CAPITULO 17

425 58 6
                                    

Sarocha Chankimha

Los días siguen pasando, unos más rápidos que otros.

Hay relaciones que terminan y relaciones que empiezan: Yuki ahora está en una relación real con Saint y Nam terminó con Heng. Manaow ganó su competencia de patinaje sobre hielo e incluso hicimos una reunión para celebrar. 

Las cosas parecen ir bien. Sigo sin hablar con Heidi, ¿para qué volvería ha hablar con ella? Si lo que quiero es dejar atrás aquel ciclo vicioso.

En resumen, las cosas van bien. Aunque a veces las cosas van bien, justo antes de ir mal.

-¿Estás escuchando la música de Heng? -le pregunto a Nam, quien se quita un auricular y apaga la música en su teléfono.

—Sí, me ayuda a relajarme.

Estiro mi mano y tomo el dispositivo para ver qué música es y sonrío al leer el nombre del álbum que escribió para mi hermana.

-También lo escucho para ayudarme a dormir -confiesa.

-¿Heng sabe sobre eso?

Ella niega con la cabeza.

-No y si lo llegas a comentar, te arrancaré la lengua y no podrás volver a decir nada más en lo que te queda de vida.

-¡Nam! Soy tu hermana.

-Lo sé, por eso solo te arrancaría la lengua, si no fueras mi hermana, no quedaría nada de ti.

-Es una terrible conversación para noche buena.

Manaow, quién está vestida con un gorro navideño y un suéter escandaloso con renos y cascanueces, cosas que se deberá quitar una vez que llegue el abuelo, pone otra vez la misma música navideña que lleva poniendo desde que llegamos.

Mis hermanos comparten una mirada amarga, pero no le dicen nada a Manaow y seguimos escuchando esa terrible música.

Miro el reloj por quinta vez está noche.

-El abuelo está furioso porque Yuki no vino -comenta Nop - Saben que no le gusta cuando no tiene el control de algo.

Ahora mismo daría lo que fuera por una bebida alcohólica porque sé el drama que se viene.

Suerte que no están nuestras madres porque el abuelo decidió celebrar solo con su hijo y nietos está noche buena. Aunque creo que tomó esa decisión por la forma en que se desarrolló la cena de acción de gracias.

-Si no puede cumplir con una simple cena, ¿qué le hace creer al abuelo que será una buena CEO? Le faltan muchas cualidades para ser buena en su trabajo.

-¿Y tú tienes esas cualidades? —le pregunta Nam a Nop- Si es así, ya sería momento que las muestres, porque hasta ahora solo hemos visto a un ególatra resentido que no ha ganado nada en su vida y cuya única persona que lo quiere es su madre.

Si hay algo que hay que saber sobre esta familia, es que siempre tratamos de golpear donde más duele. Somos buenos en eso y entre más defectos tenga la otra persona, mejor para nosotros.

-Al menos a mí, mi madre me quiere, no como a ti que te abandonó por su trabajo. Pobre y triste, Nam, sin el amor de nadie mientras crecía. Sola en esa casa en Irlanda y sola en su nueva casa en San Francisco. Tan terrible debe ser estar contigo que incluso tu ex prometido te dejó y se volvió sacerdote.

Eso es un golpe muy bajo por parte de Nop, pero no sé puede esperar menos de él.

Solo un tonto confiaría en Nop.

-¿Eso es todo lo que tienes? -mi hermana ni siquiera sé inmuta por lo dicho por Nop, permanece estoica.

-Sí, mi madre me abandono, ¿y qué? Mírame dónde estoy ahora sin la ayuda de nadie. Mira lo que he conseguido y luego mírate a ti, que incluso con la ayuda de tu querida madre, no eres nadie y jamás serás nadie.

¿QUE HUBIERA PASADO SI...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora