💀Tu rey del infierno💀⚫

глава 22

A pesar de su lejanía mi cuerpo temblaba al recordar su rostro y lo que me hizo.
Sus ojos azules, negros de hambre, sus manos sosteniendome con fuerza las piernas o callando mis gritos.
-pensaste que todo acabaría tranquilo para vos?. -se burló mientras mordía mi pecho, provocando un grito ahogado. - que no habría castigo?. - volvió a entrar en mi sin cuidado. - lamentablemente mi pequeño estúpido hermano no está para salvarte esta vez. -Tomó mi cuello con más fuerza quitandome el aire.
-por...por...favor...prometiste...siempre...cuidarme.- dije como pude mientras lloraba ante sus penetraciones.
-lamento informarte mi amor, en el mundo existen malas personas. -dijo mientras llegaba al orgasmo y terminaba en mi, cosa que me hizo quedar asqueada.- y para tu mala suerte enamoraste al peor. - se levantó por fin se mi cuerpo mientras tiraba su cabello despeinado hacia atrás, me miro aún hambriento.-te haría mía otra vez pero seré bueno y te dejaré en paz. -tomó mi rostro obligandome a mirarlo. -por ahora. -me dio una última mirada orgulloso de lo que había hecho.
-espero que hayas aprendido de cuidar tus palabras mi amor. - dijo para luego tomar su ropa y por fin irse por esa maldita puerta.
Me dejó ahí tirada, rota y con el alma en pedazos.
¿Cómo puede hablar de amor? ¿ Cómo es capaz de pensar que toda esta mierda es amor?
Mi cuerpo se estremeció mientras mi corazón se oprimia.
Arseni dormía y yo estaba aterrada, ansiosa, ya no tenía uñas en mis dedos,estos sangraban, mi mente iba a mil, tenía los días contados literalmente hablando.
No quiero ni pensar lo que ese monstruo haría cuando volviera, no podría jamás permitir que me toque de nuevo y eso lo enfureceria, lo volveria loco y no quería averiguar lo que me haría. Me rompió por hablar estupideces según él, no quería ni imaginar por oponerme a tomar mi cuerpo a su antojo.
Traté de concentrarme, tenía un plan y no podía fallar.
Preparé el desayuno de Arseni y se lo llevé. Toqué su puerta varias veces hasta que su voz adormilada me dijo que pasara.
- pequeña...¿Que es esto?. - estaba solo en bóxers y por lo visto no sentía pena alguna que lo viera así, mis mejillas se sonrojaron pero no perdí la compostura.
-yo...es el desayuno tontin. - reí para calmar mis nervios
- eso lo sé...pero..¿porqué? -dijo risueño.
- yo quería hacer algo lindo por vos y agradecerte todo lo que hiciste por mi. - le dije pasándole el desayuno.
-no tenías por que pequeña...pero gracias. -sus ojos azules brillaban. Sonreí mientras lo dejé desayunar, estaba demasiado nerviosa, solo queria salir de ahí.
Los días iban pasando más rápido para mi gusto, cada mañana llevaba el desayuno de Arseni y cada día sentía que estaba más a gusto conmigo lo sentía más...risueño...más cariñoso.
Era de noche y baje a tomar agua, cuando la voz de Arseni me alertó.
-Jesús...casi me matas de un susto. - Arseni rió.
-perdón...escuché un ruido y tenía que ver que todo estaba bien. -vestía solo unos bóxers..- sus ojos escanearon mi cuerpo, yo solo traía un camisón de seda y encaje, tragó saliva. Me miró por fin. - ¿No podes dormir?. - se acercó a mi, mientras sus ojos no se despegaban de los míos, su cuerpo se acercó tanto a mi, que pude sentir su delicioso perfume.
- yo...algo así. - reí nerviosa en cuantos tus dedos acomodaron un mechón de pelo tras mi oreja, creí se alejaría pero solo ladeo de cabeza mientras su dedo ahora acariciaba suavemente mi labio inferior.
-la única cosa en lo que logré coincidir con Anton...es que...sos el Ángel más hermoso que hayamos visto. -sus palabras susurradas aceleraron mi corazón.
Se acercó aún más y rozó su nariz fría en mi mejilla. Tomé coraje y acerqué mi pequeña mano a su rostro, acaricie su cara alejandolo lentamente de mi, mi sonrisa fue correspondida.
-tu cara no está tan mal tampoco. -bromie para poder relajar la tensión que había entre los dos aunque sabía perfectamente que no era la misma.
-sos como la manzana prohibida para mi...tan prohibida, tan deseable y tan jugosa.-Miró mis labios mientras relamia los suyos.-¿algún día poder probarte?. -susurró para si mismo. Cerró sus ojos con fuerza por unos segundos en los que parecía que luchaba con sus pensamientos, pensamientos que me encantaría saber, se alejó de mi, su mirada azulada brillaba y sonrió..- no te duermas tan tarde...hermosa. - y se giró dejándome con el corazón a mil y una sonrisa en los labios. Lo tenía y más pronto de lo que esperaba.