¿QUE HUBIERA PASADO SI...?

CAPITULO 14

Sarocha Chankimha

- ¿Pensando en la inmortalidad del cangrejo? -me pregunta Yuki y me entrega una copa de vino tinto antes de mirar en la misma dirección que estoy mirando.

-Así que te gusta, Patricia. - Me río sin una pizca de humor.

-No-respondo. Es solo una buena amiga.

-Discúlpame que difiera -insiste Yuki y mira a Manaow que está en video llamada con nosotras aprovechando la pausa de su entrenamiento.

- ¿Sabías que le envió ciento cincuenta ramos de diferentes tulipanes? Y cada uno tenía una nota de agradecimiento escrita por ella.

Incluso aunque no observo la reacción de Manaow, puedo imaginar la forma que abre los ojos y la sonrisa en su cara.

-¡Sarocha! Eso es increíble. Patricia me agrada, pero, lo extraño no es que enviaras algo, es el hecho de que tú misma escribiste las notas. Tú, que le pides todo a tu asistente. Lo cual está bien, si yo tuviera un asistente haría lo mismo.

Elijo ignorarlas.

-No me gusta -repito-. Me agrada, más que ustedes en este momento.

-Te gusta Patricia o al menos hay algo en ella que te atrae. De lo contrario no la estarías mirando de la misma manera que ves los rompecabezas, y a ti te encantan los rompecabezas.

Pongo los ojos en blanco.

Bueno, tal vez Yuki tenga razón, aunque no es algo que vaya admitir en voz alta.

Es solo que cada vez que veo a Patricia pienso en el sol de la mañana: cálido, pero lleno de incertidumbre. Aún falta mucho para que el día finalice y no sabemos si el sol estará ahí hasta que llegue el momento del atardecer o será cubierto por nubes convirtiéndose solo en otro sol cubierto por un cielo gris antes de una tormenta.

No sabemos qué será de ese sol de la mañana y solo nos queda esperar.

-No me gusta. Pero sabes, tal vez deberías presentarle a alguien. Consíguele una cita y apártala de tu camino.

- ¿Y a quién le podría presentar? Mi lista de amigos se reduce a Irin.

Me encojo de hombros.

- ¿No está Spencer el hermano de Amanda soltero? Él es lindo y creo que se llevarían bien-sugiero.

-Mírate, Sarocha. Buscándole una cita a la chica que te gusta.

Comparto una mirada con mi hermana y ella me sonríe, no es una sonrisa feliz, es solo una sonrisa de esas que se forman de forma involuntaria, pero de todas formas yo le devuelvo una similar.

- ¿Viste que Nam está siendo distante con Heng?

- ¿Por qué?

Yuki mira a nuestra hermana y tararea una afirmación

-Son crónicas de una muerte anunciada.

- ¿Por qué lo dices? Nadie me cuenta nada -se queja Manaow.

Los veo. Heng está con su guitarra cantando una música que, según él, le recuerda a mi hermana.

Hay algo agradable en ver a Nam bajar las barreras con alguien que no sean sus hermanas.

-Nam está empezando a odiar que las revistas la llamen la novia de Heng. Ha luchado tanto por hacerse un nombre fuera del apellido Chankimha y, ¿Qué todo ese esfuerzo se pierda por un hombre? No lo va a permitir.

Mi hermana no quiere tener nada que ver con el apellido, evitó a toda costa que el abuelo se involucre en su restaurante. Dice que no quiere que el día de mañana mi abuelo y mucho menos nuestro padre, le digan que todo lo que tiene es gracias a ellos.