JIN
Jin agarró el volante con dedos tensos, tenía la mente apenas enfocada en la avalancha de palabras que venían del pequeño vampiro a su lado. Jay estaba entusiasmado con todos los alimentos que había probado en la cafetería del hospital, lo cual, dadas las doce horas que había tenido para experimentar, aparentemente era bastante. Actualmente estaba revisando los diferentes méritos de cada tipo de dulce de las máquinas expendedoras.
Jin solo podía asumir que uno de los superpoderes vampíricos menos conocidos era el no tener dolor de estómago por toda la comida chatarra que había consumido. Por su parte, Jin estaba luchando por mantener los ojos abiertos, haciendo todo lo posible para que Jay y él regresaran a casa en una sola pieza. El trabajo había sido más que agotador, y apenas acababa de terminar. Dos de sus pacientes habían entrado en estado crítico esa noche, y él había tenido que ejecutar códigos en ambos casos. Uno había superado el CPR, y el otro...Bueno, el otro no.
Jin sabía, él sabía, que así eran las cosas a veces. Sabía que había un increíble equipo de profesionales de la salud trabajando para mantener a todos con vida, y que aún así, eso no era suficiente. Sin embargo, a pesar de saberlo, lo seguía odiando con cada fibra de su ser. Se sentía como perder. Y él odiaba perder.
Y se alegraba de la compañía de Jay; realmente lo hacía. Estaba especialmente contento de tener una carabina que le permitiera a Jungkook sentirse cómodo con él yendo a trabajar. Pero, a pesar de lo dulce que era el vampiro de cabello oscuro, él no era a quien Jin quería a su lado después de la noche que había tenido.
Jin quería a Jungkook. Quería el toque calmante de su vampiro. Quería su fácil comprensión de las emociones desordenadas en su interior. Incluso quería que le digiera idiota, por esperar ganar todas las batallas contra la muerte en la UCI. Pero Jungkook no estaba con él. Tenía mejores cosas que hacer que ser un niñero, aparentemente.
Jin no estaba seguro de qué había hecho Jungkook exactamente mientras que él estaba en el trabajo. Le había dicho a Jin que no se alimentaría de nadie más, pero... ¿seguramente se sentía inquieto, atrapado en casa con él durante días y días? Tal vez Jungkook necesitaba algo de variedad. Tal vez estaba cuestionándose todo el tiempo que pasaba con un humano aburrido.
O tal vez solo necesitaba un poco de espacio para respirar y pasó el día tejiendo un nuevo atuendo y corriendo con el perro. Tal vez solo estás siendo un desastre increíblemente inseguro y pegajoso, se burló el cerebro de Jin. Suspiró, sus dedos apretando el volante. Estaba portándose increíblemente inseguro. Tal vez podría convencer a su vampiro de volver a sentarse en su regazo para la cena. O... ¿el desayuno? Jin nunca estaba muy seguro de cómo llamar a sus comidas antes de dormir, luego de terminar uno de los turnos nocturnos.
Lo llamara como lo llamara, Jin quería abrazar a Jungkook mientras comía. Ferdy los recibió en la puerta, gimiendo angustiado. Jin le frotó las orejas.
—¿Qué sucede, cachorro?
—Hola, perro —Saludó Jay al lado de Jin, dirigiéndose al cachorro. Aparentemente, no había pasado mucho tiempo con los animales en el pasado, y estaba tratando de descubrir lo que él llamaba "el arte de la etiqueta de las mascotas"
—Están en casa —La voz de Jungkook sonó desde la sala de estar.
Jin entró corriendo, sin importarle si parecía demasiado ansioso, pero se detuvo en seco al ver a su vampiro tirado en el sofá. La ropa de Jungkook estaba hecha un desastre, su cabello rubio estaba desordenado y... todo su rostro estaba cubierto de sangre.
Parecía un puto extra de una película de terror de serie B. Jungkook los saludó con un gesto irónico, sus ojos claros extrañamente vacíos.
—Oh, no se preocupen —Dijo arrastrando las palabras y señalando el desorden—. No es mía. Al menos no en su mayoría.
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SU ALTEZA *JINKOOK*
RandomSegundo libro de la serie vampiros, la historia de Jimin y Yoongi de la adaptación My lovely Boy