|POV Thelonious|
—Eres mío—tan tuyo, siempre de tu pertenencia, como siempre debió ser.
Gime sobre tu oído, tu intromisión en su interior lo hace sumergirse en un vaivén de constantes y feroces penetraciones.
Su interior te somete. Se siente tan bien.
Pero nada parece ser suficiente para ti. Quieres más, deseas más. Y el que él no corresponda tu frenético deseo no afectaba en lo más mínimo tu libido.
Tu obsesión por él estaba completamente al borde del límite. El tenerlo era todo lo que importaba para ti.
Sus labios no se mueven al compás de los tuyos, pero tu lengua hábil y hambrienta lo ataca de igual manera, violando su boca a tu antojo. Su sabor era exquisito. Sublime.
La piel blanca de su cuello es atacada por tus labios. Lo besas una y otra vez, hasta que la posición actual ya no te es suficiente. Sus piernas quedan sobre tus hombros y ahora que su agüero está más expuesto que antes, es nuevamente penetrado, observando como su sexo comienza a erguirse por lo constante de tus penetraciones, dando justo con su próstata.
Sujetas con firmeza su rostro sin detener las voraces estocadas.
—Mírame—ordenas al borde del colapso—mira cuán vulnerable eres ante el placer.
Te aborrece. Te odia. Se corre sobre su abdomen asqueado de lo básico que es cómo todo ser humano.
Continúas besándolo sin salir de su interior, añorando con demencia ser correspondido al menos una vez, pero su hipocresía era algo que ni con todo tu dinero podrías comprar.
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Dominación consensuada -Tyrus-
Hayran KurguPorque hay obsesiones que simplemente se llevan al límite y más allá, ¿Cierto?