☆22☆

44 1 0
                                    

Entonces... Estoy viendo mi maleta para ver qué es lo más apropiado para ir a cenar con la madre de Charles me había dicho que reservo una mesa en un restaurante bastante lindo. Él me mira sonriendo y yo estoy en una especie de competencia de atuendos, entre un vestido negro liso,  un vestido beige o un vestido Verde.

En mi cabeza se escucha la típica canción de reality show, no se que ponerme, Charles va con una camisa de botones blanca y unos pantalones de vestir, pero con tenis. Estoy pensando tal vez en un vestido Blanco Largó que gracias a dios combina con lo que trae Charles, me puse el vestido blanco con unos tacones bajos, color blanco también.

Lo que más resaltaba aparte de mi piel un poco bronceada eran los destellos dorados de los detalles del vestido y mis accesorios, también en dorado. Salí y Charles me miró, yo tomé mi cosmetiquera para maquillarme, diria que me hice algo muy exagerado pero no, preferí maquillarme como siempre pero con un poco más de iluminador.

Al salir del baño Charles me miraba de pies a cabeza , al llegar a mi cabeza se le olvidó que vio antes y volvía a verme, era algo chistoso pero eso no dice que no iba ponerme roja.

—Te ves preciosa, como siempre —Dice él mirándome con unos ojos que creo que se quedaron marcados en mis recuerdos al igual que sus palabras.

—Y tu no te quedas atrás, Mon Chéri —Le digo y él sonríe se levantó de la cama, salimos de la habitación, tomé mi bolso que deje en el comedor y Charles tomo las llaves de su auto, está vez, prefirió el blanco.

Era bastante impactante es un hermoso auto, podría decir que es deleite si sabes de autos lujosos. Al subir Charles me abrió la puerta y volvió a poner su mano en el filo de la puerta, yo sonreí y subí, rodeo el auto y subió.

Arranco y manejo hasta el restaurante, ¿Estoy nerviosa? ¡Claro que sí! Dios sabrá que le dijo Charles de mí y porque estaba tan interesada en conocerme, ni siquiera se su nombre, que le diré o que le dirá a ella a Charles después de esto, Sabrina me habló hace unos 3 minutos y le contesté por mensaje.

Lou
Sabrina que se supone que haga ahora, voy a conocer a su madre y yo no tengo idea de que le contó de mi, ni mucho menos se cual es su nombre.
Soy terrible para esto, pero como se supone que supiera que hacer en estos casos,  si nunca conocí a la madre de Hudson, porque según ella estaba muy ocupada.
Excusas, ella le escondía todas sus estupideces.
Pero ese no es el punto
¿QUE HAGO?

Sabrina
¡RESPIRAR MUJER! 
No vas al matadero solo vas a conocer a la madre de Charles.
Bueno tal vez si vas al matadero pero dios mío.
ni menciones a ese cabron, soy capaz de ir a su casa a patearlo, ya lo hice está semana.
Aunque una paliza sorpresa puede ayudar a las neuronas

Lou
¿Lo golpeaste?
¿Qué demonios, Sabrina?

Sabrina
¡¡¡ESTA EN MI EQUIPO DE QUÍMICA, LOU!!!
¡QUE HORROR!
¡MÁTAME!

Yo me quería burlar, porque Sabrina detesta a Hudson con todo su ser, no importa que él no le hizo nada a ella pero lo odia como si fuera yo. Deje de responderle cuando ya estábamos afuera del restaurante... Estoy muy cómoda en el auto mejor me quedo aquí, Charles bajo del auto y fue a abrirme la puerta, me extendió la mano y yo bajé.

Había unas cuantas personas fuera del restaurante pero creo que eran más locales porque vieron a Charles y no le tomaron fotos ni nada, solo le sonrieron y siguieron con su vida.

Entramos al restaurante, Charles pregunto por su reservación le dijeron que su madre ya había llegado y que nos estaba esperando ¿Llegó volando o como llego tan rápido? Charles sonrió y pasamos al restaurante, era bastante elegante con columnas a los lados, pero con una distancia entre ellos, el techo era de un solo color y de el colgaban hermosos candelabros.

Las noches que la prensa no ve (Charles Leclerc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora