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—Llegaste temprano, Anika Flora.

Eugene la saludó con una sonrisa mientras se acercaba a Flora.

En cuanto vio a Flora, un recuerdo de su impostora la asaltó. Era el de Jin dirigiéndose formalmente a Flora como "Anika Flora".

Eugene supuso que su impostora y Flora se dirigían formalmente entre sí sólo en público porque recordaba que hablaban sin reservas cuando estaban solas. Sin embargo, a juzgar por la expresión de Flora, no pudo evitar pensar que estaba equivocada. No le alegró en absoluto verla.

—Bienvenida, Anika Jin —respondió Flora con retraso y forzó una sonrisa. Un ligero temblor le recorrió la comisura de los labios mientras los estiraba para formar una sonrisa.

Afortunadamente, toda la atención estaba centrada en Eugene; de ​​lo contrario, se habrían oído algunos chismes sobre la reacción de Flora. Flora, por otro lado, estaba tan desconcertada que no se dio cuenta de que no había mantenido su habitual nivel de calma.

De hecho, Jin parecía una persona completamente diferente a la última vez que la vio en la mansión.

Flora solía pasar mucho tiempo con Jin cuando eran más jóvenes, y siempre tuvo la impresión de que Jin no se parecía en nada a alguien nacido y criado en una familia refinada. No era del todo por celos que pensara que Jin, a pesar de ser la viva imagen de Lady Ars, no se parecía en nada a su madre.

Sin embargo, la apariencia de Jin hoy no deja dudas de que es la hija de Lady Ars. De hecho, exudaba la misma aura que su madre. Flora no pudo evitar sentirse como si hubiera recibido un golpe directo en la cabeza.

Mi impostora debe haberme dado mala fama.

Después de notar la atmósfera tensa en el salón y la reacción de Flora, Eugene supuso que todos en el salón se sentían incómodos con su apariencia. No tenía recuerdos específicos de las malas acciones de su impostora que la hicieron perder su reputación, pero tampoco tenía mucha curiosidad por saberlo.

En cualquier caso, no tenía intención de ceder ante suposiciones especulativas. Había establecido un modelo de cómo debía comportarse de acuerdo con el consejo de su madre.

—No hay razón para que demuestres que has cambiado en comparación con tu pasado. Si alguien piensa que eres una mala persona, déjalo.

—¿Estás diciendo que debería actuar de la misma manera que lo hizo la impostora?

—No estoy sugiriendo que dañes tu reputación intencionalmente. Es solo que no estás obligado a ser amable.

—Pero... si hiciera eso, no podría socializar con buena gente.

—Debes aprender a distinguir entre una reunión social y una reunión en la que puedes hacer amigos genuinos. Podrías considerar la reunión como un pequeño campo de batalla. La gente te juzgará en función de tu posición social en lugar de tu temperamento.

Mi posición social...

No sólo eres mi hija, sino también la reina de un reino. Nunca, bajo ninguna circunstancia, cedas ni te muestres condescendiente. Cuando alguien que no tiene motivos para ser modesto actúa modestamente, la gente empieza a sospechar que estás intentando ocultar tu debilidad.

Eugene, por lo tanto, ha decidido dejar atrás el pasado a menos que alguien se le acerque y le exija una disculpa. Como no hay razón aparente, lo más probable es que le caiga mal a al menos tres de cada diez personas de su entorno.

—¿Tienen un asiento disponible para mí? —preguntó Eugene a una de las Anikas que la miraba sin comprender. Y tan pronto como vio el rostro de Anika, su mente recordó a su impostora llamándola "Anika Emily"—. Anika Emily.

Eugene²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora