Capitulo 2

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JUNGKOOK

—Deja de husmear eso —Jungkook apartó la lana del hocico de Ferdy y miró fijamente al cachorro. El pequeño animal seguía creyendo que los suministros para tejer de Jungkook eran una especie de juguete disfrazado para perros. Jungkook casi había terminado con ese top, y si la mascota de Jimin lo arruinaba, Jungkook se vería obligado a cometer un asesinato perruno, lo que haría que Jimin se enojara con él y que finalmente Yoongi lo asesinara por molestar a su pareja; y todo sería un completo desastre.

Consideró mostrarle los colmillos como disuasión adicional, pero ya había aprendido que el cachorro se sentía poco perturbado cuando cualquiera de ellos tomaba su forma real de vampiro frente a él.

Resultaba que los humanos eran mucho más fáciles de intimidar que los perros.

—Fuera —Jungkook hizo un gesto con la mano libre—. Ve a buscar a tu papi.

—¿Dices que soy el papi del pulgoso? —Jungkook miró hacia arriba para ver a Yoongi apoyado contra la puerta, luciendo demasiado divertido con la escena frente a él para su gusto.

—No —respondió Jungkook, entrecerrando los ojos hacia su viejo amigo—. Mimi es el papi, tu eres el padre. Mucho más adecuado para tu avanzada edad —Sonrió ampliamente ante la mirada molesta en el rostro de Yoongi.

—Tú eres mayor que yo —Yoongi argumentó.

—Sí, pero me veo más joven y eso es lo que cuenta.

—Que ridículo —suspiró Yoongi con su expresión tensa, una visión un tanto familiar en lo que respectaba a Jungkook.

—¿Ustedes dos se irán pronto? —Preguntó alegremente, ignorando el disgusto de su amigo. Yoongi lo superaría en dos segundos. Estaba habituado a las costumbres de Jungkook.

—Una vez que Jimin regrese de la casa de cuidados —Respondió Yoongi, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones. Jungkook miró al atuendo del otro vampiro con escepticismo. ¿Por qué alguien querría usar un traje en un viaje de un día entero en avión? Eso era una incógnita.

Se encogió de hombros internamente. Cada quién con lo suyo.

—Sí, bueno, diviértete. Tráeme muchos recuerdos. Quiero algo bonito. O delicioso. Aceptaré cualquiera de los dos. O ambos.

Yoongi tarareó sin comprometerse, observando a Jungkook con una mirada extrañamente intensa. A Jungkook le comenzó a picar la piel.

—Tres semanas de mi compañero para mí solo —Yoongi finalmente dijo después de otro largo minuto de observarlo.

Jungkook tarareó, haciendo ruido con las agujas de ganchillo. No estaba del todo seguro de si las palabras de Yoongi pretendían ser una declaración directa. Jungkook había estado viviendo en la misma casa que esos dos tortolitos durante más de un año. Había hecho todo lo posible por mantenerse fuera del camino de ambos, y ninguno de los dos había dado ninguna indicación de que querían que se fuera; pero, tal vez Yoongi estaba tratando de abrirse pasa casualmente a través de un desalojo verbal.

—Está bien... —Dijo arrastrando las palabras cuando Yoongi no dio más detalles—. ¿Estás a punto de empezar a contarme tus sueños húmedos de luna de miel? Porque preferiría que no lo hicieras. Sin ofender.

Jungkook ya había oído suficiente de esos dos como para que le durara un millón de vidas.

Yoongi negó con la cabeza. —Estaría muy... molesto... si la falta de control en las cosas en casa, distrajeran a Jimin de nuestra luna de miel —Dijo, su voz permaneciendo engañosamente suave—. Quiero toda su... atención.

SU ALTEZA *JINKOOK*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora