FEBRERO, 2019.
Todo empezó con una ruptura.
Juanjo salió de la habitación con un suspiro exasperado y se encontró a Chiara del otro lado del pasillo, una botella abierta de cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra. Raramente veía a su agente en situaciones como aquella; vestida en vaqueros y una camiseta negra que dejaba ver la perforación en su ombligo, con la expresión intimidante aún intacta a pesar de no llevar sus faldas tubo y tacones de aguja. Juanjo sabía que estaba ahí para hacer control de daños.
En el salón, la fiesta se había descontrolado por completo, la música sacudiendo su caja torácica con tanta fuerza que apenas podía escuchar su propia respiración. Del otro lado de la puerta Claudia seguía sentada en la cama, deseosa de continuar la discusión. Chiara dio un trago a su cerveza y se acercó a él.
—¿Debería tener una conversación civilizada con ella sobre lo que está bien filtrarle a la prensa? —preguntó sin mirarlo.
Juanjo quería responder que no, que confiaba en la mujer con la que había mantenido una relación los últimos ocho meses de su vida, pero ambos sabrían que estaba mintiendo.
—No la enfades demasiado—le pidió antes de darse la vuelta para buscar a Martin.
La casa no era suya, pertenecía a algún productor con el que había hablado un par de veces, y parecía hecha para destrozarse. Aunque el termostato estaba apagado, un par de ventanas abiertas en la cocina dejaban entrar la brisa nocturna de Nevada, demasiado fría para necesitar el aire acondicionado. A la discográfica no le gustaba que se enredaran en esa clase de fiestas la noche antes de un concierto, pero la tradición estaba demasiado asentada para que pudiesen hacer algo al respecto.
Y era Las Vegas, después de todo.
Entre la gente, Juanjo identificó los anillos de Martin enredados en la melena carmesí de una chica. Estaban en una esquina del salón, la mano con la cicatriz aferrada a su cadera mientras le besaba el cuello con entusiasmo, un hombro apoyado en la pared para mantener el equilibrio. Juanjo maldijo en voz alta cuando sus ojos atraparon al hombre de metro noventa del otro lado de la fiesta abriéndose paso a toda velocidad hacia ellos, y aceleró el paso para alcanzarlos primero.
Demasiado lento. En un parpadeo, el novio de la chica estaba cogiendo a su amigo de la camiseta y tirándolo al suelo. Martin se golpeó con el borde de una silla a caer, y Juanjo pudo ver la sangre recorriendo su barbilla cuando levantó la mirada, sus ojos desenfocados por el alcohol. Antes de que el grandullón pudiese volver a ponerle las manos encima, el chico se metió entre ellos y lo encaró.
—Si no quieres que esto se convierta en un problema legal, te recomiendo darte la vuelta ahora mismo—escupió, empujándolo por el pecho para alejarlo de él. El hombre se resistió por unos segundos, pero pareció pensarlo mejor y comenzó a retroceder. —Eso, buena decisión.
—Niñatos de mierda—soltó antes de desaparecer en la multitud con su novia ladrando reclamos detrás. Juanjo no tenía ganas de descifrar lo que estaba pasando, así que se limitó a bajar la mirada para recoger a su amigo del suelo.
—Eres un gilipollas—dijo, rodeándole la cintura con el brazo para mantenerlo en pie. —Y un puto caprichoso, te advertí que no te liaras con ella.
Martin parecía enfadado.
—Estaba solo—murmuró, haciendo un esfuerzo especial por coordinar sus pasos por el pasillo. —Has pasado toda la noche con tu jodida novia.
—Las personas normales hacen otros amigos, Martin.
Juanjo sabía que la discusión era inútil; cuando su compañero de banda llegaba a esos niveles de embriaguez solía optar por perder el tiempo haciendo estupideces. No pasaba seguido, pero esa noche Juanjo aparentemente había cometido el crimen de tener una pelea de dos horas con su, ahora ex, pareja. Su amigo parecía escoger a dedo qué noches quería comportarse como un mocoso problemático.
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SILVER SPRINGS [M +J]
Fanfiction[Majos Fanfiction] Además del duo musical más icónico de su generación y dos estrellas de rock con fama de mujeriegos, Martin y Juanjo son mejores amigos. Bueno, al menos hasta que un beso lo arruina todo.