Cadenas Del Pasado

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Mientras Kawaki era escoltado por el equipo 10, la tensión en el aire se volvía casi insoportable. Cada paso que daban resonaba en los corazones de todos los presentes, dejando una marca indeleble en el suelo de Konoha.

Boruto, parado sobre la montaña de los rostros, sintió como si una parte de él estuviera siendo arrancada a la fuerza, no solo por la captura de Kawaki, sino por el abismo que parecía abrirse entre él y aquellos a quienes alguna vez consideró sus amigos.

Shikadai, liderando el grupo que escoltaba a Kawaki, mantenía su mirada al frente, evitando cualquier contacto visual con Boruto. Pero cada palabra que Boruto había dicho antes resonaba en su mente, como un eco que se negaba a desvanecerse.

- Indigno de confiar - Esas palabras dolían más de lo que habría imaginado, penetrando profundamente en su corazón, removiendo la herida que nunca había sanado desde aquellos oscuros días de la omnipotencia.

Cho Cho e Inojin, aunque satisfechos de que Kawaki estuviera siendo arrestado, sentían también la punzada de la discordia que se había creado entre ellos y Boruto.

El resentimiento que había comenzado con la manipulación de Ada y el posterior accionar de Kawaki había crecido, alimentado por el dolor y la pérdida, convirtiéndose en una barrera que ahora parecía imposible de superar.

Pero para Boruto, todo lo que veía era la injusticia de la situación. El dolor de haber perdido a Sarada y Mitsuki lo consumía, nublando su juicio, haciendo que cada acción de aquellos que alguna vez fueron sus amigos se sintiera como una traición más.

La frialdad en su mirada era un reflejo de la amargura que había comenzado a instalarse en su corazón, una amargura que lo separaba no solo de sus amigos, sino también de su propia esperanza.

Naruto, observando la escena con una mezcla de tristeza y responsabilidad, sintió el peso de su decisión. Como Hokage, sabía que tenía que proteger a la aldea, mantener la paz y el orden.

Pero como padre, el dolor de ver a su hijo alejándose emocionalmente de aquellos que una vez fueron su familia elegida era casi insoportable.

Kawaki, siendo llevado por el equipo 10, no intentó resistirse. Había aceptado su destino, sabiendo que no podía escapar de las consecuencias de sus acciones pasadas. Pero el dolor de las palabras de Boruto, la frialdad en los ojos de su hermano, le pesaba más que cualquier sentencia que Konoha pudiera imponerle.

Cuando finalmente llegaron al lugar donde Kawaki sería detenido, Naruto, Sasuke, y Shikamaru se acercaron para supervisar el arresto. Sasuke, con su mirada aguda, observaba a Kawaki con una mezcla de desconfianza y entendimiento.

Conocía mejor que nadie el peso del pasado, la lucha interna entre la redención y el resentimiento. Pero también sabía que Konoha necesitaba justicia, necesitaba una resolución que pudiera traer paz a la aldea.

- Kawaki - dijo Sasuke con una voz tranquila pero firme - entiendes por qué estamos haciendo esto, ¿verdad?

Kawaki asintió, aunque su corazón estaba lleno de dolor y resignación.

- Lo entiendo, Sasuke. No vine aquí para buscar perdón. Solo quería ayudar a Boruto, pero parece que mi presencia solo causa más problemas.

Naruto, que hasta entonces había permanecido en silencio, dio un paso adelante. Su mirada, fría cuando había anunciado el arresto, ahora mostraba una profunda tristeza.

- Kawaki, sé que cometiste errores, pero también sé que no todo fue tu culpa. Sin embargo, la aldea necesita justicia, y Boruto necesita tiempo para sanar. No puedo permitir que sigas libre sin consecuencias.

Kawaki levantó la mirada, encontrando los ojos de Naruto. En esos ojos, vio la misma determinación que siempre había admirado, pero también vio la tristeza de un padre que estaba tratando de hacer lo correcto, incluso si eso significaba herir a su propio hijo.

- Lo entiendo, Naruto. Aceptaré lo que venga.

Con esas palabras, Kawaki fue llevado a su celda, un lugar que le resultaba extraño y familiar al mismo tiempo. Las paredes frías, el silencio opresivo, todo le recordaba a los días en que vivió como un prisionero en su propia mente, atrapado por el miedo y la desesperación.

Pero ahora, a pesar de estar físicamente encarcelado, se sentía más libre que nunca. Porque sabía que, al menos esta vez, había intentado hacer lo correcto.

Mientras tanto, en la cima de la montaña de los rostros, Boruto se quedó solo, observando la aldea que una vez fue su hogar, pero que ahora sentía como una prisión.

El dolor de perder a sus amigos, la traición que sentía de parte de Shikadai y el equipo 10, todo se mezclaba en su mente, creando un torbellino de emociones que no podía controlar.

Finalmente, Naruto se acercó a su hijo, colocándole una mano en el hombro.

-Boruto - dijo con voz suave - sé que esto es difícil. Sé que estás sufriendo. Pero debes entender que lo que hicimos era necesario.

Boruto no respondió de inmediato. Su mirada permanecía fija en el horizonte, donde el sol se estaba poniendo, pintando el cielo con tonos de rojo y oro.

-Papá... no sé si puedo seguir confiando en ellos. No después de todo lo que ha pasado.

Naruto suspiró, sintiendo el dolor de su hijo como si fuera el suyo propio.

- La confianza es difícil de reconstruir, Boruto. Pero no puedes permitir que el resentimiento te consuma. Tienes que encontrar una manera de seguir adelante, por ti mismo y por aquellos que aún te necesitan.

Boruto cerró los ojos, sintiendo la calidez de la mano de su padre en su hombro, pero también el frío de la distancia que crecía entre él y sus amigos del pasado.

Sabía que Naruto tenía razón, pero el camino hacia la reconciliación parecía interminable, lleno de obstáculos que no sabía si podría superar.

- Lo intentaré, papá - murmuró Boruto, aunque en su corazón, no estaba seguro de cómo hacerlo.

Naruto asintió, sabiendo que su hijo estaba luchando una batalla interna que solo él podía ganar.

- Tómate tu tiempo, Boruto. Pero recuerda, no estás solo en esto. Siempre estaremos aquí para ti, pase lo que pase.

Con esas palabras, Naruto abrazó a su hijo, y aunque Boruto correspondió al abrazo, la frialdad en su corazón persistía, una sombra que no podía disipar, no mientras el dolor de la ausencia de Sarada y Mitsuki continuara ardiendo en su alma.

Mientras el sol se ocultaba por completo, dejando a Konoha envuelta en la penumbra de la noche, Boruto se quedó en silencio, con los ojos fijos en la oscuridad. Sabía que la lucha por salvar a sus amigos aún no había terminado, pero ahora, más que nunca, se sentía atrapado entre el pasado y el futuro, sin saber cuál sería el siguiente paso a dar.

Y en algún lugar en lo profundo de la aldea, Kawaki se preparaba para enfrentar su destino, mientras el equipo 10 lidiaba con las palabras de Boruto, que resonaban en sus corazones como un eco doloroso, recordándoles que la traición y el perdón eran dos caras de la misma moneda, y que ambos requerían tiempo para sanar.

Y en algún lugar en lo profundo de la aldea, Kawaki se preparaba para enfrentar su destino, mientras el equipo 10 lidiaba con las palabras de Boruto, que resonaban en sus corazones como un eco doloroso, recordándoles que la traición y el perdón er...

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Lazos De Sangre Y Furia (Boruto Uzumaki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora