ཻI Know You So Well Love ུ۪۪

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El martes llegó y con ello, el Usami mayor. Tan elegante como siempre junto a su mascota de larga cabellera, Alexander estaba muy feliz de regresar a casa, Tanaka lo recibió con los brazos abiertos, después de todo, se conocían desde hace años.

—Fuyuhiko-Sama, Bienvenido— Tanaka saludó con una suave sonrisa

—Es bueno verte de nuevo, Tanaka, ¿Dónde está mi hijo?, para entonces ya debe estar despierto.

—Salió temprano, estará de regreso para el almuerzo— Avisó.

—Genial, prepara un banquete, quiero comer junto a mi hijo el día de hoy— Habló con una sonrisa.— Estaré en mi habitación, dale comida a Alexander, debe estar hambriento por el largo viaje.

—Si, Fuyuhiko-Sama— Se inclinó Tanaka, no había mencionado nada sobre Misaki a pedido del castaño mayor, pues quería presentarlo formalmente a su padre y como Fuyuhiko no había preguntado más, tampoco necesitaba mentir, ahora, Tanaka solo esperaba que todo saliera bien.

Mientras, Haruhiko había llevado a Misaki a una tienda donde vendían cosas específicamente de "The Kan" su manga favorito, para que se entretuviera en lo que él tenía una reunión con el director de la universidad Mitsuhashi.

Luego de 2 horas, pudo llegar a un acuerdo con el director, este aceptó las clases virtuales mientras que los exámenes fueran 100% presenciales, satisfecho, Haruhiko regresó a la tienda a buscar a Misaki.

No le importó tener que cargar más de 30 artículos y figuras de "The Kan", con tal de ver esa preciosa sonrisa en el castaño menor.

—¿Qué tal te fue?— Preguntó Misaki una vez que subieron al auto y emprendieron marcha a la mansión Usami.

—Todo salió bien, tienes permiso de ausencia durante tres días en lo que establezco señal en la mansión, como dije, solo tendrás que ir de manera presencial para tus exámenes— Tomó la mano de Misaki dejando un pequeño beso.

—¿Mis clases serán como siempre?

—Las horas se verán reducidas para tí, probablemente acaben 3 horas antes de lo usual, es por tu salud.— Aclaró— Pero si serán de Lunes a Viernes, lo normal.— Misaki asintió.

—Bueno, ¡Eso está genial!— Celebró Misaki.

—¿Hay algo que quieras comer en especial, cariño?— Preguntó Haruhiko.

—¿Por qué piensas que todo lo que quiero es comida?— Misaki lo observó ofendido.

—Solo quiero que tengas todo lo necesario, cielo, además cada comida debe agregar las cosas que los doctores colocaron en las recomendaciones.— Misaki se cruzó de brazos.

—No quiero comer tomate.— Sentenció.

—Pero, cielo-

—¡No quiero comer tomate!— Grito molesto. Haruhiko dio un suspiro.

—Bien, cielo, no habrá tomate para el almuerzo, ¿Entonces que quieres comer?—No sabe que clase de psicología aplicó, pero funcionó.

—¡Pasta!— Gritó emocionado, a Haruhiko le recordó a un niño pequeño.

—Bien, pasta será, cielo.— Misaki asintió emocionado y fijo su mirada en la ventana del auto, distrayéndose con el paisaje, mientras Haruhiko tomó su teléfono para hacer una llamada a Tanaka. Minutos después de la llamada Haruhiko cambio su semblante, era serio y algo enojado.

—¿Haruhiko-san?— Preguntó Misaki preocupado.

—¿Mnh?— Contestó

—¿Qué te dijo Tanaka-san para que te pusieras así?... ¿O estás... Enojado conmigo?— Sus ojos se aguanban, tratando de evitar el llanto.