¿Quién eres?

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑉𝑒𝑛𝑡𝑖𝑜𝑐ℎ𝑜

Al fin viernes, sonreí mientras salía del trabajo.

-¿No me vas a saludar?. - oí su voz y paré.

-Perdón. - giré y la abracé.

-Hubiera ido contigo, ¿Porque no me invitaste?. - dijo ofendida.

-Se me pasó de largo. - explique. - La próxima sin falta. - asentí sonriendo.

-Te odio, ya es muy tarde para pedir días.

-No creo que nos hubiéran dado días al mismo tiempo. - dije triste.

-Verdad. - dijo ella.

-Bueno te veo el martes, te llamo apenas llegué, les haré pizza a todos. - dije mientras salía.

-¡Chau te amo!. - me grito ella.

Sonreí mientras salía, camine a casa, me gustaba que Anthony me vigilé, me hacía sentir a salvo. Pase por la tienda de Tomas.

-Hey Rossi. - dijo al verme.

-Hola Tomi, hola Jhonny. - dije amable mientras abrazaba al primer hermano.

Tomas se sorprendió y me abrazó fuerte, después fuí abrazar al menor quien río en mi abrazo.

-Me iré mañana a casa de mi madre. Volveré el martes, les haré unas pizzas caseras. - dije sonriendo.

-¿Te vas?. - dijo Tomás sorprendido.

-Asi es, gracias a Dios se alineó todo y podré pasar unos días con ella. - dije feliz.

-Genial Rossi, oye quiero mandar cosas para los niños. - dijo mientras se iba a buscar algo.

-¡No te preocupes!. - le grite pero el se había ido.

-Tomas me contó de la situación. Oye tengo miles de juguetes de cuánto era niño, me gustaría donarlos. - dijo Jhon.

-Claro, luego te paso el contacto de mi mamá para que coordinen. - dije asientiendo.

-Genial, te vamos a extrañar. - dijo triste y sonrie.

-Solo serán unos días. - dije bromeando.

Tomas llegó con unas bolsas llenas de cosas.

-No es mucho, pero quiero que lo lleves, oye podría acompañarte. - decía el.

-Oh tranquilo. - dije negando.

-Enserio no quiero que vayas sola.

-Anthony irá conmigo tranquilo. - sonreí pero su sonrisa cayó.

-¿Irás con el?. - dijo algo molesto. - Porque no nos dices la verdad. - se cruzó de brazos.

-Ya les dije la verdad. Anthony está aburrido, soy su única amiga por eso siempre quiere estar conmigo. - dije normal.

-Es obvio que tienen algo, no es malo salir con alguien Rossi. - decía Jhon.

-Pero si fuéramos algo se los hubiera dicho chicos. Tranquilos, Anthony es como un hermano para mí. - dije ríendo.

Nunca podría hacerle eso a Igor, lo Mataría, sin hablar de que los lobos eran súper fieles no solo a sus mates, si no que también a sus alfas.

-Mas te vale. - dijo Tomás y me abrazó.

-Si tranquilos. - dije ríendo.

Salí de la tienda con bolsas llenas, llegué a casa muy tranquila, me acosté cuando deje todo en orden y me dormí de prisa.
Al día siguiente me desperté muy temprano, sonreí mientras me preparaba, oí que golpearon la puerta y fuí a abrir.