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ACLARACIONES:
• Este capítulo lo escribí del celular así que puede que haya alguna que otra falta de ortografía que me haya comido sin querer je
También van a ver que los guiones de diálogo son distintos.•Para este capítulo tenía ganas de hacer algo distinto, así que arranca por el final :)
Si les gusta (o no) pueden dejar comentarios o sugerencias de lo que les parezca, estoy abierto a críticas.Espero que les guste!!!
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Fue un jueves el día que Julián volvió llorando a su casa. Lo que había pasado ese día le dolió mucho. No era un llanto desgarrador, pero no podía evitar que las lágrimas se le caigan de los ojos mientras volvía a su casa sentado en el colectivo, mirando las luces amarillas y naranjas de los faroles de la calle. Nunca había tenido tantas ganas de volverse a Calchín como ese día. Cuando estaba en Córdoba no tenía este tipo de preocupaciones, no tenía que preocuparse por la facultad, por sus amigos, por las cosas de todos los días. Y sobre todo, no tenía que preocuparse por Enzo.
No tenía que preocuparse por no saber qué sentir, si su corazón lo estaba traicionando o era su cerebro el traidor que le había vendido una idea llena de falsas ilusiones.
Después de varias canciones melancólicas que sonaban en la cabeza de Julián, mientras esperaba llegar a la parada de la esquina de su edificio, por fin llegó el momento.
El cordobés se bajó del colectivo y entró al edificio, con su mochila colgando de uno de sus hombros, y con un caminar cansado.
Entró al departamento y vio al Cuti sentado comienzo pizza que les había sobrado del día anterior con la tele prendida de fondo con un partido de fútbol de un equipo que Julián no conocía.
-Te guardé unas porciones amigo. -dijo el Cuti con una sonrisa y señalando un plato que había apartado en la mesa con varias porciones de pizza.
Julián tenia el rostro desanimado, su postura cansada y los ojos apenas enrojecidos de las lagrimas que habían caído de sus ojos en su camino de vuelta.
-Gracias Cris, pero no tengo mucho hambre, me voy directo a acostarme, estoy re cansado.- respondió el castaño dejando aún más en evidencia por el tono de su voz el cansancio mental y físico que tenía en su cuerpo.
El cordobés que estaba sentado en la silla notó lo apagado que estaba su amigo, Julian no era de irse a dormir sin comer. Tampoco era de llegar tan cansado de la facultad. Claramente había tristeza en sus ojos y algo le había pasado.
Julián siguió de largo por al lado de la mesa y entró a su pieza sin decir una palabra más. Apoyó la mochila en el piso, al lado de su cama, y se giró para cerrar la puerta de la habitación.
El cuti se había levantado de su silla y acercado hasta la pieza de su amigo. Esto fue para sorpresa de Julian, que se lo topó de frente contra el marco de la puerta.
-Juli, ¿está todo bien? ¿te pasó algo? -. preguntó Cristian con cierto tono de preocupación.
El más bajo trató de poner su mejor sonrisa falsa, aunque no convencía a nadie esa mueca, mucho menos a sí mismo.
-Si, si. No tengo muchas ganas de hablar ahora, prefiero irme a dormir.- respondió sin poder disimular el tono de voz deprimido que ya lo había delatado anteriormente.
Julián empujó suavemente la puerta para cerrarla, pero el Cuti apoyó una de sus manos en la madera, frenando el movimiento. Al estar más cerca de la cara de su compañero pudo notar los ojos enrojecidos producto de las lágrimas, lo que incrementó su sentimiento de preocupación.
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Mis ganas de no quererte - Julienzo
FanfictionJulian es un joven de 18 años recién llegado a Buenos Aires en búsqueda de una nueva oportunidad para estudiar. En su camino se cruza con un amor confuso y muy intenso que lo va a hacer dudar de todo y de todos.