Capitulo 21

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JUNGKOOK

—¿Entramos?

Jungkook no respondió. Por primera vez, era él quien los mantenía dentro del auto. Observó la casita amarilla, su hogar durante el último año. Había pensado esa misma mañana que nunca volvería a verlo.

¿Pero de verdad?

Jungkook negó con la cabeza, molesto ante su propia negación. Se había mentido a sí mismo cuando se fue con Hendrick. Se había dicho a sí mismo que estaba resignado a dejar a Jin para siempre, pero había cierta parte de él —esa parte interior, en lo más profundo de su ser—, que sabía que nunca dejaría voluntariamente a su pareja. No por mucho tiempo. Incluso si fuera por el bien de Jin. E incluso, si Jin realmente hubiera decidido que quería una vida humana normal, Jungkook no estaba seguro de ser capaz de sentirse tan desinteresado como para dejarlo ir.

Miró a Jin en el asiento del conductor, se habían llevado el auto de Jin, dejando el vehículo robado de Hendrick en un desastre humeante junto con la cabina. Su compañero lo miraba con el ceño fruncido.

—No soy una buena persona —Dijo Jungkook, no por primera vez. Jin se encogió de hombros con facilidad.

—Yo tampoco estoy seguro de serlo. Jungkook entrecerró los ojos a su compañero.

—Estás terriblemente tranquilo con todo esto. ¿Convertirte en vampiro desapareció el rincón de ansiedad de tu cerebro?

Jin se relajó en su asiento, era la imagen de la despreocupación.

—Es un alivio en algunos aspectos. Dejarme llevar. Dejarlo ir. Tú eres un vampiro. Mi hermano igual. Ahora, yo también lo soy. Somos una gran

familia de monstruos felices. Entonces el mundo es más mágico y confuso de lo que yo creía... ¿y qué?

—No puedo decir si estoy molesto o excitado por ese cambio de actitud. Jin le sonrió. —Conociéndote, seguro sea ambas cosas.

Jungkook frunció el ceño. Ugh. Su compañero se veía jodidamente guapo cuando estaba feliz. Se habían sumergido en el lago después de la aventura en el bosque, tratando de enjuagar el olor a humo y a sexo. Los rizos de Jin se habían secado en un desorden oscuro, sus ojos dorados prácticamente brillaban mientras le sonreía.

Jungkook no pudo evitarlo. Se inclinó para darle un beso. Quería tocar toda esa belleza dorada. Jin se encontró con él a mitad de camino, abriéndose con facilidad y permitiéndole explorar su boca con la lengua y los dientes.

Él tarareó dentro del beso y consideró saltar por encima de la consola central y sentarse sobre el regazo de Jin. Pero su compañero se apartó antes de que pudiera hacerlo, terminando todo demasiado pronto. Dio un beso final a los labios de Jungkook.

—Deberíamos entrar —dijo—. Ya están aquí.

Jungkook suspiró, mirando por la ventanilla del coche. Esa era la otra razón por la que estaba vacilando para entrar a la casa. Había un auto familiar en la entrada.

Jimin y Yoongi estaban en casa. Jungkook resopló.

—Qué molesto. ¿Cómo vamos a explicar todo esto? —Hizo un gesto vago hacia Jin, tratando de abarcar su relación y el cambio en la mortalidad de su antiguo humano—. Se van por tres semanas y ahora eres un vampiro.

Jin se encogió de hombros de nuevo. Si seguía haciendo eso, Jungkook iba a tener que darle una bofetada.

—De todas formas, íbamos a decirles que estábamos juntos. Ahora solo tenemos un pequeño... detalle adicional para agregar.

Resopló de nuevo. —Qué. Malditamente. Relajado.

Jin se rio, depositando otro beso en los labios de Jungkook. —Estoy seguro de que no siempre seré de esa forma. No he tenido un trasplante de personalidad, solo estoy aliviado como el infierno —Ahuecó el rostro de Jungkook entre sus manos—. Estás aquí. Estás ileso. No te perdí. Cualquier otra cosa, podremos manejarlo juntos.

SU ALTEZA *JINKOOK*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora