𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉𝑒𝑖𝑛𝑡𝑖𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒

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Suspiré y me recosté sobre mi puerta, los chicos al fin se fueron, amaron mis pizzas caseras, logré que todos hablen como seres humanos y se comporten. Eran las 2;45am, era tarde para mí, así que me acosté de prisa, mientras daba vueltas en la cama acomodandome pensaba en el, como estaría, que estaría haciendo. Suspire cansada de mi misma, cerré mis ojos e intente calmar mi mente. Así logré dormirme.

-Mmm. - dije al oír mi alarma.

Estiré mi brazo y logré apagarla, mire al techo mientras me obligaba a levantarme, fuí al baño a lavar mi cara, suspiré.

-Okey tu puedes. - murmuré por qué en verdad tenía sueño.

Fuí hacerme mi café matutino, me había quedo sin tostadas así que solo tome mi café, agarré mi botella de agua y de un buen humor baje las escaleras. Mire al cielo mientras iba caminando a mi empleo, como siempre ella me esperaba en la entrada. Sonreí al verla.

-¡Buenos días!. - dije abrazándola.

-Buenos días. - murmuró.

La miré sonriendo.

-¿Con sueño?. - pregunte burlona.

-Nunca más haré eso. Lo prometo. - dijo entrando.

-Tu invitaste a todos. - dije recordando.

Ambas fuimos por nuestros delantales.Nos preparamos para atender a nuestros clientes, me gustaba cuando veía las mismas caras. Me hacía pensar en que los tratamos bien para que vuelvan siempre. Gracias a Dios nunca más necesite las horas extras, y mi vida estaba más relajada, planeaba ir a ver a mi mamá este finde de semana. Cómo volví a mi rutina siempre estoy ocupada, a veces me olvidó de llamarla, pero la verdad extrañaba ser útil, tener mis cosas, y salir a caminar. Con Igor me sentía encerrada, aislada, no era feliz... Pero tampoco era feliz actualmente. Suspiré y seguí mi jornada laboral, amaba trabajar, amaba tener mi dinero, amaba volver.
Las horas pasaron volando y sin darme cuenta ya había terminado otro día más, al salir Luis se fue a su casa, camine hacia la mía y busque a Anthony con la mirada, lo ví a una cuadra detrás de mí, sonreí y lo esperé.

-Vamos, te compro algo. Debes tener hambre. - le dije sonriendo.

De todos modos debía ir a comprar algunas cosas.

-Ya tengo dinero. - dijo llegando a mi lado. - Tuve que alquilar un departamento por aquí, la verdad son horribles. - se quejo mientras entrabamos a la tienda de Tomas.

Anthony se perdió entre las góndolas mientras yo saludaba a mis amigos, pero luego fui a buscar mis cosas. Vi a Anthony de espaldas, me acerque a asustarlo.

-Esta bien Igor. - paré en secó al oír su nombre. - Deberías verla, aquí se ve feliz, parece otra persona... - mi corazón dió un vuelco. - Sonríe, se ríe, hace bromas, habla, grita, siempre está arreglada y ama servir a todos. - una presión en mi pecho apareció, Igor fue la única persona con quién no fui amable. - Intentaré... Gracias por entender, estaba muy cansado y no pude ser sigiloso... Si, no la perderé de vista... Tranquilo no le pasará nada, lo prometo. - me di vuelta.

Camine lentamente lejos de el, salí de la tienda y corrí a mi casa, Igor estaba preocupado por mi, no quería que nada me pase, pensé que me odiaba, que ya no le importaba, no entendía que pasó. Quería que las cosas fueran diferentes, quería que nada de eso hubiera pasado. Entre a mi casa y fui al baño, lave mi cara y me miré al espejo. Pero mi soledad duró poco porque alguien golpeó mi puerta, fuí abrir y Anthony estaba ahí.

-¿Que te paso?. Traje tus cosas. - dijo entrando.

-Tenia ganas de vomitar. - mentí.

-Iba a decir que estás embarazada. - dijo riendo, le pegue en broma. - ¿Necesitas algo?. Pídeme lo que quieras.

-No, estoy bien. - dije mientras tomaba agua.

-Okey... Me iré, estoy cansado. Cualquier cosa ten este botón. - me dió un botón rojo. -Es un localizador, tenlo siempre contigo y cuando pase algo apretalo, llegaré enseguida.

-Bueno. - dije mientras lo tomaba.

-Nos vemos mañana. - dijo saliendo.

Suspiré mientras cerraba todo, me acosté rápido enserio quería dormir.Esa noche dormí bien, al otro día todo fue rutinario, Anthony formaba parte de mi vida. La semana pasaba volando, Anthony siempre estaba en la sombra, yo lo sabía, mis amigos ya no decían nada. Este finde de semana querían hacer algo pero ya no me apunte, pedí unos días libres para ir a ver a mi mamá. De verdad necesitaba sus abrazos.

-¿Hola?. - dije atendiendo mi teléfono.

-¡Rosse!. Hola cielo, escucha que día vendrás. - oí la cálida voz de mi mamá.

-Hola ma, lo siento no me fijé quien era.... El sábado, llegaré temprano, tengo libre hasta el martes. - dije sonriendo.

-Genial cielo, los chicos están contentos de conocerte. Algunos ya te conocen y quieren verte de nuevo. - me decía riendo.

-Yo también quiero verlos y conocer a mis nuevos hermanitos. - dije riendo.

Iba a vender ropa, quería llevarles dinero. Estaba sacando fotos mientras hablaba con mi mamá pero alguien golpeó a mi puerta, fuí a abrir y Anthony me tendió dinero en un sobre. Negué y no lo acepte pero el literalmente me lo dejo en la mano y se fue corriendo. Rodé los ojos.

-¡Rosse!. - dijo mamá llamando mi atención.

-Si te escucho. - dije mientras cerraba la puerta.

-Te decía que haré tu comida favorita.

-¡Genial!.

Yo ni siquiera sabía cuál era.

-Bueno hija te dejo. Te amo, te veo el sábado.

-Ahi estaré... Te amo más.

Ambas cortamos y saque el dinero. Comencé a contarlo, había 10.mil dólares. Nunca ví tanto dinero. Iba a dárselo todo a mi mamá, ella sabría que hacer. Pero antes saque $3.mil dólares y cruce al frente.

-Hola. - dijo mi vecina.

-Ten. - dije dándole.

Sus ojos se abrieron grandemente.

-Gracias, mil gracias. - me abrazó fuerte.

-Por favor, no es mucho, pero espero ser de ayuda. - dije abrazándola.

-¡Muchas gracias!. - decía con lágrimas.

Sonreí mientras me iba, me gustaba ser útil, ayudar y dar. Entre a casa, me hubiera encantado formar un orfanato, no quería que ningun niño viviera alguna necesidad. Si fuera por mi iría a la calle a darle dinero a todos. Pero sería un malgasto, ya que nadie podría hacer nada porque repartido sería poco. Así que se lo daría a mi mamá que para ella sería muchísimo.
Sonriendo me fui a dormir, tenía ganas de llamar a Igor, decirle que le agradecía, pero no quería molestarlo.

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