Capítulo 14

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Desayunar con aquel enano bobo era algo que nunca imaginó que haría. Y ahora estaba allí, comiendo en su mesa, sus tortitas y... su zumo. Jackson masticaba sin dejar de mirarlo con odio. El campo de visión fue interrumpido por su hermana, que justo se sentaba a su lado con un bol de cereales. El rubio movió la cabeza para seguir mirando al mequetrefe hasta que sintiera ganas de marcharse, pero su hermana puso su enorme cabeza de nuevo en medio.

—Jackson... ¿Podemos hablar luego? —preguntó ella con tono amable.

Jackson la miró con desagrado antes de tomar un trago de su vaso.

—No. —se limitó a decir con sequedad.

Yifei resopló buscando la paciencia que siempre necesitaba para hablar con su hermano.

—Jackson... Siento que haya sido todo tan de golpe.

—¿El qué? —inquirió entonces. —¿Enterarme de que mientras todos dormimos metes en la cama a tu enano novio?

Los ojos de Yifei se abrieron de par en par.

—¡¿Cómo sabes eso?! —susurró.

—Lo sé y basta. —gruñó Jackson. —Y como vuelva a pasar, juro que le dejaré sin nada que poder meter.

Su hermana se quedó mirándolo unos segundos, con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Entonces su rostro se iluminó.

—¡Tú estuviste en la habitación de Mark anoche! —dijo cayendo en la cuenta de que por eso su hermano sabía que Youngjae había estado en su habitación.

Jackson, alarmado, le ordenó que guardara silencio.

—¿Qué dicen ustedes dos? —preguntó su madre uniéndose a ellos en la mesa.

Jackson compuso una sonrisa angelical.

—Nada, mamá. Solo preguntaba si les había ido bien la noche a Youngjae y su amigo. —dijo entre dientes mirando a Youngjae engullir su comida.

—Muy bien. El colchón era de primera. —contestó Youngjae lanzando una pícara mirada a su novia.

Jackson bajo la mesa apretó los puños. Encima se tomaba las libertades de soltar semejantes comentarios.

—¿Y aún no se ha levantado Yien? —preguntó entonces su madre sacándolo de sus pensamientos.

—Es Mark, mamá. —le corrigió Jackson.

—Bueno, el nombre es lo de menos, ¿no?

—Nadie lo llama así. —soltó Jackson arrebatándole el zumo a Youngjae para que no bebiera más. —Solo su madre cuando lo pone de los nervios.

Tanto su hermana, como Youngjae lo miraron algo divertidos. Su madre en cambio, lo miró sorprendida.

—¿Conoces también a su madre? —inquirió curiosa. Jackson dejó de comer sintiéndose de pronto observado por los presentes de la mesa. —Y yo que creía que eras totalmente ajeno a los peculiares amigos de tu hermana...

—De hecho, Yifei y yo nos conocimos gracias a Mark y su hijo. Nunca ha sido especialmente ajeno a nosotros. —comentó Youngjae sin poder evitar querer fastidiar a Jackson.

Éste le fulminó con la mirada.

—¿Cómo? —preguntó su madre.

—Sí, mamá. Ya te dije que iban a mi curso. —se apresuró a decir Jackson. —Mark y yo éramos compañeros de clase.

—Oh, eso tiene más sentido. Bueno, ¿entonces aún no se ha levantado?

El tono de la mujer fue desaprobador, tal y como cabía de esperar. Youngjae se puso en pie inmediatamente para ir en su búsqueda.

Sólo tres deseos - 爱 // MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora