extra 1⁄2

177 22 1
                                    

RenJun había conseguido un trabajo de medio tiempo en un pequeño local de comida rápida. Era sencillo para él encargarse de tomar los pedidos y cobrar por ellos, tomando nota en una libreta para después pasarla a sus compañeros de cocina. Estaba ayudando a su madre, quien seguía un poco reacia a verle con su novio pese a no molestar más con aquel asunto. 

Jeno iba a verlo todos los días al trabajo, llegando casi a la hora de salida para acompañarle hasta su casa. Era un novio demasiado atento, cursi y leal. Además, muy gracioso, más de una vez su superior tuvo que ir hasta al mostrador para dejarle en claro que no podían estar cuchicheando en horario de trabajo, peor aún, riéndose fuertemente cuando el lugar estaba con clientes. Entonces, sólo le esperaba afuera. 

Fuera de eso y de la escuela, Jun no podía decir mucho más de su vida. Había vuelto a ver a Mark e incluso habían hablado, después de todo, era el primo de Jeno. Por otro lado, seguía en contacto con YukHei y JungWoo. 

Según sabía, ellos se habían tomado un tiempo como pareja, JungWoo le había dicho que su novio solía ser muy histérico en cuanto a sus amistades se trataba. Creía que todos coqueteaban con su chico y que en cualquier momento alguien se lo robaría. Desde el punto de vista de RenJun, esa sería una actitud propia del chico que él conocía. Sin embargo, no creía que fuese correcto. 

Por último, había cruzado a JaeMin en los pasillos del colegio. El rubio no le miraba, tampoco hacía el intento de hablarle. Comenzó a actuar como si jamás se hubieran conocido desde que Jeno lo interceptó en los baños de la institución y le advirtió que dejara de molestar, mostrándole su ceja partida como prueba de que se había metido en una pelea a puños con alguien más. 

La realidad era, que esa herida fue producto de un violento choque contra un letrero en la calle cuando ambos iban caminando. El castaño estaba tan distraído mirándolo mientras le hablaba, que no vió el cartel, impactando contra él sin más.

 RenJun se había reído mucho esa tarde, aunque después se calmó y le puso una curita bajo la atenta mirada de su madre en la sala de estar. Ella nunca pronunciaba palabra cuando estaban juntos, y para ser honesto, prefería eso antes que comentarios desagradables en contra de su novio. Probablemente, si se cruzara con su padre, él lo haría sin ningún retraimiento. 

La hora en que acababa su turno se acercaba, y para esa hora, los clientes iban siendo más escasos. Podía ver a Jeno esperándolo afuera, con una chaqueta azul que le protegía de la suave y fría brisa. RenJun golpeteaba la lapicera contra la caja registradora, impaciente, mirando las manecillas del reloj en la pared correr. Cuando dieron las dos de la tarde, comenzó a quitarse rápidamente su delantal, y cuanto menos lo esperó, ya estaba afuera, colgándose de los hombros de su novio. 

Lo tomó de las mejillas, dándole un sonoro beso en la boca, sonriendo al separarse. Jeno lo miró con una ceja alzada. 

—¿Y por qué tan feliz? —preguntó, contagiándose de su sonrisa inmediatamente.

— Nada, te extrañé —lo tomó de la mano, entrelazando los dedos— ¿No puedo extrañar a mi novio? 

—Tienes una gran manía con recalcar que soy tu novio todo el tiempo —elevó la barbilla, empezando a caminar—. Eso me gusta. 

—Es para que no se te olvide —balanceó sus manos, encogiendose ante el viento —¿Y cómo te fue ayer? En el partido que dijiste que jugarlas con tus amigos. 

—Ah ese, bien. 

RenJun frunció el ceño, no pasando desapercibido para él el tono dubitativo del castaño.

 Le había dicho que irían a jugar fútbol con el equipo de natación, y cuando se ofreció a acompañarlo, Jeno le dijo que mejor sería dejarlo para otro momento, puesto que terminaría muy tarde y no quería quedar mal ante su madre devolviéndole a su casa a tales horas. En ese momente, el pelirrosa le creyó, sin embargo, ahora podría llegar a dudar. 

Jeno se veía nervioso.

¡bonito! | noren [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora