En un balcón desolado, un tigre blanco con un parche en su rostro comenzó a caminar en círculos para después recargarse en el barandal de piedra para beber poco de vino tinto en una copa anormalmente gruesa. Algo en su expresión resaltaba demasiado cansancio, sobre todo al ver la posición de la luna llena en el cielo. Suspiraba con un poco de fuerza dejando escapar una ráfaga de vapor.
Kidref: Basta ya...--- sacudía su cabeza.
Una figura salía de la puerta del balcón, era ni mas ni menos que Abramova portando un abrigo oscuro y un traje de gala.
Abramova: te fuiste de la presentación.
Kieref: no quiero verlo... tantos hombres bestias que existen en esa sala, contando a los híbridos... tenía que haber un Husky aquí mismo...--- dice en un tono de voz amargo y con enojo.
Abramova: no entiendo. Ya lo habías conocido.
Kieref: haz memoria pedazo de imbécil, yo los conocí cuando eran humanos.--- se quita el mal sabor de boca con otro trago de vino.
Abramova: ha pasado mucho tiempo desde que peleamos en Niger, ¿aún te sigue atormentando ese estúpido perro?
El tigre blanco se quita el parche de su ojo.
Kieref: no olvido una mirada tan perturbadora... cuando lo tenía encima mio, lo vi...--- aprieta la mandíbula.--- esos ojos llenos de rabia inyectados de sangre... un ocico que vibraba con fuerza al gruñir... incluso esa desesperación por querer eliminarme de una manera tan salvaje... esa cosa no era un hombre... incluso una bestia tiene límites.--- se voltea dejando ver el agujero de su ojo.--- el intentó matarme por placer... no para defenderse...
Abramova: ¿que puedo decir?
Kieref: y ahora que vi a ese perro acercándose a mi... con esa mirada perdida como si no estuviera parado en donde estaba... era la misma cuando logré safarme de él... esa mirada vacía al perderse entre el humo y el polvo.
Abramova: si tan mal te cae ¿porqué mejor no lo ahuyentas?
Kieref: eso quisiera... pero olvidas un detallito.--- se pone el parque de nuevo.--- ahora parece mas un sociópata que un soldado, en cualquier momento puede desertar, y por lo que me han informado los otros reclutas... es demasiado efectivo.
Abramova: nosotros también éramos efectivos. Cuando recapacites te estaré esperando junto a Oblonsky.
Kieref: si es que bajo... primero quiero estar solo...
En cuanto el oso polar se fue, Kieref recordaba aquellos días en los campamentos auxiliares en Niger. Recordaba con cierto desagrado cuando acompañaba a sus compatriotas en las trincheras en lo largo y ancho del campamento.
Mientras tanto Adrei
El husky se encontraba en un estado meditabundo entre la convivencia y la disociación, no quería creer en lo que pensaba y en el porqué el General Kieref se reusó a tomarle la mano para estrecharla con gratitud. Si antes era odiado por todos ahora era odiado por otro de sus ídolos. Si bien se sentía mal, tomó un vaso de Brandy con hielos para pasar el mal rato, era el único invitado que se encontraba adyacente a la mesa de comida, miraba en el soslayo con mucha fatiga para luego tomar una frutilla, degustarla levemente para luego notar que un soldado humano lo miraba con desagrado
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Corazones rojos (Furry 3)
DiversosUna habitación con papel tapiz degradado, ventanas con manchas blancas por la humedad y el frío, un ambiente seco con alfombras viejas. para todo el mundo es una casa de ancianos, para los rusos es un hogar El mundo en el occidente vivía felizmente...