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RenJun no meditó demasiado las cosas cuando tomó el autobús hasta la casa de aquel chico pelinegro. Se encontraba allí en ese momento, sentado sobre el sofá de su sala de star mientras Mark parecía estar en tensión frente a él. Para su buena fortuna, sus padres permanecían ausentes y ellos dos podrían tener la conversación que necesitaban.

 La verdad era, que el pelirrosa se sentía culpable. 

— Quiero disculparme contigo —fue lo primero que pronunció, optando por ignorar el ceño fruncido del chico para que la firmeza no le abandonara tan pronto—. JaeMin me... Me dijo la verdad y yo...

 — RenJun —Mark le interrumpió, inclinándose para apoyar los codos sobre sus rodillas, entrecerrando los párpados hacia él— ¿Sientes lástima por mí? 

— ¿Que? No, no es así.

— Entonces te sientes responsable porque, no sé, ¿JaeMin te gusta también? 

— No, tampoco es eso. 

— ¿Por qué estás aquí? ¿No deberías estar manteniendo esta conversación con quien se supone que es tu mejor amigo? Yo ya no tengo nada que ver con él, no es como que vaya a deprimirme. 

— Mark—levantó la voz, temiendo que la situación se saliera de control sin que él hubiese podido explicarse primero—. JaeMin va a esperar, lo que hizo no estuvo bien. Te ilusionó de una forma u otra, jugó conmigo haciéndome creer que alguien más me quería mientras me enviaba esas tontas notas, nos mintió, estoy enojado, no puede hacer lo que... 

— Espera, alto ahí. ¿Estás hablando de las notas que estuviste recibiendo durante todo este tiempo? 

— Sí, me dijo que él me las enviaba. 

Algunos segundos pasaron mientras Mark analizaba todo su rostro con atención. Estaba comenzando a ponerle nervioso la mirada que le dirigía, ¿acaso lo haría enojar de verdad con eso? Quizás debería haber omitido detalles que puedan ser demasiado perjudiciales.

 — Imbécil —susurró, agachando la cabeza. RenJun estuvo por cuestionar a qué se refería cuando el chico volvió a mirarlo fijamente—. Continúa mintiéndote, él no te enviaba nada de eso. 

Sus cejas se juntaron con confusión.

 — ¿Y quién fue, entonces? ¿Cómo lo sabes?

— En primer lugar, porque él venía a contarme con ese patético brillo decepcionado en sus ojos cada vez que una nota llegaba. En segundo lugar, porque yo sé quien es. 

RenJun prácticamente saltó de su asiento, corriendo hasta Mark para tomar lugar a su lado. Lo tomó del brazo con súplica, mientras una mirada confundida le era dirigida. 

— ¡Dime quién es, por favor! ¡Haré lo que sea! 

— Hey —Mark se zafó de su agarre, alejándose para negar con ligereza—, no puedo hacer eso. 

— ¿Por qué no? —RenJun chilló como un niño pequeño, con el corazón acelerado y los ojos amplios— Llevo tiempo buscándolo, literalmente desde que la primera nota llegó, tengo derecho a saberlo ¡Habla! 

— ¿Sabes algo? Él se enojaría mucho conmigo si te lo dijera, este jueguito estúpido es suyo, y yo no voy a meterme. En algún momento lo vas a saber, pero no gracias a mí —el pelinegro se incorporó, yendo hasta la puerta—. Ahora, si me disculpas, tengo cosas que hacer. 

Cuando RenJun se encontró a sí mismo caminando lentamente por la acera mientras meditaba con precaución cada cosa dicha por Mark, se dijo que debía darse por vencido y dejar que el tiempo corriera por cuenta propia. 

Por otro lado, aún quedaba el candente tema de JaeMin nadando en sus pensamientos, y la posibilidad de que su mundo de ilusiones volviera a realzarse frente a él.

¡bonito! | noren [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora