CAPÍTULO 3

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T/N BELTRÁN.

- Aún no me has dicho tu nombre.

- T/n Beltrán - digo nerviosa.

- Cesar Paul Parra Ruiz - ¿Qué fue lo que dijo? ¿Él es Cesar Parra? Me quedo estupefacta. ¡Es Cesar Parra!

- ¿Es...usted...Cesar Parra? - maldita mi suerte ¿Ahora que se supone que debo hacer?

- Sí, ¿Por qué? - responde, debe creer que estoy loca.

- ¡Oh, no! ¡Maldición!

- ¿Algún problema? - me pregunta intrigado.

- Señor... - debo decirle ya lo que escuché, después será decisión de él, si me cree o no - A....usted...yo lo oí.

- Señor Parra...ellos...planean matarlo - ¿Por qué mierda, tuve que aceptar la invitación de Kevin?

- ¡¿Qué?! ¡¿Quién?! - él abre los ojos como plato. Puedo ver que ha quedado sorprendido.

- No sé...yo lo oí cuando fui al baño - cada vez me estoy alterando más.

- Tranquila - me coge del brazo - Acompáñame - me pide.

El señor Parra me saca de la fiesta, y me lleva hasta donde están todos los lujosos autos de los millonarios.

- Quiero ir a mi casa - de repente siento frío, hambre, y sueño.

- Tranquila - aparece un hombre de unos treinta y ocho años, y pregunta.

- ¿Qué ocurre, señor Parra?

- No lo sé con claridad, pero necesito que ella se calme, para que me diga que fue lo que escuchó.

- Lléveme a mi casa, por favor - creo que estoy sobrepasada.

Hago nota mental de todo lo que me ha afectado.

Uno: Aceptar la invitación de mi jefe.

Dos: Separarme de él, y perderme en medio de estos ricos.

Tres: Que me dieron ganas de ir al baño, pero eso fue culpa de la naturaleza, pero también puedo culparlo.

Cuatro: Estar en el lugar equivocado, y escuchar una conversación que no debía.

Cinco: Aceptar bailar con un desconocido, aunque sea muy guapo.

Seis: Ponerme histérica cuando supe, que el guapo era Cesar Parra.

Siete: ...

- Yo la llevo a su casa, señorita - el guapo Cesar Parra, me saca de mi conteo.

- Gracias - nota mental, irme con un extraño, también es parte del conteo.

Me abre la puerta, de su lujoso auto, y yo entro. Veo que él le dice algo al otro señor, y entran ambos al coche.

- ¿Dónde vives? - pregunta cuando se sienta a mi lado. Ojalá no lo hubiera hecho, me pone más nerviosa de lo que ya estoy.

- Eh...Pike...cerca del mercado.

- Que bien...cerca de donde yo vivo - contesta y esboza una media sonrisa.

- Ok - es lo único que puedo decir.

El auto empieza a moverse, y empezamos alejarnos de la inmensa mansión.

- ¿Estás más tranquila? - me pregunta.

- La verdad...no sé - solo quiero llegar a mi casa, comer algo, bañarme y luego dormir.

- Dime, ahora, ¿Qué fue exactamente lo que oíste?

Miro al señor que sigue conduciendo, ya se ha incorporado al tráfico.

- Yo escuché... - me pregunto; ¿Cómo es que puede haber gente tan mala? - Yo escuche...

CESAR PARRA.

Me quedo atónito, estupefacto. Están planeando sabotearme en mi Helicóptero, y justamente en dos días planeaba ir a los Ángeles. Pero por fortuna, o tal vez gracias a la divina providencia, esta chica escuchó. Ahora me tocará averiguar, quien mierda desea matarme.

Hemos llegado hasta el lugar donde T/n nos dijo que vivía. Taylor y yo nos bajamos, mi chofer tiene la intención de abrirle la puerta a T/n, pero no lo dejo. Yo la vi primero, Jason.

- Gracias - dice tímidamente cuando sale de mi auto.

- ¿Puedo pasar? - ella abre sus ojos como plato, ¿Habrá leído mis pensamientos? ¿O habrá adivinado mis intenciones?

- Eh... ¿Para qué? - traga saliva.

- En primer lugar, quiero asegurarme que estarás bien - eso sí es verdad - En segundo, quiero que me repita exactamente todo de nuevo, lo que oíste - eso también es verdad. Solo quiero pasar un momento más con ella, y si es en su cama, mejor todavía.

- Mmm...está bien - dice dudosa y se da la vuelta para entrar.

- Puedes irte...y regresa mañana por la mañana.

T/n me hace pasar. El lugar no es muy grande, está decorado con tonos, crema y azul. Todo es muy sobrio. Me gusta.

- Lindo lugar - comento.

- Gracias...mi padre lo compró para mí - responde inocente.

- Siéntate ... ¿Quieres algo para beber o comer? - es dulce, de repente me siento incómodo, por las intenciones que tengo.

Pero todo pensamiento razonable queda olvidado cuando lo veo morderse su carnoso labio. Joder, ese labio me está invitando a que yo lo muerda. Mi miembro empieza ponerse duro.

- Tengo hambre - le digo, aunque tengo hambre de comida, ahora mismo me apetece comer, pero no precisamente comida.

- Haré pollo con tallarines, espero que te guste.

- Gra...gracias - cierro mis ojos, no puedo asustarla con mis necesidades primitivas.

- ¿Y de beber? Solo hay cerveza y zumo de fresas.

- Por ahora nada - joder...ella está haciendo amable conmigo, y yo quiero follarla muy duro.

- No tardo - y se marcha contoneando su bonito culo.

Me siento en el sofá, recuesto mi cabeza, y cierro mis ojos. ¿Quién quiere deshacerse de mí? Tengo mis enemigos en el mundo empresarias, pero no imagine que llegara a tanto. ¿Y si es alguien de mi familia? No, saco de inmediato ese pensamiento de mi cabeza, ellos nunca me harían daño ¿O sí?

Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora