1K 67 0
                                    

MINI MARATÓN 2/3.

T/N BELTRÁN.

- Señorita Beltrán - dice Cesar con voz ronca.

- Señor Parra, ¿Qué hace aquí? Pensé que ya no volvería verlo.

- Lo que menos pensé fue encontrarla aquí, pero estoy feliz de verla - sí, como no. Después que ni las gracias diste, por abrirte las puertas de mi casa, y huiste a media noche.

- Usted tiene cita con el doctor Ibarra, ¿Verdad? - me pregunto si estará loco, que necesita ayuda de un psicólogo.

- Algo así - esboza una media sonrisa.

- Sí...usted es unos de los pacientes que fue derivado por el doctor Flynn - digo al ver su historial.

- No estoy loco - afirma.

- No he dicho eso - tal vez eres un psicópata - Ahora le diré al doctor Ibarra que usted está aquí - lo miro, ay que bonitos ojos que tiene. Sacudo mi cabeza, T/n estás molesta con él.

- Quería pedirle disculpa, por la forma que salí de su casa - hasta que se acordó - Y espero que también te disculpes por romper mis platos.

- No se preocupe - la culpa fue mía por meter a un extraño a mi casa.

- Y como disculpas, quisiera invitarla a cenar esta noche en mi casa - ay dios ¡Está invitándome a cenar!

- Eh...no lo creo - le sonrío - Ya vuelvo - me encamino hacia la puerta, soy consciente que me observa, y me pongo nerviosa al instante.

- Pase - dice Kevin.

- Acaba de llegar unos de los pacientes del doctor Flynn.

- ¿Quién? - pregunta.

- Cesar Parra - él abre los ojos como plato.

- Maldición - balbucea - Hágalo pasar - añade.

- Ok.

Regreso a recepción y ahí está él mirándome. Trago saliva, no quiero que se dé cuenta de que su presencia altera mis nervios.

- Están esperándolo - digo.

- Señorita Beltrán, en verdad...me encantaría cenar con usted - ay dios, va a insistir.

- Pase, por favor, el doctor lo espera - desvío su atención.

- Ya me dirás que sí - murmura y camina hacia la consulta de Kevin.

Cuando Cesar ha entrado a la consulta, suelto el aire que no sabía que retenía, ese hombre me intriga ¿Por qué necesita ayuda psicológica? ¿Tendrá algún trauma no superado? Será mejor no pensarlo, y seguir con mis quehaceres.

- Señorita Beltrán, ¿Cenará conmigo esta noche? - ¿Qué? Alzo la cabeza ¿Cuánto tiempo estuvo en la consulta? ¿Tres minutos?

- Señor Parra - me pongo nerviosa nuevamente - ¿Qué paso? - le pregunto.

- Creo que su jefe, no es la persona idónea para escuchar mis problemas - murmura. ¡Qué arrogante!

- Pero, el doctor Flynn...él derivó pacientes... - no sé qué mierda estoy diciendo.

- Sí...creo que John está más loco que yo - sonríe, por un momento pienso que se ríe de mí.

- ¿No dijo que no estaba loco? - lo provoco.

- No lo estoy...pero podría enloquecer - me mira fijamente. No puedo evitar sonrojarme ¿Por qué tiene este efecto en mí? Aparto mi mirada de la suya.

- ¿Acepta mi invitación? - vuelvo a verle a los ojos, lo tiene más oscuro.

- No...yo...no podré - ¿Cuándo un hombre me había provocado tanto nerviosismo?

- Si no me dice que sí, no me iré de aquí - me detengo en seco al ver su expresión impenetrable ¿Por qué tanta insistencia? Porque quiere acostarse contigo. Eso no es verdad ¿Cómo un hombre refinado, elegante, y sofisticado, va a desear a alguien como yo? Eso es imposible, le contesto a mi subconsciente.

- E....está bien - digo cohibida.

- ¡Perfecto! - dice entusiasmado - Mandaré a buscarla a su casa - madre mía ¡Cenaré con Cesar Parra!

- Ahora debo irme...nos vemos esta noche, preciosa - el corazón se dispara ¡Me dijo preciosa!

- Ok...nos vemos - ay dios, apenas puedo respirar.

- Hasta más tarde, T/n - su lengua acaricia mi nombre.

- Hasta...más tarde - se da la vuelta para marcharse. Pero en la puerta se detiene.

- Otra cosa...disculpe por romperle los platos, ya se lo pagaré - sonríe y sale a grandes zancadas. Los platos es lo que menos me importa.

Paso varios minutos mirando la puerta por donde ha salido Cesar Parra.

- Aléjate de él - la voz de Kevin me sobresalta.

- Me has asustado - llevo mi mano a mi pecho.

- Disculpa, no era mi intención - Kevin me sonríe - Lo vi todo - no puedo evitar sonrojarme.

- No sé a qué te refieres - me hago la tonta, y empiezo ordenar algunos papeles.

- Hablo de Cesar Parra...aléjate de él - repite.

- ¿Por qué? Dame una razón - espeto, es mi jefe, pero no tiene ningún derecho a decirme con quién relacionarme.

- Su familia lo cree gay, pero yo sé que es un mujeriego empedernido - siento que Kevin, me hubiera dado una bofetada - No quiero que sufra por su culpa - añade.

- No te preocupes, estaré bien ¿Continuemos trabajando? - me ha dolido lo que Kevin me dijo. Cesar es un mujeriego, seguramente a todas las invita a cenar, y una vez que consigue lo que quiere, lo deshecha como basura.

- ¿Estás bien?

- Sí - no voy a mostrar que me duele, que Cesar quiera que sea una más en su lista.

CESAR PARRA.

No dejé que el idiota y cuñado de mi hermano, sea mi psicólogo, pero conseguí que la deliciosa señorita Beltrán cene conmigo esta noche.

He llegado a Parra Phoenix Automotriz, y de inmediato me reúno con Welch y Barney, quienes me han traído información del helicóptero.

- Señor Parra, se comprobó que el helicóptero estaba averiado - me tenso de inmediato - Si usted hubiera volado en él, tenga por seguro que el helicóptero, hubiera explotado - dice mirando a Taylor.

- ¡Joder! - golpeo mi escritorio con mi puño.

- Todo lo que le dijo esa señorita, era verdad - murmura Jason.

- ¿Pero, quién está detrás de esto? No estaré seguro - maldición, quieren matarme.

- Eso es lo que hay que averiguar, y para empezar, voy a contratar seguridad extra, para usted, e investigar todos los invitados de la fiesta de máscaras - dice Welch y Taylor asiente.

- Empiecen por las zorritas de alta sociedad - tal vez alguna ha quedado despechada.

- Empezaremos ahora mismo - Welch, se pone de pie - Vamos Barney.

Espero que Welch y Barney salgan de mi oficina. Y le marco a mi asistente.

- Emma, quiero que encargue una vajilla de porcelana francesa, en la tienda más cara donde vendan estos artículos.

- ¿Qué? - se escucha sorprendida.

- Obedezca, que para eso le pago... - de inmediato le doy la dirección donde debe ser enviada.

- Sí, señor.

Taylor me mira como si me hubiera salido un tercer brazo.

- Rompí unos platos, y debo pagarlo - le digo.

- Iré con Welch.

- Sí...vaya.

Él se marcha y yo aprovecho para pensar todo lo que le haré a la señorita Beltrán, una vez que haya firmado el contrato donde aceptará ser mi sumisa.

Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora