Anyone; hailey & justin bieber

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'🐩'

CHARLOTTE HARRISON 

                          DABA VUELTAS por toda la habitación sin parar, mis manos halando mi cabello corto tratando que de alguna manera eso ayudara a que se me ocurriera una manera de regresar horas antes cuando me permití hacer todas esas cosas con los Biebers.  El despertar en la habitación de ellos, compartiendo la misma cama completamente desnuda y todavía teniendo el miembro de Justin dentro de mi no fue la manera que imaginé empezar mi cumpleaños. Salí lo más rápido del cuarto usando una camisa de Justin para cubrir  mi cuerpo. Llevo más de media hora dando vueltas y todavía no aparece una buena idea, la vía mas confiable es comprar un boleto de avión y huir al lugar más escondido del mundo o meter mi cabeza en la tierra y no sacarla nunca. Mi pulso se detuvo, mi corazón no bombeando más sangre al escuchar los toques a la puerta, la idea de que fuera el matrimonio me heló la sangre. Con las piernas temblando me acerqué a la puerta y la abrí. El cabello rubio de mi amiga siendo lo primero que pude distinguir al lo demás estar cubierto por un inmenso ramo de rosas rojas, agarraba dos globos con su otra mano, uno que decía' Happy Birthday' y el otro tenía forma de corazón.

—Tengo una entrega que hacerle a la señorita Charlotte Harrison — agudizó su voz lo más que pudo haciéndome reír aleando todas las preocupaciones que llenaban mi mente en este momento. Me tendió el ramo de flores y lo acepté teniendo el paso libre para abrazarla — ¡Feliz cumpleaños, Lotte! — expresó todavía en el abrazo. Agarre su mano y la hice entrar asegurándome antes de cerrar la puerta que no hubiera presente de los Biebers por el pasillo.

Entré a la habitación, mi amiga dejando los globos atados a un sillón para que no salieran volando por el balcón, ella esperándome sentada en la cama con las piernas cruzadas. Antes de todo puse las flores sobre una mesa y me acerqué a Romee

— Por tu cara no sé si la noche terminó — levantó su pulgar, una sonrisa amplia en sus labios — o terminó — el pulgar estaba hacia bajo y una mueca de tristeza en su rostro.

— Tuvimos sexo — solté, no pudiendo aguantar más sin decírselo. Si Romee no llegara a estar sentada se cae de culo al piso, su boca abierta dejando que cualquier mosca pudiera entrar — anoche fuimos a cenar y terminamos teniendo sexo, no sé que hacer.

— Primero — alzó su dedo y prosiguió a soltar un grito acabando con mis oídos. Antes de continuar hablando se peinó un poco su cabello usando solo sus dedos — Segundo, ahora mismo coges tu laptop y llamas al británico. Mientras yo veré si el servicio de habitación tiene palomitas de maíz y vino.

Alcé las cejas en su dirección, me fijé en el reloj al lado de la cama, sobre la mesa de noche — Son las diez de la mañana, Romee, no puedes beber vino a esta hora — ella solo me miró de arriba abajo, ignorándome después y tomar el teléfono de la habitación en la otra mesa de noche para hacer la llamada.

Fui hasta la mesa con las flores, mi laptop quedando al lado de ellas, volví a sentarme en la cama. En menos de cinco minutos la imagen pixelada de Harry apareció en toda la pantalla, tenía puestos sus audífonos grises. Detrás de mi apreció la rubia saludando al cantante.

— Para la próxima avisa que haremos una visita sorpresa para yo también aparecer — Harry le dijo a Romee en modo de reproche, ella solo se encogió de hombros tomando asiento a mi lado.

— No eres tan importante aquí — mi amiga dijo quitando la vista de la imagen de Harry. Con ellos siempre comportándose de esta manera es inevitable no sentirme como niña en medio de sus padres divorciados — Solo te llamamos porque aquí — me señaló — tiene algo que contarnos, por lo menos a ti — el británico esperó que yo hablara.