JIN
Su viaje por las escaleras fue un lío torpe de labios y extremidades.
Jin no quería dejar de besar a Jungkook por un solo momento, y solo soltó la boca del vampiro cuando recibió un gruñido de impaciencia, exigiéndole que comenzara a quitarse la ropa.
Pequeño monstruo mandón.
El alivio que sintió Jin al saber que Jungkook no se había liado con ese idiota hizo que le temblaran las manos. ¿Por qué importaba tanto? ¿por qué Jin se había convertido en una bestia tan celosa? Bueno, pensaba examinar eso más tarde. En este momento apenas y tenía la capacidad intelectual para encontrar su propia habitación. Toda la sangre de su cuerpo había viajado hasta su polla, tensándose contra sus pantalones.
Cuando entraron en la habitación temporal de Jin, ambos estaban desnudos, con las bocas fusionadas una vez más. Jungkook le mordió el labio inferior con dientes romos, y luego se apartó para empujar a Jin sobre la cama con manos firmes. Al pequeño vampiro parecía encantarle maltratar a Jin.
Joder, ¿por qué eso era tan caliente? Jin siempre había sido el más grande y fuerte cuando se trataba de sexo. Según las apariencias, esta vez no debería ser diferente, pero la fuerza vampírica de Jungkook daba una vuelta a las tortillas. Era curiosamente sexy.
Jungkook se veía tan delicado, todo ángulos ágiles y complexión pequeña. Pero era lo suficientemente fuerte para hacer lo que quisiera con Jin, para hacer que Jin hiciera lo que él quisiera. Y ese contraste, por alguna razón, lo tenía loco de la lujuria.
—Lubricante —Jungkook le exigió con las manos en sus caderas delgadas y su polla sonrojada sobresaliendo frente a él.
A Jin se le cortó la respiración al verlo. La polla de Jungkook era tan hermosa como el resto de él, larga y delgada y de un rosa jodidamente
bonito. Jin quería volver a meterla en su boca, quería chuparlo y sacarle algunos de esos pequeños gemiditos.
Pero Jungkook tenía otros planes. El vampiro gruñó con impaciencia, y Jin se obligó a encontrar nuevamente sus palabras.
—En mi bolsa. En el bolsillo exterior.
Observó cómo Jungkook se acercaba con pies ligeros hasta la bolsa de lona, poseía la gracia de un gato doméstico. Dios, era tan hermoso. Todo piel pálida y miembros tonificados y esbeltos. Un culo respingón que rebotaba ligeramente mientras caminaba. Y él quería a Jin. Lo suficiente para alimentarse de humanos sin ir más lejos, sin buscar sexo.
Durante todo un maldito año. Jungkook se acercó nuevamente hasta la cama después de reclamar su premio. Trepó sobre sus rodillas y se sentó a horcajas sobre las caderas de Jin. Tenía su polla dura como piedra, balanceándose suavemente sobre su estómago mientras miraba a este pequeño demonio que lo tenía agarrado por la garganta de forma metafórica.
Observó cómo Jungkook se vertía lubricante en los dedos, alcanzando detrás de sí mismo con una mano empapada. Dios, iba a abrirse para la polla de Jin. Tan jodidamente caliente.
Jin quería sentirlo.
—¿Puedo hacerlo yo? —preguntó desesperadamente, deseando tocarlo, poner sus manos en ese culo tan perfecto.
Jungkook le sonrió burlonamente, sacudiendo la cabeza lentamente.
—Has sido un niño travieso, Alteza —Bufó—. Acusándome de todo tipo de cosas desagradables.
Jin se sonrojó, pero era difícil concentrarse en la reprimenda. Estaba hipnotizado por los movimientos del brazo de Jungkook, un balanceo
rítmico. El pequeño descarado se estaba abriendo a sí mismo mientras lo regañaba.
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SU ALTEZA *JINKOOK*
RandomSegundo libro de la serie vampiros, la historia de Jimin y Yoongi de la adaptación My lovely Boy