CAPITULO 15

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Los Duques de Hastings habían invitado a la familia un fin de semana, aprovechando que Colin y su familia ya se encontraban en su nuevo hogar, todo estaba planeado. En Mayfair, Eloise por fin había acudido a Penélope

-Pen, se que fue muy tonto de mi parte apartarme así de ti, pero te entiendo, se que no querías dañarme, y se lo irresponsable que fue mi comportamiento, quiero que volvamos a ser amigas

- Eloise!! Me haces la mujer mas feliz del mundo!! Claro que sí! – se dieron un gran abrazo y se miraron a los ojos - sabes? Ya que lo sabes, quiero contarte que tengo pensado irme a vivir sola, gracias a LW y a acertados consejos de mi abogado tengo el dinero suficiente para irme, no creo estar hecha para el matrimonio

- Pero vi como Debling te he mirado toda la temporada, pensé que se te iba a proponer..

- En realidad lo hizo, pero no le digas a mi madre, le dije que no, que no estaba preparada para un compromiso, se molesto un poco, hace una semana no me habla, me duele un poco porque había comenzado a encariñarme con él

- Amiga, creo que tenemos una carrera entre tu y yo, para ver a cuantos caballeros hemos rechazado! - sabían que si sus madres se enteraban las enterrarían vivas, pero eso solo lo sabían ellas y realmente les causaba gracia – si tu te vas, me quiero ir contigo, no se en que podría servirte, pero tengo cabeza y se que lo hare! –

Un par de días después, Eloise invitaba a Pen a un fin de semana a la casa de Daphne, Eloise siempre estaba tan metida en sus asuntos que nunca se enteraba de nada, por esa razón no sabia que Colin ya estaba instalado, y que esa era la razón principal de aquella reunión. Portia aceptó que Pen asistiera, toda la familia Briderton se dirigió a dicha Mansión en un tripleta de carruajes.

Salieron muy temprano ese día, así que antes del mediodía ya se encontrarían en dicho lugar. El castillo de los Duques era verdaderamente hermoso, y el toque de Daphne se podía ver en cada rincón, sin duda era una gran Duquesa y Simon sabía que no había podido elegir mejor. Llego toda la Familia y Daph los recibió con los brazos abiertos, ya tenia un pequeño hijo y estaba en la dulce espera del segundo. Al ver que Pen estaba con ellos se alegro mucho de verla y la recibió con un gran abrazo

-Mi querida Penélope! Que gusto me da recibirte en mi hogar!

- Mucha gracias su alteza, el placer es mío

- Ya sabes que no me gusta que en privado me digas así, en privado soy Daphne, prácticamente tu hermana, no lo olvides!

- Por supuesto Daphne, prometo solo seguir el protocolo en público

Todos ingresaron al castillo, había una gran algarabía entrando al lugar. Pero la sorpresa fue mayor cuando Colin escucho como una sonora risa se escuchaba atravesando el umbral – Es ella!- solo fue cuestión de segundos para que sus ojos se encontraran

-Discúlpame Pen... yo no sabía que ellos estarían aquí...

- No te disculpes El, no es tu culpa, creo que soy yo la que debe de dejar de asistir a eventos familiares de la Familia Bridgerton

Se adentraron al lugar, pero la tensión era tanta que podía cortarse con un cuchillo o al menos eso sentían 5 personas: Eloise, Marina, Anthony, Colin y Penélope. Después de platicar un gran rato en la sala, y que Pen y Eloise estuvieran prácticamente en el Polo opuesto de su hermano y su familia; se trasladaron al comedor, los lugares estaban asignados, y para desgracia de Pen, el suyo estaba justo al frente de Colin. El almuerzo fue un calvario, por mas que intento Colin no podía quitarle la mirada de encima a Penelope, estaba mas hermosa que nunca, además había algo en ella, algo que la hacia ver mas interesante; Marina no se había quedado atrás, tampoco le quitaba los ojos de encima a ella ni a su esposo, veía como Colin se derretía por ella.

Al terminar, las dos se retiraron, Pen le dijo que quería ir a su habitación, prefería descansar un momento, Eloise asintió y le pidió a Daphne que le indicara cual era la habitación de Penélope y la suya. Se dirigieron al lugar, eran contiguas, y cada quien se fue a la suya.

El corazón de Penélope latía a mil por hora, no estaba preparada para verlo, para ver como era un hombre casado, un hombre de familia; se veía mas guapo que antes, mas interesante, pero a la vez, más prohibido – Tengo que apartarme de ti Colin – escucho que una puerta se abría, pensó que era Eloise, quería decirle que se dormiría y que quizá ya no se verían hasta mañana, se asomo pero no vio a nadie. Así que solo reingreso, pidió un baño, quería descansar. Después del baño se puso su camisón y se acostó.

Lo que ella no sabia era que la persona que había hecho sonar la puerta había sido Colin, pero cuando la vio, solo se escondió, así fue como supo donde dormiría. Marina esa noche había decidido quedarse en la habitación de los niños, ya que Oliver estaba un poco inquieto. Ya todos estaban en sus habitaciones cuando Colin salió de la suya e ingreso silenciosamente en la de Penélope, ahí estaba ella, parecía un ángel.. era un ángel. Pen sintió la pesadez de la mirada y abrió los ojos, ahí estaba él, frente a ella, con un pantaloncillo de descanso, la camisa a medio abotonar, el pelo un poco despeinado y una cara de desespero y nostalgia

-Qué haces aquí? ¡Retírate de mi habitación!

- Lo siento, no podía no verte, desde que te vi llegar, solo quería correr a ti

- Es una locura Colin! ¡¡Por favor vete!!

- Te he observado muy bien toda la tarde, por qué no traes tu anillo de casada? Acaso no te gusta usarlo? – Penélope lo miro intrigada, él no sabía que no se había casado, aún pensaba que era Lady Watson

- No tendría porque hacerlo, además es un tema que no te incumbe, sal de aquí!!

- Lady Watson debería de ser mas decorosa en sus palabras, no creo que su esposo tenga a bien el hecho de que no use su anillo...

- Colin, nunca me he casado, sigo siendo una mujer libre, y en estos momentos, soy mas libre aun, por que estoy a muy poco tiempo de obtener mi libertad total

- De qué hablas??

- No le interesa señor, por favor le pido una vez más que se retire. – ella se levanto para ponerse su bata, ya que hasta ese momento solo se había cubierto con la sabana, mas en ese momento sintió los brazos de él tomarla por la cintura y pegarla a su pecho

- Perdóname mi vida! Pensé que ya te había perdido! No sabes cuanto llore mi luto!

- Suéltame Colin! Desde el momento en el que te casaste me perdiste! Yo no puedo casarme, estoy arruinada! No podría soportar que mi esposo me repudie o me de una vida de tortura solo por el hecho de no ser la mujer inocente. Eso nunca lo permitiré! Yo anhelaba un matrimonio por amor, un cortejo hermoso, lleno de regalos y flores; donde mi cortejante demostrara ante todos lo mucho que me amaba... pero ya no lo tendré... pero créeme cuando te digo que los planes que tengo ahora para mi son distintos, pero me llenan y estoy dispuesta a luchar por ellos; ahora si no te vas comenzare a gritar para que todos se enteren que estas aquí.

Esa mujer no era la Penélope dulce y tierna que conocía, era una mujer aguerrida, que buscaba un propósito y lo había encontrado, Colin solo pensó para sí mismo que había vuelto a enamorarse perdidamente de una mujer, y para colmo de sus males, era la misma que la había quitado el sueño todos esos años, Penélope, su Penélope.

Seduciendo a Lady WishtledownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora