Capitulo 16

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JIN

Jin se despertó con el sonido de su alarma a todo volumen. Había un peso en su pecho que le impedía sentarse, por lo que estiró ciegamente una mano, agarró su teléfono y apagó el odioso sonido. Inclinó la barbilla, mirando hacia abajo a la cabeza rubia metida debajo en su cuello. Inhaló el reconfortante aroma de Jungkook y estornudó cuando algunos pelos del vampiro le hicieron cosquillas en la nariz.

—Cristo –dijo Jungkook, su voz amortiguada por el pecho de Jin—. Primero tu repugnante alarma, luego estornudas en mi cabeza. Que forma tan terrible de despertar.

Jin frotó su nariz, que aún le picaba, con más firmeza contra el cabello de Jungkook. —Qué mal.

Él pensaba que era una forma maravillosa de despertarse. Puede que Jungkook no necesitara la misma cantidad de sueño que él, pero el vampiro rubio se había acostumbrado a quedarse en su cama de cualquier forma, leyendo o tejiendo para pasar el tiempo. Por lo general, dormía las últimas horas de sueño de Jin para que se despertaran al mismo tiempo.

Jin suspiró feliz y pasó una mano por la tira de piel desnuda entre la camisa del pijama y los pantalones de Jungkook; su piel era tan suave, tersa y fresca como la seda misma.

Espera...Retiró la mano y la colocó sobre la frente del vampiro.

—Hey —Jungkook protestó—. ¿Qué haces? Jin frunció el ceño hacia Jungkook.

—Necesitas alimentarte —Lo acusó—. Debiste decírmelo.

—No estabas exactamente de buen humor anoche, Alteza. Además, podía esperar.

—No —Le dijo con firmeza—. Tienes que decírmelo la próxima vez.

—Bien, bien —Jungkook se quejó—. ¿Tenemos el tiempo siquiera? —

Levantó la cabeza para mirar el teléfono de Jin.

—Sí. Puse mi alarma un poco temprano —Jin no sentía la necesidad de compartir el hecho de que había estado configurando su alarma más temprano todos los días, solo para pasar algo de tiempo extra con Jungkook antes de sus turnos.

—De acuerdo —Jungkook se estiró lánguidamente, recordándole una vez más a Jin a un gato doméstico satisfecho. Al momento siguiente, se quedó sin aliento cuando el vampiro lo volteó abruptamente sobre su espalda, sentándose con suavidad a horcajadas sobre él, todo en el mismo movimiento.

—Quiero tu cuello otra vez —exigió Jungkook, con los ojos claros brillando.

—Sí, um... —Intentó concentrarse en él y no en la forma en que esa declaración hizo que su polla se hinchara, por alguna razón—. ¿En que otros sitios lo harías?

—Oh, hay todo tipo de lugares de los que puedo beber de ti —Jungkook ronroneó y pasó los dedos por el pecho de Jin con una amplia sonrisa cruzando sus labios—. Una plétora para elegir.

Jin tragó saliva, sentía la boca seca. Había tantas versiones de Jungkook. La dulce de la noche anterior. La provocativa y sensual del club. La vulnerable, espinoso y temeroso de pedir ayuda. Luego estaba este. El lado de él que podría haber aterrorizado a Jin solo un año atrás. Hambriento y malvado y... jodidamente sexy.

Jin no pudo evitar agarrar las caderas del vampiro, manteniéndolo en su lugar.

—Estoy seguro de que los probaremos todos.

Jungkook sonrió más ampliamente, sus ojos oscureciéndose hasta alcanzar el color negro, sus colmillos asomando por detrás de los labios rosados.

—Lo haremos —prometió con voz ronca.

SU ALTEZA *JINKOOK*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora