CAPÍTULO 46

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CESAR PARRA.

Estoy furioso, T/n. ¡Mi esposa! Se ha atrevido a desafiarme, quisiera ponerla en mis rodillas y darle unos buenos azotes en su lindo culo. Odio que ella este a solas con el hijo de puta de Cornelio mierda Vega. ¡No lo soporto!

- ¿A dónde crees que vas? - me riñe mi suegro cuando ve que tengo intenciones de ir a la cocina.

- No dejaré que mi esposa hable con ese imbécil - espeto.

- Ellos han sido amigos por años, ¿Que desconfianza tienes? - ¿Qué no ve que ese maldito quiere meterse en las bragas de su hija?

- Ese idiota no es su amigo. Él la insultó en el hospital, le faltó el respeto - le digo.

- Eso no lo sabía - ves Antonio, no estoy equivocado - Pero aun así déjelo que hablen unos minutos - ¡Maldición!

- Yo iré...

- Siéntese - me interrumpe con tono autoritario - Además por lo que entendí usted tiene una amiga con la que se va de parranda ¿No? - Mierda. De eso se trata esto, T/n sigue molesta por mi salida con Reina - Pues mi hija también tiene derecho tener amigos - añade Antonio, poniendo énfasis en amigos.

T/n, no puede ni debe tener amigos, ella es mi mujer, solo debe pensar y estar pendiente de mí. ¡De nadie más!

A regañadientes me siento en el sofá. Estoy incómodo, quiero saber que habla mi mujer con el imbécil de Cornelio mierda Vega.

- ¿Hace mucho usted es amigo de esa Reina? - me pregunta curioso Antonio "Demasiado curioso"

- Ella es una amiga de la familia - me limito en decir.

No solo una amiga Parra, también fue tu ama y luego tu sumisa. Con ella has hecho de todo.

- ¿Y usted sale de parranda con ella dejando sola a mi hija? - no me gusta el tonito de Antonio, es como si me acusara de algo.

- T/n, malentendió las cosas...yo no salí de parranda con ella, salí a cenar.

- Pero dejó sola a mi hija - insiste en acusarme.

- Si...no - joder, Antonio y sus preguntas tontas están poniéndome más nervioso de lo que ya estoy.

- No hagas estupideces que puedan lastimar a mi princesa, no se te ocurra romperle el corazón a mi hija muchacho - me amenaza dejándome atónito.

Ya lastimaste a tu esposa Parra, saliste con Reina y luego reaccionaste como un verdadero estúpido con ella.

Antes de responderle a mi suegro, escucho los gritos de T/n, discutiendo con el imbécil. De inmediato me paro. Maldito, desagraciado si te atreviste insultar a mi mujer de las veras conmigo.

T/N BELTRÁN.

- Ok, Cornelio. Dime qué es eso que tienes que decirme - solo accedí escucharlo porque una vez fuimos buenos amigos.

- ¿Es verdad que vas a tener un bebé de ese imbécil? - pregunta dolido.

- Por supuesto, ¿Creías que era mentira? - espeto.

- Tenía la esperanza que no fuera así, que solo hubiera sido un capricho tuyo...pero ¿Matrimonio? ¿Bebé? Es demasiado para mí - retira una silla de la mesa de madera para cuatro personas que Antonio tiene en la cocina y resignado se sienta en ella.

- ¿Y qué creías? ¿Qué mi matrimonio no se consuma? - digo con sarcasmo - Me casé y nuestro matrimonio se ha consumado muchas veces, prueba de ello es que estoy embarazada - sé que sueno cruel, pero quiero que entienda que amo a Cesar.

- Respóndeme algo, T/n - me mira fijamente a los ojos - ¿Te casaste por dinero con ese idiota arrogante? - me quedo atónica ¡¿Pero qué se ha creído para preguntarme una estupidez así?!

- ¡Por supuesto que no! Me case con Cesar por lo amo...nos amamos - imbécil, pensé que me conocía mejor, pero me equivoque. Él piensa que yo soy una interesa.

- Disculpa, no era mi intención ofenderte - suelto una risa sarcástica.

- No mientas, viniste aquí para armar cizaña con mi padre - me cruzo de brazos - No te quiero cerca de mí.

- No me pidas eso, T/n - se pone de pie - Yo te amo - se acerca a mí.

- Pero yo no...entiéndelo por favor, no quiero hacerte daño, pero si insiste en decir que me amas es mejor que no nos veamos más - él queda muy cerca de mí.

Nerviosa retrocedo hacia atrás, pero él me empuja contra la pared, y atrapa mis manos.

- ¿Qué haces? - digo nerviosa.

- Déjame probar tus labios - ¡¿Qué?!

- No se te ocurra - Cornelio pega sus labios en los míos, y antes que él ponga su lengua en mi boca le doy un rodillazo en su entrepierna, y lo empujo haciéndolo caer al suelo.

- ¡Que hiciste! - grita furioso y adolorido.

- ¡¿Cómo pudiste faltarme el respeto?! ¡Sal de mi casa que no quiero verte nunca más!

La puerta se abre y aparece mi marido y mi padre.

- ¿Qué sucede aquí? ¿T/n estás bien? - pregunta Cesar, viendo a Cornelio quejarse en el suelo.

No digo nada. Estoy furiosa, sin hacer ni un escándalo, salgo de la cocina y me voy al dormitorio. Necesito calmar este coraje que estoy sintiendo. Maldito Cornelio, como se atrevió besarme.

- T/n, ¿Qué sucede? ¿Estás bien?

- ¡¿Te parece que estoy bien?! - le grito a Cesar.

- ¿Qué te hizo ese imbécil? ¿Por qué él estaba en el suelo quejándose? ¿Tú lo golpeaste? - sus preguntas me ponen más furiosa aún.

- ¡Lo golpeé porque me besó!

- Yo lo mato - Cesar, rápidamente sale del dormitorio.

Estoy respirando pesado, necesito aire. Esto no le hace bien a mi bebé. Sin pensarlo tomo mi bolso y abro la ventana y salgo para dar una vuelta.

En la calle inspiro el aire fresco de la mañana. Ni siquiera pude desayunar. Iré a una cafetería, necesito estar sola.

Ella es para mí.👫🏻🫶🏻♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora