Capitulo 20

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JIN

Jin había conducido rápido, más rápido que nunca en su vida, sintiendo ese tirón hacia su persona guiándolo, dirigiéndolo. Había estado listo para pelear. Para rasgar piel y romper huesos. Para usar la nueva fuerza que podía sentir corriendo por sus venas. Y entonces estaba allí. En una extraña cabaña de aspecto abandonado con humo saliendo de la chimenea. Podía oler a su pareja incluso por encima del hedor a carne quemada. Y allí estaba Jungkook, con la ropa salpicada de sangre y la piel manchada de hollín, habiendo ya librado su propia batalla. No estando en ningún problema en absoluto.

A pesar de todas las ganas de correr hacia él, Jin se encontró repentinamente... nervioso. Jungkook acababa de pasar por un calvario. Había sido recapturado por la misma persona que lo había torturado en varias ocasiones por siglos enteros. Y Jin no había sido de ninguna ayuda. Había sido utilizado como cebo, de hecho. Y ahora estaba aquí demasiado tarde como para hacer algo más que ayudar a limpiar el desastre.

Jungkook lo miró de manera extraña, sus ojos inusualmente apagados, aferrándose a lo que parecía ser una lata de gasolina oxidada.

—Estás inquieto —dijo, después de un largo silencio—. Puedo sentirlo.

¿Estás nervioso de estar unido a un asesino?

—¿Qué? No —Jin dio un paso adelante. Hizo una pausa. La nueva presencia dentro de él estaba inquieta, insegura. Quería a su compañero donde pudieran sentirlo, tocarlo. Pero Jin no estaba seguro de que Jungkook deseara eso—. Lo habría matado por ti —ofreció Jin sin convicción.

Jungkook arqueó una ceja rubia hacia él. —¿Molesto porque lo hice yo mismo?

La pareja de Jin se sentía espinosa. A la defensiva. Jin podía oírlo en sus palabras y también... sentirlo. Una corriente de emociones que iba de Jungkook hacia Jin. Era difícil distinguirlo todo, Jin apenas estaba acostumbrado a etiquetar sus propias emociones, y mucho menos las de otra persona, pero luego surgieron pequeños fragmentos a la claridad.

Culpa. Aprehensión. Esperanza.

Jin luchó por encontrar las palabras, peleando con su preocupación muy humana y sus nuevos instintos menos que humanos.

—No, yo no... yo no... —Se detuvo, incapaz de terminar la frase. Descubrió que sólo tenía una cosa que preguntar—. ¿Puedo sostenerte?

El rostro de Jungkook se suavizó, casi imperceptiblemente, mientras que asentía y dejaba la lata de gasolina en el suelo. Jin prácticamente corrió hacia adelante, envolviendo a Jungkook entre sus brazos y metiendo la cabeza del vampiro debajo de su barbilla.

Mierda. Así estaba mucho mejor.

Deberían simplemente... estar tocándose todo el tiempo. Los nudos en el estómago de Jin se desataron solos. La bestia dentro de él se asentó.

Respiró profundamente e inhaló el olor limpio y frío de Jungkook.

Jungkook se mostró rígido al principio, inflexible. Pero lentamente la tensión en su cuerpo se alivianó. Después de un largo momento sin hablar, toda la atención de Jin estaba en la sensación de ese cuerpo pequeño y cálido entre sus brazos. Jungkook se rio, un sonido familiar y encantador.

—A ti, uh, realmente te gusta tocarme, ¿no es así, Alteza? Puedo sentirlo.

—¿Qué? —preguntó Jin, confundido. No estaba duro

Había estado demasiado nervioso para sentir algo más que alivio por tener a Jungkook en sus brazos otra vez. Jungkook volvió a soltar una risita.

Adorable.

SU ALTEZA *JINKOOK*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora