red velvet // jinx (+21)

14.

A Dan le pesan los ojos al ver el destello blanco del techo. Está desorientado y tiene un tambor golpeando su cabeza. Frunce el ceño disgustado cuando a todo eso se le suma el frío, a pesar de estar en la cama de la enfermería.

Poco a poco comienza a recobrar la lucidez y los recuerdos comienzan a agolparse en el fondo de su inconsciente, rememorando lo lamentable y desastrosa que es su vida en este instante.

Joo Jaekyung lo había empujado a la fría piscina de la escuela, y luego...

Y luego estaba aquí. ¿Será que ese malnacido se había tomado el trabajo de cargarlo para traerlo hasta este lugar?

No, si lo había mandado al fondo del agua con este clima glacial, era porque quería matarlo. ¿Por qué ayudar a alguien que quieres muerto?

-Hasta que por fin despiertas.

Se altera al escuchar la voz indeseada de Jaekyung, que está sentado a su lado.

Bueno, ¿qué se podía esperar de este maníaco?

-Tus amorcitos acaban de irse. Para tu información, fue un dolor de cabeza lidiar con ellos. -Jaekyung se cruza de brazos, con una mirada agria y el ceño fruncido como si tuviera migraña todo el día -. No sé cómo no te despertaste. Primero comenzaron a interrogarme sobre qué había pasado, por qué estaba contigo y por qué terminaste aquí. Intenté explicarles, pero estaban alterados. Les dije que dejaran descansar a los enfermos, pero luego me amenazaron y me dijeron hasta de lo que me iba a morir. Incluso la enfermera tuvo que echarlos. Son bastante tozudos.

Al oírle hablar de ellos, Dan se escandaliza y se endereza de golpe, mareándose en el proceso.

-¿Les dijiste algo de... -Dan no puede articular la frase completa. Sus mejillas vuelven a colorearse con ese lindo arrebol rojo, haciendo que la palidez de su rostro se disipara un poco. Hasta ahora, sus amigos no sabían de los encuentros que tenía con este tipo. Siquiera su abuela estaba enterada -, lo que pasó estos días?

Jaekyung estaba observándole desde una esquina, así que se acerca hasta la cama. Dan se siente como dentro de un interrogatorio. Sabe que tiene muchas preguntas, pero esos ojos macabros le recorren entero como encerrándole en una jaula, vigilando cada movimiento y reacción para no descuidarlo.

-Si te refieres al sexo, no. Tus amigos no saben que estamos follando. -Jaekyung se detiene para dedicarle una mirada llena de reproche, como si estuviera ofendido, o una mierda similar -. De todas formas, es gracioso que eso sea lo primero que te preocupe apenas despiertas.

Dan traga grueso, contando hasta cien para no sacarse un clip del bolsillo mágicamente y repetir lo que iba a hacer con este criminal antes de que casi lo enviara a mejor vida.

Bueno, no es que lo hubiera hecho, de todas formas. Él no es un asesino, por mucho que Jaekyung se lo mereciera, no estaban en la misma bolsa, y Dan solo quería defenderse, pero este fue el resultado.

-Es gracioso que lo primero que me digas apenas me despierto tenga que ver con... eso, a pesar de que tú fuiste quien intentó acabar con mi vida. -declara Dan con dificultad, devolviéndole sus palabras. El simple acto de hablar hace que la garganta se le tense.

-¡Carajo, que no era mi intención! -Le recrimina, alzando la voz y con la mandíbula tan rígida que parecía afilarse peligrosamente, como una guillotina.

Iban a seguir discutiendo, hasta que una de las enfermeras que estuvo cuidando a Dan entró al cuarto, con una humeante y caliente taza de té para que el chico no tuviera el cuerpo congelado.

Pero al ver la situación tan tensa, le parece que algo no cuadra. El aire está cargado de pesadez, y de repente, ya no le cae tan bien ese tal Joo Jaekyung. Todos los profesores hablaban de lo rebelde y soberbio que era, y el rumor se había extendido hasta llegar al personal restante del instituto.