La Suerte de Nathan

Capítulo 9: ¡Todos a bordo! Parte 1

Nate suspiró mientras se sentaba en la cama, mirando fijamente el pie de la cama donde Jibanyan solía dormir; solo había pasado un día, pero el joven ya extrañaba a su molesto compañero felino...

//Recuerdo de Nate//

Mientras esperaba la llegada de sus padres, Nate miró al yo-kai felino, que acababa de tomar una decisión sobre sus futuras condiciones de vida...

—Bueno, tuvimos una buena racha, Nyate —dijo Jibanyan, sonriendo al chico humano, dándole un toque de chico—. ¡No seas un extraño, pero tampoco me llames para lo que sea!

—Intentaré recordar eso —Nate soltó una risita y una sonrisa melancólica mientras miraba al nekomata que había vivido con él durante lo que parecía una eternidad en ese momento.

—¡Puedes visitarnos cuando quieras, Nate! ¡Siempre serás bienvenido! —Amy sonrió alegremente; sus mejillas se tiñeron de rosa mientras miraba al chico.

El ojo de Jibanyan se movió un poco ante el enamoramiento de su dueño, pero decidió no decir nada al respecto o arruinar el momento...

—Gracias por todo, Nate, por reunirme con Rudy, por contarme sobre los yo-kai, todo... —Amy se inclinó hacia el chico reclinado, preparándose para darle otro beso en la mejilla.

—¡Muy bien! ¡BASTA DE ESO! —gritó Jibanyan de repente, alejando a su dueño del chico que usaba el reloj Yo-kai.

//Fin del recuerdo de Nate//

Un pequeño rubor apareció en el rostro de Nate al recordar el evidente enamoramiento de Amy por él, junto con toda la tontería de que él tenía un "harén" últimamente... rápidamente dejó esos pensamientos a un lado.

Estaba feliz por Jibanyan, por supuesto, se había reunido con alguien muy especial para él, pero aún así no podía evitar extrañarlo...

Nate movió un poco el brazo, feliz de que la mayor parte del dolor se hubiera desvanecido; sus padres lo habían llevado a un médico poco después de recogerlo de la casa de Amy, y resultó que, a pesar de la evaluación inicial de Amy (aunque ella enfatizó que no era médica), el accidente en realidad no le había torcido nada, por suerte para él, ya que según el médico; un esguince real tanto en el brazo como en la pierna podría dejarlo postrado en cama durante una semana o más...