JIN
—Dr. Kim, es requerido en sala de emergencias.
Jin levantó la vista de sus notas, mirando reflexivamente hacia el techo mientras escuchando el parlante superior. Como no había nadie más en la sala para escucharlo, se permitió por un momento gemir dramáticamente.
Mierda. Se suponía que ya debería estar terminando, dando un informe al médico de la UCI que se encargaría del turo del día, pero hasta ahora ni siquiera había hecho acto de presencia. Lo más probable es que el médico que lo sustituiría sería el Dr. Monroe, y ese hijo de puta siempre se detenía en la cafetería para tomar su café de la mañana después de ficharse para el día. Era exasperante, incluso en un buen día.
Y hoy no era un buen día.
La voz del parlante se repitió, y Jin desconectó la computadora del hospital y se apresuró a ir a la sala de emergencias. Era probable que un paciente allí había terminado con un tubo de respiración en la garganta. La especialidad de Jin se centraba en cuidados intensivos y neumología, lo que significa que se ocupaba específicamente de los pulmones. Él se encargaba principalmente de los pacientes que requerían máquinas de respiración en los dos pisos de la UCI del hospital.
Para Jin estaba bien cuidar de los pacientes conectados a respiradores. Él no era como Jimin, cálido y dulce y que tenía esta clase de presencia que hacía que las personas (ya fueran pacientes, compañeros de trabajo, gente aleatoria en las cafeterías), se sintieran inmediatamente a gusto.
Jin no tranquilizaba a nadie. Podía ser encantador a veces, claro. Una clase de brillo que había sobrado de sus días como el rey del baile de graduación, durante la escuela secundaria. Pero era un encanto superficial en el mejor de los casos. Porque cuando se trataba de eso, también podría parecer un poco idiota a veces. Brusco cuando debería ser amable, firme cuando debería ser suave.
Pero los pacientes de Jin a menudo estaban sedados y, de todos modos, no podían hablar con un tubo de respiración, por lo que Jin podía cuidarlos de la mejor forma que sabía: con buena medicina, respeto genuino y una cantidad saludable de distancia emocional.
Mientras Jin caminaba por la sala de emergencias, su mirada se dirigió a la estación de enfermeras antes de poder detenerse. Al parecer, estaba demasiado acostumbrado a estar pendiente de su hermano como para parar ahora. Se concentró en buscar a la enfermera a cargo de turno, con la esperanza de que pudieran decirle en donde se hallaba su nuevo paciente. Primero vio al Dr. Monroe, hablando con uno de los médicos de urgencias en una de las bahías.
El imbécil levantó su taza de café hacia él a modo de saludo.
Maldito Dr. Monroe. Al menos urgencia ya no necesitaba a Jin, dado que el médico del turno de día ya se encontraba allí.
—¿Qué te pasa esta mañana, Doc? —preguntó una brillante y absurdamente alegre voz femenina. La conocía bien. Miró hacia abajo para ver a Chloe, la enfermera a cargo del turno de la noche y la mejor amiga del trabajo de su hermano.
Jin se encogió de hombros, reprimiendo el impulso de mirar su reloj.
—Nada. Ya estoy listo para salir de aquí.
—Qué gracioso. Por lo general, parece que no podría importarte menos a qué hora ibas —La pequeña morena levantó una ceja hacia él, pero Jin decidió ignorar su burla—. ¿Has tenido noticias de Jimin?
El hermano pequeño de Jin se había ido el día anterior a su luna de miel tardía, y Jin estaba oficialmente encargado del cachorro. Quería enojarse con Yoongi por no haber esperado hasta después de la luna de miel para comprarle un perro a Jimin, pero el recordar la expresión de éxtasis en el rostro de su hermano mientras el mostraba la pequeña bola de pelo, hacía que le resultara difícil guardar rencor.
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SU ALTEZA *JINKOOK*
RandomSegundo libro de la serie vampiros, la historia de Jimin y Yoongi de la adaptación My lovely Boy