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Le agradezco al Uber después de pagarle y bajo del vehículo bostezando

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Le agradezco al Uber después de pagarle y bajo del vehículo bostezando. Tengo tanto sueño que mis ojos se cierran y pienso en cuánto me arrepiento de haber aceptado venir.

Me acomodo la falda del trabajo como puedo mientras camino hacia la entrada de la mansión del amigo de mi novio, y trato de que el crop top que tengo puesto no parezca que fue colocado a las apuradas en el baño del bar.

Vuelvo a bostezar. Me abrazo a mí misma para darme el mayor calor posible —no he traído ni un fucking sweater con el que cubrirme— y trato de esquivar a todas las personas que bailan y beben en el patio delantero de este lugar. Algunos me miran como si fuera un bicho raro. Es evidente que notan que no pertenezco aquí. No es difícil darse cuenta de que mis prendas son de segunda mano y que lucen hasta desaliñadas en comparación con los outfits de marcas carísimas que tienen todos.

Me esfuerzo por no sentirme intimidada y cruzo la puerta abierta de la casa de Liam. Chequeo mi teléfono impaciente, esperando ver una respuesta de Sebastian a mi último mensaje. Bueno, mejor dicho, a mis últimos seis mensajes.

Ni siquiera los ha visto y ya ha pasado como una hora

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Ni siquiera los ha visto y ya ha pasado como una hora. Estoy nerviosa. De repente me dan ganas de dar media vuelta, ir a mi departamento y finalmente descansar después de un día jodidamente agotador.

No sé dónde está Sebastian, no conozco a ninguna de las personas que están aquí y me siento como sapo de otro pozo. Trago saliva con dificultad, me adentro a la ruidosa sala y me pongo de puntitas para tratar de divisar a mi novio. Bufo cuando no consigo ver nada más que caras desconocidas.

Llamo a Sebastian. El teléfono suena y suena. No obtengo respuesta.

¿Dónde se metió? ¿Qué está haciendo? ¿Por qué no me contesta?

La única razón por la que vine aquí es para demostrarle que aún quiero que hagamos cosas juntos y que me interesa ser parte de su grupo de amigos.

Aunque también es porque siento que estoy en falta con él.

La culpa ha estado consumiéndome igual o más que antes.

Sobre todo, porque sabía que esta noche vería a Rhett.

Cruzar la línea [¡YA EN FÍSICO!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora