CAPITULO 4

489 68 3
                                    

Patricia Armstrong

Reviso de nuevo el número de apartamento en el mensaje que me mandó Heng y compruebo que estoy en el apartamento correcto antes de tocar, haciendo malabares con la canasta llena de magdalenas en mis manos.

Una mujer rubia de ojos verdes abre la puerta. ¿Miré bien el número de apartamento?

-Disculpa, ¿en qué te puedo ayudar?

-¿Este es el apartamento de Saint?

La puerta en efecto dice veintisiete y es el mismo número que me dijo Heng y juro que, si él me mintió, lo voy asesinar.

-Sí, es aquí.

Suelto el aire que no sabía que estaba conteniendo.

-Oh, genial, soy Patricia. La hermana de Heng, no sé si te han hablado de mí.

—Sí, me han hablado de ti. ¿Buscas a Heng?

No entiendo porque buscaría a Heng en el apartamento de Saint, pero le sonrío y niego con la cabeza.

-No, de hecho, busco a Saint.

La expresión de la mujer cambia de forma ligera, casi me pierdo el cambio si no lo hubiera visto en mi madre varias veces cuando tiene que enfrentarse a los medios.

No comprendo que pude decir, que la molestó de esa manera.

-Soy Yuki-finalmente me dice y extiende su mano hacia mí.

Acomodo la canasta con magdalenas y tomo su mano para estrecharla.

Se hace a un lado para dejarme pasar y entro en el apartamento, sonriendo al notar el toque de Saint en el lugar.

- ¿Quieres una magdalena? Yo misma las hice, tengo de diferentes sabores, pero las de arándanos son mis favoritas.

-No, gracias-responde en un tono seco y cortante.

No le agrado. Lo entiendo, no suelo agradar a las personas cuando recién me conocen, a veces incluso después de conocerme.

-Está bien.

-Llamaré a Saint y le diré que estás aquí. - me dice Yuki

- ¡No! Quiero que sea una sorpresa. Si no te importa, claro. Es que llevo meses sin verlo y estoy muy feliz, además traigo buenas noticias para él que estoy segura que le gustará escuchar.

Los labios de Yuki se juntan hasta formar una fina línea, sus ojos verdes están fijos en mí y me siento, de alguna manera, pequeña ante su mirada.

-No me importa. - responde

- ¡Perfecto! Horneé sus magdalenas favoritas y espero que sigan buenas después del viaje en tren. No me gusta volar, lo evito a toda costa a menos que sea de vital importancia. -

Son contadas las veces que he volado en un avión y ninguna de esas veces fue por decisión propia.

-Es un lindo apartamento y... ¡Carlos! No tienes idea cuanto te extrañé, Carlos. Espero que hayas estado cuidando muy bien de Saint. ¿No es el gato más lindo del mundo?

Tomo en mis brazos a esta linda bola de pelos que ronronea feliz contra mi mejilla.

-Lo es. - responde Yuki

-Como compañera de apartamento de Saint, seguro ya sabes que Carlos y Heng no se llevan. Y la forma que Carlos tiene de molestar a Heng hace que yo ame a este lindo gatito aún más.

-No soy su compañera de apartamento- dice Yuki, me detengo en seco.

-Pensé que vivías aquí - dejo a Carlos en el suelo y regreso a ver a Yuki.

¿QUE HUBIERA PASADO SI...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora