco, y Denna estaba en plan de provocación.

—¡Violeta! —dijo Denna, su voz llena de entusiasmo—. ¡Qué espectáculo!

—¿Qué espectáculo? —preguntó Violeta, aunque ya sabía a qué se refería.

—El beso con Lucas —dijo Naiara, mirando a Denna con curiosidad—. Todo el mundo está hablando de ello.

—Sí, parece que nos hemos convertido en el centro de atención —dijo Violeta, tratando de parecer despreocupada.

Denna, siempre lista para causar un poco de alboroto, vio a Ruslana, que estaba cerca hablando con Chiara. Sin pensarlo dos veces, Denna se dirigió hacia ella.

—¿Qué haces aquí, Ruslana? —preguntó Denna con una sonrisa burlona—. ¿Esperando a que Chiara haga algo interesante?

Ruslana, que estaba tratando de concentrarse en sus libros, levantó la vista con una mezcla de irritación y sorpresa. Chiara, que estaba al lado de Ruslana, no tardó en intervenir.

—Oye, Denna, ¿por qué no te largas y dejas de molestarnos? —dijo Chiara, su tono frío y tajante.

Denna, claramente entretenida con la situación, decidió seguir provocando. —¿Y tú quién eres para decirme eso?

Chiara frunció el ceño y estaba a punto de responder cuando Violeta, que había estado observando la escena con interés, decidió intervenir. Se acercó con una sonrisa desafiante, disfrutando del juego.