A mi merced [Rubegetta]

09 | Destellos

Capitulo 09: Unos amargos destellos 

__ ¿Mi amor? __la voz débil de una mujer de cabellera oscura llamando a su hijo, buscando por rincones de la casa hasta dar en el comedor con el susodicho, quien estaba con la cabeza baja y un vaso de jugo en mano__ Hijo, ¿porque sigues aquí?, tienes que ir a la escuela.

El joven chico de cabello negro y ojos lilas con anteojos miraron a su madre, no pudo evitar notar la gran flaqueza en su cuerpo de su madre, eso le destruía cada vez que lo notaba.

__ Eh, no me siento muy bien.

__ ¿Qué pasa cielo?, no me digas que te enfermaste por la lluvia.

__ N-no lo se, pero no me siento bien.

Su madre se acerco con el, se puso a su altura tocando su frente en búsqueda de fiebre pero no fue así.

__ ¿Seguro que estas enfermo?, ¿te duele algo?

Vegetta realmente no se sentía mal en enfermedad, pero si mentalmente, era un agobio el que sufría en ese entonces que no podía más con el. Se limitaba a mirar sin expresiones a su madre, quien no dejaba de preocuparse por su único hijo.

Pone una mano en su mejilla.

__ ¿Qué pasa cariño?, dime sabes que puedes hacerlo.

Vegetta quería romperse en llanto con ella, pero no podía preocupar la más, no podía hacerle eso, su madre estaba delicada y con mucho esfuerzo se levantaba y con otro más continuaba trabajando, como para decirle que su hijo era brutalmente tratado en la escuela.

No podía darle esa angustia, simplemente no podía.

__ Es un malestar del estomago, no estoy seguro si me hizo daño o no la cena de anoche.

Su madre suspiro.

__ Lo se amor, a mi tampoco me callo muy bien, no me fije que la comida no estaba muy buena pero... __hizo una pequeña pausa__ a veces me cuesta mirar __ríe.

Vegetta frunce un poco el ceño preocupado por su madre.

__ Tal vez tenga algo para el dolor de estomago, ¿quieres que te lo de?

__ No mamá, no __dijo rápidamente__ se me esta pasando un poco, tal vez se me quite con el tiempo __le medio sonríe__ me iré a la escuela.

__ ¿Seguro?, no quiero que te sientas obligado.

__ Tranquilo mamá, no pasa nada malo.

Su madre dudo pero luego le sonríe, le deposita un beso en la frente.

__ Esta bien corazón, cualquier cosa no dude en llamarme a mi o ha tu padre.

__ Si, mamá.

Se despidió de su madre y con mucho nervios salio de ahí, directamente a la escuela. Era tan constante el que mirara a todos lados para verificar que nadie se le acercara, el miedo era constante y eso era evidente.

El cielo se estaba nublando pero no llovía lo cual no le gustaba, a veces la lluvia podía ser una salvación de suspensión de clases o que no todos fueran.

El camino que recorría para llegar hasta la escuela, debía pasar por un basurero de la ciudad, donde a simple vista se podía notar las montañas de basura donde más tarde serían trituradas, no tenía buenos recuerdos del lugar, le daba pánico pasar por ahí.

Una vez termino encerrado en ese lugar después de clases, cuando Rubius y los demás lo acorralaron y lo lanzaron por la cerca y dejaron ahí toda la noche, no había nadie quien lo pudiera sacar hasta el día siguiente.