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RenJun se sentía triste y preocupado. 

Mientras balanceaba la lapicera negra entre sus dedos, sin dedicarle ni un ápice de atención a la explicación de su profesora, pensó con mucha nostalgia en su admirador secreto. Las notitas románticas habían dejado de llegar de un momento a otro, y aquello le hacía sentir mal. 

Durante el fin de semana, había invitado a Liu YangYang a su casa para que pudiesen ver una película juntos, sin embargo, el pelirrosa allí confirmó que el chico no era quien le dedicaba tan bonitas palabras melosas. A lo largo de su tarde juntos y a medida que los minutos pasaban, comenzaban a tomar confianza, sacando a relucir costumbres personales demasiado incómodas para su gusto, entre las cuales estaban: comer con la boca abierta, tener un humor negro exorbitante en temas delicados, y ni siquiera saber expresarse correctamente cuando quería dar a entender algo.

 En efecto, él no podía ser el emisor de todos aquellos pequeños textos que aceleraban su corazón, por lo cual, RenJun lo descartó al instante. Además, tampoco se le hacía muy agradable todo eso en una persona. 

Soltó un suspiro tembloroso, meditando con sigilo el resto de sus opciones. Aún quedaba JiSung y el extraño interés que éste parecía tener en él. Quizás, su timidez lo condujo a expresar sus sentimientos a través de notas anónimas demasiado empalagosas para su propio bien. 

Pero RenJun era empalagoso de por sí, por lo tanto, amaría de verdad encontrar al dichoso admirador. ¿Quién sabe? En un golpe de suerte, JiSung lo sería y ya no tendría que buscar más. 

Un poco más animado, se acomodó sobre el pupitre para finalmente ver hacia la pizarra. La cuidadosa explicación de la profesora de historia se vió interrumpida por un par de golpes en la puerta, la cual se abrió luego, una cabellera castaña apareciendo tras la madera. 

RenJun fue testigo del ingreso majestuoso de Lee Jeno a su salón, y todas las chicas a su alrededor lanzarndo suspiros enamorados cuando lo vieron. Algunos cuchilleos se hicieron escuchar, los cuales fueron acallados por su profesora con dureza. 

— Disculpe por interrumpir —su voz ligeramente grave por los cambios adolescentes resonó, y RenJun juró escuchar una risita nerviosa de la niña sentada tras él—. Estamos en horario libre, por lo que me enviaron a entregarle esto de parte del rector. 

Sus zapatillas perfectamente blancas hicieron eco en el silencio estridente cuando Jeno se aproximó a la profesora para entregarle un portafolio color gris con varias hojas dentro. La mayor le agradeció con educación antes de que el rubio se retirara y de nuevo los murmullos insistentes comenzaran. 

El pelirrosa se petrificó. No había persona en esa escuela que no conociera a Lee Jeno, el flamante capitán del equipo de natación. Atractivo, inteligente, amable, y todas las cualidades del chico soñado. 

Demasiado inalcanzable para alguien como él, ¿cierto? Sin embargo, aún en su estado de estupefacción, RenJun no fue capaz de deducir el porqué aquel chico con aires de celebridad, le dirigió una mirada atenta e indescifrable antes de desaparecer por la puerta del salón con absoluta elegancia y distinción.

¡bonito! | noren [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora