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El Lunes empezaron las clases para Misaki, como todos los días se levantó sin apresurarse, y calmado bajó a desayunar.

-Buenos días Tanaka-san- Misaki había bajado con una energía positiva desbordante.

-Buenos días Misaki-Sama, Haruhiko-Sama- Saludó Tanaka. Misaki volteó para encontrarse con su apuesto prometido que estaba bajando las escaleras al igual que él, rodeó su cintura con cariño y dejó un sonoro beso en su mejilla.

-Buenos días, cariño- Misaki se avergonzó por la presencia de Tanaka, pero este ya se había adentrado a la cocina.

-Buenos días... Haruhiko-san- Respondió Misaki, el mayor se enterneció por los nervios que el menor aún tenía con sus muestras de afecto.- Va-Vamos a sentarnos, Tanaka-san ya traerá la comida- Apenas terminó de hablar y corrió hacia su asiento.

Cuando Tanaka empezó a servir la comida, que justamente era pescado frito, a Misaki le dio una arcada por el olor, eso fue extraño.

-¿Sucede algo, Misaki-Sama?-Preguntó el mayordomo preocupado. Misaki negó, no quería ser grosero y despreciar la comida, así que tomó un bocado y se lo metió a la boca, grave error.

Las nauseas lo invadieron tan repentinamente que tuvo que correr al baño para vomitar, Haruhiko lo siguió preocupado.

-¡Cariño!- Limpió los cabellos de Misaki hacia atrás para evitar que se mancharan con su vómito y espero a que el menor terminara con lo suyo, para ayudarle a cepillarse los dientes y lavarse la cara.

-Estoy bien, solo, hoy no se me antoja pescado.

-¿No será que el pescado te hizo daño?- Haruhiko no se lo creía.- Tanaka, revisa el pescado por favor.

-Si, Haruhiko-Sama- Inmediatamente retiró el plato e inspeccionó que estuviera todo en orden.

-Esta bien, puedo comerlo- Misaki creía que era una exageración, pero al regresar a la mesa y oler el pescado se levantó nuevamente con náuseas, pero un repentino mareo lo atacó, haciendo que Haruhiko se levantara rápidamente a sostenerlo.

-Tanaka, llama a los doctores- Tanaka inmediatamente tomó el teléfono de casa y contacto con los profesionales.

-No es necesario algo así, estoy bien, tal vez fue porque comí mucho dulce estos días- Dijo restándole importancia.

-No vas a salir de esta casa sin que te hagan un chequeo y una muestra de sangre.- Dijo serio y firme. Misaki aceptó.- ¿En vez de pescado, se te antoja otra cosa?- Misaki no lo pensó mucho.

-Quiero carne- Dijo apenado.

-Enseguida, Misaki-Sama- Dijo Tanaka, corriendo a preparar lo pedido por el menor.

Los doctores llegaron, rápidamente e hicieron varios chequeos y preguntas a Misaki, luego de extraer algo de sangre del menor, que por alguna razón se puso muy sentimental por el leve pinchazo y se aferró a Haruhiko cual bebé para llorar por el "dolor" que le causó la extracción de sangre, le informaron a Haruhiko que los análisis con seguridad estarían en dos horas.

-¡Voy tarde a la universidad!- Misaki se dió cuenta de ello y luego de despedirse de Haruhiko, Tanaka y los doctores, salió corriendo hacia Seiichi, al cual saludó e inmediatamente subió al auto.

...

Misaki no se lo podía creer, debido a que no había tomado desayuno y sus incontrolables antojos, había gastado mitad del dinero que le había enviado su hermano para pagar la universidad en comida, lagrimeó enojado consigo mismo por no aguantar el hambre, su Senpai se burlaba de él mientras le robaba uno que otro pedazo de su comida, haciendo renegar a Misaki.

-Hoy estás más sensible que de costumbre- Se burló el peliplata.- Usualmente no te molestas cuando te robo comida.

-Es porque tengo hambre- Murmuró.

-Es cierto, no debes saltarte tu desayuno, será malo para tu salud- Aconsejó.

-Si, Senpai, tiene razón.

-Misaki, ¿Quién es ese tipo guapo de ahí?- Señaló hacia la entrada de la universidad, Misaki dirigió su mirada hacia donde señalaba su Senpai y su quijada casi cae, era Haruhiko.

¿Por qué estaba él ahí?, se supone que Seiichi siempre es el que va por él, además se veía muy impaciente.

Pronto un carro deportivo rojo se estacionó al lado del Porsche de Haruhiko, las personas alrededor de Misaki observaban con incredulidad y sorpresa. Genial, otra razón para que me eviten, pensó Misaki.

-Es... El hermano de Usa-Usami-san- Dijo con nerviosismo.

-Wow, ¿Y que hace él aquí?- Preguntó.

-Yo... No lo sé..-Observó como los dos hermanos se observaban de manera retadora.

-¿Qué haces aquí?- Preguntó Haruhiko con rencor.

-Tengo que hablar con Misaki- Respondió casualmente.

-No quiero que hables con él.

-No puedes prohibirme hablarle.-Dijo con el ceño fruncido.

-Haruhiko-san, ¿Qué hace aquí?- Preguntó Misaki una vez que llegó al lado del castaño mayor, ignorando al peliplata.

-Vine a llevarte a casa, tenemos que hablar de algo- Misaki se sintió nervioso por ello, pero asintió.

-Misaki, quiero hablar contigo- Dijo Usagi llamando la atención del nombrado- ¿Qué fue lo que le dijiste a Takahiro para que decidiera cortar lazos conmigo?- Preguntó enojado.

-Solo le dije la verdad, más allá de eso, lo que hizo fue decisión suya.

-¿Quieres que le diga lo que hubo entre nosotros?- Misaki abrió sus ojos sorprendido, ¿Esa era una amenaza?, Pues así sonaba.

-Él ya lo sabe, está muy feliz de que me haya quedado con Haruhiko-san- Aseguró feliz. Usagi, no contento con la respuesta intento acercarse más a Misaki pero Haruhiko no se lo permitió.

-Misaki, adelántate al auto- Pidió, el menor se despidió de su Senpai y subió al auto.- No te quiero cerca de él, o tendré que ponerte una orden de alejamiento, no lo he hecho porque aún no quiero arruinar tu carrera, pero si sigues colmando mi paciencia lo haré.- Con esa cruda despedida, Haruhiko se subió en su Porsche y arrancó, retirándose del lugar.

-¿Haruhiko-san... Todo bien?- Preguntó Misaki con duda, era palpable el enojo del mayor, quien se dió cuenta de ello y se aclaró la garganta, intentando relajar sus facciones.

-Contigo a mi lado, siempre estaré bien.-Dijo de manera dulce, una pequeña sonrisa adornó su rostro y Misaki no pudo estar más avergonzado con esas palabras.-Cariño...- Llamó suavemente.

-¿Si?- Misaki centró su vista en el mayor

-¿Sabes que es un doncel?- Preguntó, Misaki se petrificó en su asiento.

-¿Do-Do-Doncel?...-En su voz se notaba el nerviosismo.- S-Si, son hombres que...
Qué.. tienen la capacidad de concebir.

-Que bueno que lo sepas cariño, ¿Sabes, del porcentaje total de la población de Japón, solo el 1 por ciento de hombres nacen donceles?-Misaki pasó saliva de manera sonora.

-Si.. lo sé- Su mirada se perdió en la ventana del auto, mirando hacia afuera e intentando esquivar la conversación.

-Bueno, es un dato curioso- No Dijo más y Misaki no intentó seguir esa conversación, en silencio llegaron a la mansión Usami, apenas entrar Misaki percibió el olor delicioso a carne, pero se sorprendió al ver a los tres doctores de esa mañana.

-Bueno, antes de cenar, tenemos que hablar de algo muy importante.- Habló Haruhiko con una pequeña sonrisa.- Es sobre porque te sentiste mal esta mañana.

-Misaki-Sama, está usted embarazado.-Dijo uno de los doctores, Misaki lo observó con estupefacción.

-¿Eh?

   ཻI Know You So Well Love ུ۪۪ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora