CAPITULO 25

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Sarocha Chankimha

Estoy bien - al principio al menos tan bien cómo podría estar dadas las circunstancias-, puedo manejar la situación y seguir con mi día a día. El dolor en mi corazón solo sirve como un recordatorio de que soy capaz de sentir algo y el vacío en mi pecho con el nombre de Patricia me recuerdan por quién.

Estoy bien, pero... Cada vez que la mano de Patricia roza mi brazo, cada sonrisa o gesto, provoca que mi corazón adolorido de un vuelco y puedo sentir como si tuviera alas. 

Aunque eso solo dura hasta el momento que ella se aleja y regreso a mi realidad, sintiendo como si me hubieran arrancado el corazón y el dolor se vuelve aún más insoportable.

Pero estaré bien. ¿verdad? Es decir, esto no puede doler por siempre.

Mi terapeuta comenta que no, que llegará un momento donde dejará de doler. Aunque a mí terapeuta también le preocupa un poco la "adicción" a Patricia que según ella tengo. 

Aquella preocupación vino después que le dije que, cuando ella no está cerca, me encuentro esperando nuestro siguiente encuentro, y que, en cada frase o acción de su parte, intento acercarme más y disfrutar al máximo porque temo perderla.

Así que pongo una mano en su espalda cada vez que tengo la oportunidad, tomo su mano cuando caminamos o simplemente disfruto de sus abrazos.

O me encuentro, como ahora, aceptando cosas que no quiero solo porque sé que la harán feliz.

-Creo que llevaré los tulipanes amarillos comenta Spencer mirando un hermoso ramo que se encuentra frente a él.

Él no entiende nada sobre las flores, pero llegó esta mañana a mi ático y me dijo que quería hacerle una sorpresa a Patricia, quien fue a visitar a su madre y ambos sabemos que vendrá triste y melancólica después de aquella visita.

Comentó que pensaba pedirle consejo a Amanda, su hermana, pero que prefiere preguntarme a mí que soy la mejor amiga de Patricia.

¿Quién la conoce mejor que tú? -me preguntó con una sonrisa amable.

-Sí, los tulipanes son los favoritos de Patricia, pero no puedes darle tulipanes amarillos -le explico y él me mira confundido. 

Incluso la joven florista parada detrás del mostrador me mira confundida. Suelto un suspiro y paso una mano por mi cabello.

- Los tulipanes amarillos simbolizan la amistad, pero, también simbolizan el amor sin futuro y el rechazo.

La última parte sale casi en un susurro de mis labios.

Los tulipanes amarillos son más apropiados para que yo se los regale. No él.

-Bien, nada de tulipanes amarillos -dice en son de broma. 

Él piensa que todo esto es divertido y si yo no estuviera tan amargada por la situación, también encontraría la diversión en todo esto.

- Gracias por ayudarme con esto, Sarocha. Patricia tiene tanta suerte de tenerte en su vida. De tener una mejor amiga como tú.

Fuerzo una sonrisa y me dirijo hacia los tulipanes mientras él camina para pagar por el ramo. Paso mis dedos por el pétalo de un tulipán amarillo y la palabra amiga resuena en mi cabeza.

 La amargura llena mi boca y siento que otra parte de mi se rompe.

¿Quedará algo de mí al final de todo esto?

-Estas son para ti -me dice y extiende un ramo de hortensias azules hacia mi.

- La florista dijo que se regalan para agradecer. Aunque no estoy seguro de que sea cierto, no parece saber mucho sobre flores.

¿QUE HUBIERA PASADO SI...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora