Capítulo 7: El pozo de los deseos

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Debía de intentarlo una vez más no podía simplemente vivir mi vida tratando de evitar pensar en eso, nadie podía evitar pensar, así que... decidí pensar en el Incidente.

La hiciste sangrar.

Nop, definitivamente no iba a funcionar, luego de darme otro golpe en la cabeza me di cuenta de que si no hallaba una solución lo más probable es que me terminaría causando una contusión en el cráneo, cuando me voltee a ver a mi hermano Alba me di cuenta de que me estaba mirando raro mientras tomaba una soda.

— Oye ¿Estás bien? Parece que no has dormido en días.

No necesitaba de un espejo para saber a qué se refería con eso, estas últimas noches desde el incidente con el diario no paraba de tener sueños con el Incidente.

La hiciste sangrar.

Y por alguna razón  en esos sueños tambien aparecian pájaros gigantes, bueno eso no es lo importante. La cosa es que cada vez que me despertaba con esos sueños sentía un gran cansancio, no importaba si había dormido toda la noche como un tronco si esos sueños aparecían despertaria con bastante sueño, la verdad era que todo eso me estaba empezando a pasar factura pero no sabía a quien decirle sobre eso, bueno si sabía a quién (o mejor dicho quienes) le podía decir acerca de mi problema.

— ¿Por cierto y Char? —no pude evitar preguntar.

— En casa, luego de lo que pasó con... bueno tú sabes, Aarón y Katherine han decidido que lo mejor para ella será que se quede un tiempo en casa.

— Oh, yo...

— No hay nada que decir Bastián, todo esto que ha pasado los últimos días no ha sido más que una horrible serie de sucesos muy coincidentes.

El resto del viaje fue silencioso hasta la llegada a la casa de René el cual me recibió con su típica mirada antipática de siempre, al entrar me encontré con Mia la cual estaba jugando con el gato de René, se suponía que esta iba a ser una especie de reunión para hacer las tareas pendientes que teníamos, pero con ellos nunca se sabe y facilmente podrian hacer un desastre en menos de cinco minutos, aunque la verdad lo que menos esperaba era hablar sobre tareas. Cuando los tres nos sentamos alrededor de la mesa no pude evitar la abrir la boca y decir.

— Eh... chico, quisiera hablar con ustedes sobre algo... raro.

Y solo con esas palabras tuve toda su atención.

...

La hiciste sangrar.

De verdad que tenía de resolver el problema de esa voz, ya estaba empezando a sentir un ligero dolor de cabeza, además de algunos mareos.

— Entonces... estas diciendo que un diario que encontraste en el bosque te estuvo atormentando por uno o dos días llegando al punto que casi te obligo matarte —dijo Mia mientras jugaba con un lápiz entre sus manos.

— ¿Tan mal suena? —pregunte bastante apenado.

— Bastian esto es serio —interrumpió René a Mia antes que hablara— estar a punto de clavarte un cuchillo no es algo que se pueda tomar a la ligera

— René tiene razón, además ya nadie te culpa por lo que paso con Charlotte.

— Aun así... esa voz

La hiciste sangrar.

Estaba a punto de darme un golpe en la cabeza cuando Mia me detuvo la mano con firmeza.

— Bastian escúchanos, no crees que deberías de buscar otra manera para poder quitar esa... voz.

— No sé Mía, lo he intentado todo pero...

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⏰ Última actualización: Oct 25 ⏰

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