Capitulo 12

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JIN

Jin volvió a colocar las pesas en el soporte con un gruñido, se quitó los auriculares y detuvo el podcast médico que había estado escuchando. Jungkook le había echado un vistazo a su teléfono y a la elección de acompañamientos para hacer ejercicio, y lo había declarado como "el ser humano más aburrido del mundo". Sin embargo, no había mordida real en su comentario. Especialmente teniendo en cuenta cómo se había quedado en el garaje, mirando a Jin descaradamente durante la primera media hora de su entrenamiento.

La mirada acalorada en los ojos del vampiro casi había sido suficiente para que Jin dejara de levantar pesas y optara por un método completamente diferente para aumentar su ritmo cardíaco... Sin embargo, realmente necesitaba la descarga de endorfinas de un ejercicio adecuado. El remolino de ansiedad en su estómago se había estado acumulando desde la confesión de Jungkook sobre su pasado. El ex de Jungkook...

La idea de alguien por ahí queriendo lastimarlo. Mierda.

Lo que Jin realmente necesitaba era correr, algo largo y agotador que lo dejara exprimido y exhausto, pero Jungkook no quería que saliera de casa. Estaba más que claro que él no era el único sintiéndose ansioso. Habían estado encerrados en la casa de Jimin durante los últimos días: a Jin le habían dado libre un raro fin de semana completo, y Jungkook lo había convencido de que llamara al trabajo diciendo que hoy estaba enfermo.

Pero hacer novillos en el trabajo no estaba ayudando en lo absoluto a sus nervios, y definitivamente no podía seguir así sin meterse en problemas. No estaba seguro de qué iban a hacer la noche siguiente, cuando tuviera que regresar a trabajar.

Ugh. De verdad necesitaba correr, maldición.

Estaba pensando en hacer otra ronda, cuando sonó el timbre. Jin se limpió rápidamente el exceso de sudor de la frente con una toalla, salió del garaje de regreso a la casa y se dirigió hacia la puerta principal. Fue interceptado por una mancha rubia.

Jungkook estaba en la puerta principal antes de que los ojos de Jin pudieran siquiera ajustarse. El vampiro lo miró por encima del hombro con el ceño fruncido.

—Ve a la cocina.

Jin se rio con incredulidad ante la paranoia de Jungkook.

—Solo es el domicilio de comida —Argumentó.

—A la cocina, Alteza —Jungkook entrecerró sus ojos claros en señal de advertencia.

Jin suspiró, pero obedeció de todos modos. Era raro. Jin siempre había sido el alto y fuerte, más aún después de que comenzó a hacer ejercicio para lidiar con su ansiedad. Así que nunca antes había tenido un compañero que actuara de manera protectora con él. La parte más extraña era lo bien que se sentía. Jin estaba tan acostumbrado a que la gente esperara que él se hiciera cargo, que tomara las riendas de las cosas.

Pensaba que había encontrado satisfacción en ser considerado fuerte y capaz. Pero aquí estaba este pequeño mocoso vampiro, tratando a Jin como si fuera algo precioso. Algo que podía romperse.

Jin no se había sentido cuidado de esta forma desde la muerte de su padre.

Estaba terminando de beber un vaso de agua cuando Jungkook entró en la cocina con las manos llenas de envases de poliestireno con comida para llevar. Era una cantidad ridícula de comida, considerando que uno de ellos ni siquiera necesitaba comer. Pero Jin había aprendido que a Jungkook le encantaban los excesos en todas las cosas, incluso en comida humana innecesaria.

Se dio cuenta de que estaba observándolo fijamente, cuando Jungkook lo miró con cautela.

—¿Por qué estás haciéndome ojitos, alteza?

SU ALTEZA *JINKOOK*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora