JIN
Algo estaba mal. Claramente.
Jin miró al vampiro rubio frente a él con cautela. Ferdy los había recibido con entusiasmo en la puerta, ladrando emocionado, olfateando primero las piernas de los pantalones de Jungkook y luego las de Jin. Estaba seguro de que, después del club, los dos tendrían muchos olores interesantes sobre ellos. Jungkook lo estaba usando todo como una excusa para evitar mirarlo a los ojos, enfocando toda su atención en el cachorro que se contoneaba entre ellos.
La noche había comenzado tan bien.
Jin no había salido así en... ni siquiera sabía cuánto tiempo. Sus grandes salidas nocturnas desde que se mudó de regreso a Hyde Park por lo general consistían en tomar un par de copas en el bar local, con viejos conocidos o con un posible encuentro de una noche.
Pero bailar con Jungkook había sido jodidamente divertido. Sin mencionar inesperadamente caliente. Ver la forma en que el vampiro traducía su gracia de otro mundo en la pista de baile, sus caderas moviéndose en un ritmo hipnótico, había dejado a Jin prácticamente jadeando. Y luego ese toque de posesividad cuando su otra pareja de baile se había vuelto demasiado hábil con las manos...Y sin hablar de la mordida. La mordida.
Hablando de cosas calientes e inesperadas. Mierda.
Jimin no había exagerado cuando dijo que las mordeduras de los vampiros se sentían bien. Jin recordaba sus conversaciones pasadas sobre el tema con una nueva vergüenza. Ahora que sabía cómo se sentía una mordida — como si hubiera una línea directa desde su cuello hasta su polla, como de haber pasado dos segundos más le habría rogado a Jungkook que lo dejara follarlo en ese mismo rincón—,estaba más que un poco mortificado, por incluso haber discutido tal cosa con Jimin. No necesitaba imaginar eso entre Yoongi y su hermano pequeño.
Pero luego todo se había ido al infierno.
Puede la mordida haya sido increíble —la polla de Jin se contrajo al recordarlo—, pero lo había dejado sintiéndose... vulnerable. Nervioso. Dejar que otra persona bebiera su sangre, por el amor de Dios. Incluso había ido tan lejos como para ofrecerse como un plato semanal a cambio de ser para Jungkook... ¿el qué exactamente? ¿Su único?
Se había sentido como la virgen sonrojada que pedía exclusividad a su novio con más experiencia, una posición en la que Jin nunca se había encontrado antes.
Pero el momento había sido tan... íntimo. Ahora que sabía cómo se sentía, no quería imaginarse a Jungkook haciendo eso con nadie más.
Y Jungkook se había burlado de él por ello. Lo comparó con una mascota. Bueno, está bien, Jungkook siempre se burlaba de él; eso no era nada nuevo. Pero entonces el vampiro terminó... desapareciendo. Dejando a Jin allí en la esquina, pensando en todo el encuentro entre ambos.
Y ahora, aquí estaban, Jungkook seguía evitando mirarlo cuidadosamente. Para un vampiro que por lo general era bastante directo con su personalidad, estaba siendo terriblemente cauteloso. Todo se sentía... incorrecto.
El sexo entre ellos no había hecho que las cosas fueran tan incómodas, entonces, ¿por qué una mordida sí? Tal vez era otra cosa, algo más. Jin era consciente de que conducir a casa les había llevado más tiempo del que debería, como si Jungkook hubiera estado dando un rodeo. ¿Había estado intentando evitar a alguien? ¿Le preocupaba que Lucien estuviera de vuelta? Entonces, ¿por qué no se lo diría a Jin?
—Necesitas agua —Los ojos de Jungkook todavía estaban en el perro, pero él tuvo que asumir que ese comentario iba dirigido a él—. La bebida y el baile. La sangre que tomé. Probablemente estés bastante deshidratado en este punto.

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SU ALTEZA *JINKOOK*
RandomSegundo libro de la serie vampiros, la historia de Jimin y Yoongi de la adaptación My lovely Boy