- ¿Sabes algo? - le dije tomando una gran bocanada de aire sabiendo lo que saldría de mis labios en los próximos minutos
Él me miró serio, tratando de adivinar en mi expresión lo que diría. Enderezó su espalda mostrando que era más alto que yo y respondió
- No sé. Dime - dijo con total seriedad.
- Ya no puedo seguir contigo. Cada vez que tienes un problema en tu casa sueltas tu ira sobre mí. Me gritas e insultas. Haces ver cómo que la culpa de todo es mía y yo ya no aguanto más. No soy juguete de nadie y mucho menos tuyo - solté todo junto sin respirar un momento -. En este momento te vas de mi casa. Mañana te mando tus cosas por paquetería.
El me miró descolocado por la decisión tan drástica y sorpresiva que había tomado. Hacía menos de 72 horas que habíamos tenido una gran discusión en la que él había hablado de terminar por problemas que tenía en su familia, pero decidí perdonarlo por milésima vez pensando que cambiaría, como él prometió. Pero hoy, cuando me visitó para pedirme perdón en persona, me di cuenta que él nunca cambiaría, no, un hombre no cambia de la noche a la mañana, porque al poco tiempo de llegar volvimos a discutir.
Me di cuenta que los sentimientos que tenía por él desaparecieron con todas las cosas que dijo hacía mi persona. Mi corazón volvió a ser el iceberg que fue hace dos años atrás.
Sus ojos se nublaron por las palabras que habían salido de mi boca. Intentó decir algo, pero lo empujé en dirección a la puerta. Una vez estuvo fuera, se la cerré en la cara.
Llamé a mis amigas en una llamada grupal para que supieran las noticias.
- ¡¡Chicas!! - grité cuando todas atendieron la llamada.
- ¡¿Qué paso?! - preguntó Paula.
- ¡¿Alguna buena noticia?! - exclamó Diana.
- ¡Terminé con mi novio! - dije con una sonrisa en el rostro. Me sentía liberada.
- ¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! - preguntaron a coro.
- Ustedes eran una bonita pareja - dijo ahora Viviana.
- Bonita pareja mis ovarios - hablé entre dientes.
Me tomé todo mi tiempo para explicarle las cosas que habían pasado en estos dos años que llevaba con mi, ahora, ex.
- Hiciste bien - dijo Paula -. Es un cucaracho.
- ¡Un completo idiota! - dijo Irina.
- Esta noche iremos de sorpresa y le tiraremos huevos en su casa - dijo la vengadora Diana.
- Está bien, Diana - dijo Paula -, pero... ¿Qué harás ahora Brenda?
- ¿Recuerdan que tenía un dinero ahorrado?
- Claro. Sí que me acuerdo - dijo Viviana.
- Pues... - terminé de teclear en la computadora y retome lo que iba a decir - Haré un viaje de sanación - sonreí para mi misma.
- ¿Viaje de sanación? - preguntó confusa Irina - ¿A donde irías?
- Corea - respondí inmediatamente -. Acabo de comprar el boleto.
Hubo un silencio que se podía cortar con un par de tijeras y de repente todas empezaron a reír a carcajadas.
- Muy buen chiste, Brenda - dijo Diana-. Me sacaste una lágrima.
- No es un chiste, querida amiga - dije orgullosa -. Lo digo en serio.
- No creo que...- iba a hablar Viviana pero fue interrumpida por Paula.
- ¡No, espera! - dijo pensando - Conociéndola... Creo que está hablando en serio. Brenda, ¿cuándo te vas?
-El vuelo sale a la 1 de la tarde.
- Pues... ¡A las 8pm nos vemos en nuestro bar favorito! - dijo Irina - ¡Te daremos una despedida que no olvidarás nunca! - dijo alegre y soñadora.
✦͙͙͙*͙*❥⃝∗⁎.ʚ Al otro lado de la ciudad ɞ.⁎∗❥⃝**͙✦͙͙͙
- Hoy es nuestro último día en esta ciudad antes de regresar - dijo -. Además casi no hemos salido. ¿No creen que está noche debe ser inolvidable? Salgamos hoy, ¿sí?
El chico utilizó su expresión más tierna para lograr convencer a sus amigos, logrando así su objetivo.
- Está bien - lo miró -. ¿Por qué siempre te sales con la tuya? - preguntó irritado.
- ¿Quizás porque me quieren demasiado? - preguntó mientras abrazaba al fortachón de su amigo.
- ¡Ya! ¡¡Deja los abrazos!! - dijo mientras alejaba al chico - Busco cuales son los mejores bares y luego te digo.
El joven estaba tan alegre porque por fin iba a salir, que inmediatamente fue a su habitación para ver que ropa utilizaría en la salida.
✦͙͙͙*͙*❥⃝∗⁎.ʚ De vuelta a la casa de Brenda. ɞ.⁎∗❥⃝**͙✦͙͙͙
Estaba terminando de maquillarme cuando tocan a la puerta. Sabía que eran las chicas así que me apresure a terminar el maquillaje para ya salir arreglada e irnos.
- ¡Demoraste en salir! - dijo Irina -¿Qué estabas haciendo? - preguntó pícara.
- Estaba terminando de maquillarme - dije cerrando la puerta y guardando la llave en el pequeño bolso que tenía en la mano.
- Bueno - habló Paula -, suban ya al auto que se nos hace.
El viaje fue placentero. Nos reímos, criticamos y maldecimos a mi ex y cantamos canciones a todo pulmón. Sin duda, este será un día que jamás olvidaré.
- Llegamos. Vayan rápido y cogan un buen lugar. Yo iré a parquear el auto - habló Paula y todas asentimos.
Vimos como ella conducía al parqueadero y en ese momento entramos al bar y ocupamos los mejores puestos.
Cuando entró Paula pedimos los mejores cócteles del lugar y disfrutamos de la buena música y de los hermosos cuerpos fornidos que caminaban y bailaban alrededor.
- Creo que las dejo, voy a buscar a mi media naranja - dijo Irina y fue detrás de un rubio alto con espalda ancha.
Y seguido de ella, las demás fueron a bailar y a coquetear. En cambio yo... Yo busqué olvidar al cucaracho en los deliciosos cócteles, los cuales ya había perdido la cuenta de cuántos había bebido.
Veía borroso y todo me daba vueltas, pero decidí ponerme de pie y bailar un poco. Mas ni un solo paso di, ya que cuando me levanté, inmediatamente todo me dió vueltas y por poco caigo al suelo. Mi suerte fueron unos brazos que me agarraron antes de que lo pudiera besar.
Inmediatamente me levantó y me sentó mientras me preguntaba si todo estaba bien.
- Sí, sí. Todo está bien - dije con la lengua tropelosa -. Gracias.
- No es nada. Casi caes por mi culpa - dijo apenado.
Mire al chico.
- No fue tu culpa - dije y lo mire más de cerca -. A ti te conozco de algún lado - entrecerré los ojos para verlo mejor -, pero no me acuerdo de qué.
El chico soltó una leve carcajada nerviosa.
- Eres una guapa borracha, me caiste bien - dijo sonriendo.
En serio, sabía que conocía al chico, pero por el alcohol en mi sistema no sabía dónde lo había conocido.
Como consecuencia de todo el alcohol que corría por mis venas, tomé una servilleta, cogí la pluma que siempre llevo en mi bolso y escribí mi número.
- Toma, este es mi número - dije mirando fijamente su camisa perfectamente a la moda y de color morado -. Por si algún día quieres llamarme.
En ese momento otros chicos se acercaron y forcejearon con él para que se fuera del local. ¿Por qué? Ese será otro de los misterios de la vía.
- ¡Mi nombre es Brenda! - grité a todo pulmón - ¡Brenda! ¡Que no se te olvide!
Y automáticamente caí en un sueño profundo. No sé qué más pasó.
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Accidente en amor(Xion x t/n)
FanfictionCerrar ciclos para algunas mujeres puede ser un cambio de luck que incluye un corte de cabello. Pero para Brenda era realizar el viaje de sus sueños. ¿Quien sabe? Podría encontrar el verdadero amor y superar al cucaracho de su ex