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El frío en su sien le hizo removerse sobre la superficie suave en donde se encontraba recostado. RenJun lanzó un quejido ahogado cuando el dolor se expandió por todo su cráneo y hasta su nuca, volviéndose insoportable. 

—Tiene la presión baja, por eso se desmayó. El golpe lo debilitó lo suficiente como para provocar el colapso —una mujer mencionó, y el pelirrosa apretó ambos párpados antes de abrir sus ojos por completo. El foco de luz blanca le provocó aún más dolor, y lo expresó con una mueca en su boca reseca.

 —Parece que ya despertó. 

—¿RenJun? —alguien lo llamó, y él parpadeó varias veces antes de reconocer aquel tono de voz— ¿Te... Duele mucho? ¿Quieres algo? 

—Agua —pidió, y no pasó mucho tiempo para que una botella de plástico fuera puesta delante suyo. Jeno lo tomó de la nuca, ayudándolo a incorporarse para poder beber de ella—. Gracias —mencionó luego, encontrándose con la expresión preocupada del chico. 

Observó toda la sala de la enfermería, encontrándose con la enfermera de bata celeste revisando un estante lleno de medicamentos, y a Yoo JiMin sentada sobre una silla a lo lejos, esperando por él. Recuerda como ella le preguntó si se encontraba bien antes de desmayarse en medio del juego. 

—Estas pastillas te harán bien —la enfermera se aproximó, dejándolas sobre la mesita de luz junto a la camilla donde se encontraba reposando—, de igual forma, esto no es lo único. Debes alimentarte bien, consumir alimentos con proteínas y muchas frutas para las vitaminas. Creo que alguien aquí no ha estado preocupándose mucho por su estado de salud, ¿no? —RenJun bajó la cabeza, avergonzado por la mirada atenta de todos sobre él—. También quiero que sepas una cosa, RenJun. El psicólogo de la institución está disponible, para ti y para todos. Hay cosas que necesitan hablarse con alguien. Me informaron que tus padres no asisten a ninguna reunión o evento y eso es alarmante. Te programaré una cita con él, ¿Estás de acuerdo con eso? 

El pelirrosa se hundió aún más en su lugar sobre la camilla cuando sintió las miradas persistentes de los otros chicos sobre él. Le avergonzaba que ambos, y principalmente Jeno, supiesen sobre su lamentable situación personal.

 —Está bien —fue lo que se limitó a responder, abrazando sus piernas. 

—Bien, mañana te daré el certificado con el día y la hora, ¿Sí? Esperemos que sea lo más pronto posible —la mujer acarició su cabello con suavidad—. Ahora iré a atender a un chico que se golpeó el tabique nasal con la pelota de fútbol. Cualquier cosa, tus amigos pueden ir a buscarme. 

Y se retiró, haciendo sonar sus tacones negros. RenJun suspiró, temeroso por levantar la mirada, sin embargo, su corazón se aceleró cuando la mano de Jeno se posó en su espalda, acariciándolo suavemente. 

—¿Tienes hambre? Puedo ir a comprarte algo —mencionó con la voz baja. 

—No es necesario, pero... Gracias. 

—RenJun —esa fue JiMin, y él levantó la mirada hacia ella, menos avergonzado que con el capitán de natación—, me preocupé por ti cuando te vi tan pálido en medio del juego. Pero, me alegra que no sea nada grave. Aún así... —se aclaró la garganta, visiblemente nerviosa por la atenta mirada de ambos sobre ella— Soy alguien con quien puedes contar, ¿si? 

RenJun sonrió en su dirección. Sus palabras habían provocado una sensación agradable en su estómago.

—Gracias, lo aprecio mucho, de verdad.

 Desvió la vista hacia Jeno después; sus ojos oscuros lo observaban de cerca, expectantes y luminosos. 

—Quiero que vayamos a comer juntos ahora —fue lo que el castaño le dijo.

¡bonito! | noren [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora