Mirthita ya se había ido, me puse aquella pijama de seda, color bordo con terminaciones en encajé, no me gustó mucho pero no tenía otra cosa y me negaba andar abriendo cosas. Yo no me sentía cómoda en este lujoso lugar. Sólo quería estar con mi mamá. Me asomé a la ventana y ví que tenía rejas. Me sentí peor y mire el patio. La luz de la Luna alumbraba todo. Ví un pavo real deambulando y suspiré al ver que el tal Igor tenía mucho dinero. Las preguntas no dejaban mi cabeza. Porque yo.-Rosse. - lo escuché detrás mío.
Pero no moví ni un pelo.
-Veo que le pegué justo en tu talla. - decía orgulloso. - ¿Estás bien?
-¿Quién eres?. - susurré una vez más.
-Bueno, creo que llegó la hora. - río un poco. - ¿Porque no me miras?.
-¿Para que?.
-Pues no hablaré contigo de espaldas. Me gustaría ver tu rostro.
-A mi me gustaría estar en mi departamento. - dije enojada.
-¿Llamas a eso departamento?. - decía riendo.
-Si. Porque era mío, lo gane con mi esfuerzo. -me giré a verlo molesta.
Sus ojos chocaron con los míos y me sorprendí. Sus ojos azules se veían tan hermosos con la luz de la luna.
-Por favor Rosse. Tu vida era horrible. - cruzo los brazos mirándome serio.
Eso me molestó aún más.
-¡Pero era mi vida!. - grite enojada.
-Pero conmigo tendrás la vida que mereces Rosse. - decía suave mientras se acercaba.
-Yo no quiero estár aquí. Me quiero ir.
-¿A dónde?, ¿A esa pocilga de edificio? ¿A tu trabajo de 8hs?. ¿A tu salario de cuánto, 100 dólares?. - era menos y eso me enojo más. -¿A tu supuesta amiga? ¿O al tipo que quería acostarse contigo? ¡Dime Rosse, a eso quieres ir!
-¡Sí!. Porque era mi vida, mía. - dije llorando al ver mi dura realidad.
-¿Porque?. - dijo el extrañado.
-Porque esa pocilga era mía, porque ese trabajo era mío, porque esa amiga era la única que estaba conmigo por quién yo soy. Porque eso era fruto de mi esfuerzo. Porque me gane todo con sudor. Porque era mi lugar. - mis lágrimas caían y veía fijamente a Igor.
-Pero querías renunciar, esa tal Luisa, estabas molesta con ella. No querías esa vida Rosse.
-¡Pero no quería un cuento de Adas!. ¡Odio este lugar!. - grite y fuí al tocador y tiré todo.
-¿Que haces?. - dijo molestó. -¿Que acaso quieres esa estúpida vida sin sentido?. - me levanto la voz.
-¡Si la quiero! ¡Quiero mi libertad! ¡Déjame ir maldito psicópata! - le empecé a pegar en el pecho.
Pero me dolía más a mi que a él. El me tomó de las manos y me miró a los ojos.
-Te daré todo lo que quieras Rosse. Pero primero deberás amarme. - susurró.
-¡Nunca te amare! ¡Me secuestraste!, ¡Ya déjame!.
Ambos empezamos a forcejear, hasta que el me soltó y caí al piso.
-Rosse. - me intentó ayudar.
-¡Dejameee!. - grite y le pegué una patada en la boca.
Me sentí culpable, pero me levanté del piso. El tomó su labio que sangraba. Me miró y se fué. Sin más cerró la puerta con llave. Me tire en el piso sabiendo que tal vez nunca podría irme. Llorando y rezando pidiéndole a Dios por mi vida, quedé profundamente dormida.
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¿Quién eres?
TienerfictieIntroducción: -¿Y esas rosas?. -me preguntó mi compañera sonriendo. -No lo sé. - respondí sonriendo. Pero pasando los días las flores se hicieron un problema. -¡Ésto no es una florería Rosette!. - me regaño mi jefe al 4to día de haber recibido flore...