¿Besos para Yeonjun? || [TaeGyu/BeomHyun]

• Capítulo 13 •

—¿Planes para el fin de semana que viene?

—Que vengas aquí e ir de festival.—Era viernes, y aquel viernes Beomgyu había invitado a Taehyun a dormir a su casa con la excusa de ver la segunda película de Camp Rock.

Taehyun estaba tumbado en la cama individual de Beomgyu, en cambio, Beomgyu estaba tumbado en el suelo de su habitación.

—El festival dura del viernes al domingo por la noche.

—¿Cuáles artistas van cada día?—Preguntó el de pelo largo, intentando hacer memoria, pero no se acordaba.

—Míralo, no me acuerdo ahora mismo.

—¿Me vas a hacer levantarme a por mi móvil?

—Sí.

Beomgyu, resignado, se levantó del suelo hasta su mesita de noche, que es donde había dejado su móvil.

Taehyun estaba mirando el techo de la habitación, aunque su vista al blanco techo pasó a ser un chico de más o menos su estatura y con pelo largo negro.

Beomgyu se sentó encima de Taehyun.

—Hola.—Dijo poniéndose cómodo.

Taehyun sonrió y se quedó viendo cómo el menor buscaba en su móvil aquel festival.

Al encontrarlo, leyó los artistas y el horario de cada uno.

—Vale, plan para el fin de semana que viene. Te vienes a mi casa y vamos viernes y sábado.

—¿Y domingo?

—Thyunnie, el domingo será para descansar, aparte, a ninguno de los dos nos interesa tanto el domingo. ¡Podemos hacer galletas!—Dijo mientras dejaba de nuevo el móvil, sin quitarse de encima de Taehyun.

El mayor solo lo observó, sonriéndole.—Me parece bien.

Beomgyu se acomodó de nuevo, esta vez más cerca de Taehyun, tanto que podían sentir la respiración del otro en la cara del contrario.

Taehyun apartó con su mano los mechones que caían de Beomgyu y aprovechó para acercarlo un poco más.

—Beomgyu...—Llamó, flojito.

—¿Sí?

—... ¿Pasaría algo si te be-?

No pudo continuar porque escucharon a alguien tocar a la puerta. Ambos se asustaron y Beomgyu casi se cayó de la cama del susto que se dio.

—Beomgyu, Taehyun, os hice la cena.—Era la madre del menor. Beomgyu fue y abrió la puerta intentando calmarse.

Taehyun se acercó y quedó al lado del menor, con su mano en la espalda de este, dando pequeñas caricias para tratar de tranquilizarlo, cosa que logró.

—Ahora iremos.

—Tu padre y yo nos vamos a la habitación, tenéis el comedor para que podáis ver lo que queráis. Buenas noches.