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Era temprano por la mañana cuando Jeno terminó de escribir la nueva notita que le dejaría a RenJun . En esa oportunidad, estaría invitándolo a encontrarse en una pastelería cercana a su institución.

 No podía negarlo, se encontraba muy nervioso e inseguro. El bonito chico pelirrosa hacía latir su corazón de una forma sumamente acelerada y caótica. Casi podía sentir que le bajaría el azúcar y se desmayaría por la tensión, después de todo, era su primera vez invitando a salir a alguien que le gustaba tanto. 

Rápidamente, colocó con extrema delicadeza el cuadradito rosado entre las hojas de su libro de álgebra, metiéndolo luego en su mochila negra. Estaba sentado sobre una banca en la sala de natación, a los pies de la gran piscina.

 — ¡Jeno! —se incorporó con velocidad, sintiendo sus mejillas tiñéndose de un poderoso rojo ante la probabilidad de ser descubierto— ¡Las clases ya van a empezar! ¿Estás listo? —uno de sus compañeros exclamó del otro lado de la piscina.

 — ¡Lo estoy! Pero tengo que ir al baño primero, ¿me esperas? —el chico asintió, y él se dió la vuelta para salir del lugar.

 Claramente, iría a dejar la notita en un nuevo escondite para que RenJun la encontrara. Ni siquiera lo tenía planeado, eran detalles que se le ocurrían de manera automática e instantánea. 

Con su uniforme deportivo, recorrió los pasillos del colegio bajo la mirada soñadora de las chicas. Él sabía que era atractivo y popular, sin embargo, sólo se sentía interesado en Huang RenJun. Para su mala suerte, éste parecía no percatarse de su presencia nunca, de todas las personas, el pelirrosa era quien menos atención le dedicaba.

 Pero eso estaba por acabar. Le daría la nueva notita, se encontrarían en el lugar previsto, y quizás algo más sucedería entre ellos. Muy fácil, ¿cierto? 

No obstante, las cosas no siempre suceden como lo deseamos, o tal vez Jeno tenía una muy mala fortuna.

 Cuando dobló el pasillo hacia la derecha, sus ojos color miel captaron una escena que le rompió el corazón en miles de pedacitos.

 Allí estaba RenJun, sujetando con firmeza la mano de Liu YangYang. 

El castaño lo conocía, formaba parte del equipo de rugby y solían tener una antigua y tonta rivalidad desde la escuela primaria. No podía decir que se odiaban a muerte, pero definitivamente no se llevaban bien. 

Siempre supo que el chico estaba interesado en el lindo RenJun, pero jamás imaginó que daría el paso antes que él. 

Con los ojos brillantes, Jeno los vió irse por el corredor, desapareciendo de su vista cuando giraron hacia la izquierda. En efecto, ya no se sentía con ánimos de dejarle la notita al pelirrosa, la cual con tanto esmero había preparado. 

Además, ¿por qué debería entrometerse entre dos personas que podrían estar saliendo o algo parecido?

 Jeno decidió cortar con sus costumbres románticas a partir de ese momento.

¡bonito! | noren [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora