Final :: 030

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La brisa fría golpeaba contra su rostro, balanceando los mechones de su pelo. El invierno estaba comenzando y RenJun se dijo que no estaría mal cambiar el color en algún momento. El rosa siempre sería su debilidad, pero las cosas nuevas nunca estaban de más. 

Sonrió ligeramente cuando sintió cómo tomaban asiento junto a él en el banco de madera de aquella plaza, y se volteó para ver a Jeno. El castaño le extendió la lata de gaseosa que había ido a comprar. 

— ¿A dónde iremos después? —RenJun preguntó viendo su perfil.

 —¿Hay algún lugar al que quieras ir? 

Lo pensó con cuidado, apoyando las palmas sobre el banco. 

—La verdad es que tengo muchas tareas por terminar. Ni siquiera debería estar aquí, en primer lugar —Jeno rió suavemente, bebiendo de la lata—. Podríamos ir a tu casa a hacerlas juntos. 

El pelirrosa lo miró, intentando captar las segundas intenciones tras sus palabras. Sin embargo, Lee parecía ser absolutamente serio con el tema. 

—No podemos, mamá está en casa. 

—Creí que ella ya sabía sobre nosotros. 

—Lo sabe, pero no significa que lo acepte. 

—Ya. 

Jeno se incorporó, extendiendo su mano y RenJun no dudó en tomarla.

 —Tarde o temprano tendré que conocerla. Nos vamos a casar en algún momento y no estaremos escondiéndonos como niños, ¿o si? 

Volteó a verlo sonrojado hasta las orejas, tragando saliva mientras ambos comenzaban a caminar por el límite de la plaza con sus manos entrelazadas. 

—¿Y si terminamos antes de casarnos? 

—No veo porqué eso tendría que pasar —detuvo su andar, viéndole de frente— ¿Recuerdas las últimas notas que te escribí? ¿Aún las tienes? 

—Las tengo. 

—Bueno, por si no lo recuerdas, ahí claramente decía que papá ya aceptó nuestro casamiento aún sin conocerte, él mismo me lo dijo. 

Suspiró, bajando la cabeza por algunos segundos. 

—Tu papá es tan liberal. No he vuelto a saber nada más del mío desde que le dije que salía contigo. En realidad, es casi un milagro que mamá no me haya corrido de la casa. 

—JaeHyun es un buen manipulador psicológico, ¿no? Cambió toda su perspectiva con un par de palabras reflexivas, le admiro demasiado —el castaño se acercó aún más a él—. Con respecto a tu padre, bueno... Es una pena que se haya perdido de un yerno como yo, ¿Sabes cuántos padres quisieran que salga con sus hijos e hijas? 

RenJun retuvo una risita, acortando la distancia entre ambos aún más. 

—No ¿Cuántos? 

—Muchos —un pequeño pico fue plantado en su boca—, pero lo más importante, es que él se está perdiendo de un hijo como tú. 

Lo besó con aún más fuerza, y se abrazaron. Allí, en medio de la plaza mientras escuchaban la risa de los niños en los juegos del lugar. 

La típica historia de amor que todos desearíamos tener. 

—Pero... —Jeno se separó de él con ligereza— Aún hay algo que no te he dicho. 

—¿Qué es? 

—Bueno, es que tengo miedo de que me dejes cuando lo sepas. 

RenJun frunció el entrecejo, observando a su novio con cuestionamiento. 

—Dímelo.  

—Bien —suspiró—. Me encontré con JaeMin ayer en las duchas de la sala de natación. Me amenazó pidiendo que te dejara o divulgaría un falso rumor de que todo fue una apuesta y bueno.... Lo golpeé. Terminó en enfermería y yo en la oficina del rector con una firma por mala conducta. 

El pelirrosa apretó la mandíbula, hasta que simplemente no pudo resistirlo y comenzó a reír. Jeno rió junto a él, y lo tomó de la cintura, acercándolos su cuerpo. 

Desde un principio las cosas no fueron como él esperó, sin embargo, ahora ellos estaban juntos. 

¿Qué más podía pedir?

¡bonito! | noren [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora