Cruzar la línea [¡YA EN FÍSICO!]

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Han subido al campus virtual las notas de un examen que rendí hace dos semanas. Estoy buscando mi nombre en la lista para saber cómo me ha ido, rogando haber aprobado aunque sea con la nota más baja.

Si desapruebo este examen, no podré dar el recuperatorio y tendré que recursar la materia.

No estudié tanto como debí haberlo hecho, pero creo que mis conocimientos eran suficientes como para, al menos, aprobar.

Coleman, Coleman...

Coleman.

F.

Puta madre.

—Mierda.

Bajo la pantalla de la MacBook y me restriego el rostro, tirándome hacia atrás en el sofá.

Recurso.

Recurso esta jodida materia.

Me quedo unos minutos con los ojos cerrados y las manos encima del rostro, maldiciéndome a mí mismo y tratando de asimilar que he fallado. De nuevo.

Me he fallado a mí pero, sobre todo, a mis padres.

No puedo decirles aún cuán mal me ha ido este cuatrimestre y cuán complicado estoy para recibirme este año como ellos quieren. Porque no puedo. Porque no soy inteligente. La mente jamás ha sido mi fuerte y solo sirvo por mi talento deportivo.

A veces pienso que no sería nada sin el handball.

¿Qué hubiera sucedido si no volvía a jugar nunca más? ¿Si la fractura-luxación jodía toda mi carrera deportiva?

¿Qué hubiera hecho de mi vida?

¿Cómo habría hecho para no sentirme un puto inútil?

Suelto un suspiro profundo, me levanto del sofá y dejo la Mac nuevamente en la mesada. Me rasco la nuca y me trueno el cuello, sintiendo la presión no ceder y la angustia acumulada en la garganta.

He quedado con Becca en media hora y lo último que quiero es que me vea así. Porque no parezco yo. Porque ella no tiene por qué aguantar mi puto drama académico por ser un estudiante mediocre.

Parece que la invoco cuando la pienso, porque me llega un mensaje suyo.