Anyone; hailey & justin bieber

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CHARLOTTE HARRISON 

       HACE MEDIA hora que la televisión de la habitación en la que me hospedo en Madrid reproducía sin cesar los capítulos de Bluey. Los miraba desde la cama, cubierta de mantas, con un pequeño Bieber en brazos que no hacía más que dormir desde que llegamos al país y agarrar mis dedos con fuerza entre sus sueños. Usaba un pijama azul que le compré antes del viaje para que estuviera combinado con el mío, todavía recuerdo la carcajada de su madre cuando entró a la habitación y nos vio vestidos así, después de tomarnos millones de fotos y seguro enviárselas a Justin salió dejándome sola con Jack con la promesa que estaría aquí para ayudarme a prepararme para el concierto esta noche. 

Ayer en la noche llegué a España después de muchas horas de vuelo y un retraso por algunos problemas con los episodios grabados del programa. Hailey me recibió en el aeropuerto con un cartel donde escribía mi nombre en letras rosadas lo suficientemente grandes y con mucho brillos, y me trajo al hotel. Hoy me levantó lo mas temprano que podía y me obligo a recorrer con ella cada rincón de la ciudad hasta terminar en un taller de tejidos donde aprendimos bastante rápido a tejer bufandas.

Paré el capitulo, el niño removiéndose incomodo en mis brazos de repente, su llanto no tardó mucho en llegar, sus ojos ámbar llenos de lagrimas, movía su cabecita de un lado a otro buscando a algo y entendí que era a uno de sus padre, o eso creo — No, precioso, no llores que yo lloro — dije buscando con la vista cualquier opción para detener su llanto antes de tener que tomar la decisión de llamar a Hailey. Lo acuné bien asegurándome de que estuviera bien cubierto y salí al balcón del cuarto, le fui señalando las personas y los carros en la calle asegurándome de que su rostro no fuera visible por si algún paparazzi estuviera cerca— mira eso, Jackie, es azul como tu pijama— pique su barriga con mi dedo sacándole una pequeña risa, poco a poco lo fui distrayendo con todo lo que encontré afuera, niños jugando, motos, arboles y animales. Balanceaba mi cuerpo de un lado a otro suavemente queriendo que volviera a dormir sabiendo que el nuevo horario de España lo había afectado y ahora eso le pasaba factura.

Me quedé un rato en el balcón después de que el llanto de Jack cesara y lograra recuperar su sueño. Lo miré dormido en mis brazos, sus pequeñas pestañas y sus dedos regordetes, peiné con mis dedos su cabello suave y del mismo color de su padre. Seguí meciéndolo deleitándome con los gestos que hacía al dormir, la forma que fruncía su boca o buscaba mis dedos para apretar. Por un segundo me imaginé siendo madre y poder vivir esto diariamente. Unos brazos se envolvieron a mi alrededor, el aroma de su perfume me calmaron al instante del ataque al que mi corazón se estaba sometiendo.

— Tú serías una excelente madre — asentí a sus palabras aunque más bien no les presté la suficiente atención — no tengo dudas de eso — acercó su mano a la mejilla de su hijo dejando leves caricias — es tiempo de ir preparándonos para el concierto — dijo dejando un beso en mi mejilla y entrando a la habitación.

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12 de febrero, 2025

      La adrenalina que sentía en mi cuerpo era por mucho inexplicable, había estado en muchos conciertos anteriormente pero por primera vez me sentía parte de uno. Saltaba y bailaba en cada canción, las canciones en ningún momento fueron cantadas sino gritadas que hasta en casa de Harry se escuchaban, no me importó estar muriéndome de calor y que la camiseta con el logo de la gira en ella se mojara con mi sudor. Los gritos de las fans sobrepasaban el elevado volumen de las bocinas. Muchas de las chicas llevaban cartel de muchos colores con recortes de la cara de Justin, otros en lo que sale con Hailey o con textos bastante graciosos o de agradecimiento. Era lindo ver a todas esas personas que esperaron años para por fin verlo y que hoy llorar al tenerlo delante aunque fuera metros de distancia y un mar de personas en medio. Adolescente acompañadas de sus madres o padres, incluso adultas que es su juventud nunca vivieron esta experiencia y que hoy demuestran que Justin Bieber nunca fue una etapa. Las tres grandes pantallas detrás del escenario mostraban al cantante desde diferentes ángulos y en cada uno de ellos luciendo igual de hermoso. La sonrisa al ver a todas las personas corear sus canciones y él cantando sin la necesidad de que los músicos tocaran al tener al publico respaldándolo cada segundo. 

— Antes de la canción que viene ahora quiero contarles una pequeña historia — Hailey me abrazó por detrás sus manos uniéndose en mi vientre, su cabeza apoyada en mi hombro. Tenía entendido que sería la ultima canción antes de acabar el show pero me sorprendí al ver a todos los músicos abandonar el escenario dejándolo solo. Justin se sentó en el borde del escenario volviendo locas a las fans cerca que gritaron con fuerza por él — hace una semana atrás si no me equivoco, mi esposa y yo — lo gritos del publico aumentaron con la mención de la castaña a mis espaldas y pude sentirla sonreír ante eso — si lo sé, yo también me pongo así con ella — bromeó y todos soltamos una carcajada — como decía, estuvimos junto a una persona especial para nosotros en la playa, resulta que por mi culpa no pudo ver el amanecer que tanto quería y le prometí que en un futuro arreglaría mi error — giré a ver a Hailey, una sonrisa cómplice en su rostro.

— ¿Qué está pasando? — pregunté, ella solo me hizo volver a mi posición inicial. Un reloj digital se transmitió a través de la pantalla más grande el fondo el negro, una cuenta regresiva de 10 segundos comenzó, el publico a nuestro alrededor comenzó a seguirla. Mi corazón temblaba con cada numero restado.

Los ojos del castaño se posaron en mi enseguida la cuenta terminó, todas las luces del lugar ahora de color violeta mismo de mis flores favoritas, las pantallas mostraban el amanecer visto desde una playa, los colores que el cielo fue tomando era hermoso, se sentía como si estuviera yo en el lugar, incluso el sonido de las olas chocando contra la orilla fue reproducido — resulta que ese día después de dejarla en casa junto a Hails, volví a la playa y grabé cada segundo de aquel amanecer para hoy poder enseñárselo — señaló con su brazo mi lugar, muchas de las miradas cayendo en nosotras — la persona que ha hecho que yo vuelva a pisar un escenario y que hoy pueda estar frente a ustedes. Muchas felicidades, Char, te amamos — un hombre entró al escenario con una guitarra en mano, se la entregó al cantante antes de volver a salir — ella tiene una canción favorita ¿no es así? — asentí, pero él ya la había cantado minutos atrás junto a las demás del disco Justice por lo que no creí que fuera esa — pero no es mía, eso me rompió el corazón — comenzó a tocar los acordes de una canción que conocí bastante bien por la cantidad de veces que la he repetido — tuve que pedir permiso para poder cantarla aquí pero todo por ella — dijo, todo fue un silencio hasta que la voz de él sonó con el primer verso de la canción

 — I got a heart And I got a soul Believe me I will use them both We made a start Be it a false one, I know Baby, I don't want to feel alone — ahí estaba, 18 de One Direction, misma canción que obliga día y noche a Harry a cantarme y que al final de todo siempre desee que me la dedicaran y hora mi sueño era una realidad y la más hermosa de todas. Las voces de las personas se coordinaron formando un coro — So kiss me where I lay down My hands pressed to your cheeks A long way from the playground.

 Podía sentir las lagrimas caer de mis ojos y las dejé ser, yo disfrutando del mejor regalo de cumpleaños. Hailey susurraba cada palabra en mi oído dándole su toque, sus caricias dejadas en mis brazos — I have loved you since we were 18 Long before we both thought the same thing To be loved and to be in love All I could do is say that these arms were made for holding youI wanna love like you made me feel when we were 18 — cantó pero sonando más como una confección aprovechando la letra de la canción — solo deseo tener 18 para decir que te amo, Char — me giró, sus ojos conectando con los míos, un escalofrío subiendo por mi columna de repente — ya no tengo 18, sino 28, 10 años después te lo digo, te amo y no solo yo — agarró mi rostro con ambas manos y me hizo mirar al hombre con la guitarra en el escenario que no separaba su atención de nosotras y nuestra interacción en el palco — Justin y Hailey Bieber te aman y no como una amiga.

੭੭ ꒰Ustedes nos tienen idea de lo mucho que estoy amando escribir este libro, saco lo mejor de mi corazoncito de melocotón. Y ni siquiera vamos por la mitad, pero ya se acerca la cosa buenaaaaaa.Yo quisiera ser Charlotte y los Biebers me dediquen canciones.
85⭐ y 10💬 para desbloquear capitulo del próximo viernes.