CAPITULO 8

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La mañana siguiente, Colin se levantó muy temprano, había encargado un ramo de rosas -De qué color señor? – le pregunto el sirviente – No importa, el que gustes - contestó Colin con un gesto de suficiencia. Desayunaron todos juntos, menos Penelope, que, por palabras de Eloise, se sentía indispuesta y había decidido quedarse en cama. Un rato después, llegaba a la Mansión B un galante caballero, ataviado con un elegante traje azul y con unos hermosos tulipanes blancos, era Lord Watson

-Buenos días caballeros, damas; estoy firmemente interesado en cortejar a la srita Featherington, he ido a la casa de su madre, y ella me ha informado que usted Lady B es la encargada de dicha tarea, por lo cual vengo a solicitar su permiso.

Colin monto en colera, no permitió que su madre abriera la boca cuando el contestó de manera enérgica

-La srita Featherington se encuentra indispuesta, así que no creo que pueda atenderlo el día de hoy, creo que lo más prudente es que se retire, nosotros le avisaremos cuando será el momento adecuado

Para ese momento Lady Violet ya había mandado a avisar a Penelope que Lord Watson había ido a visitarla. Cuando escucho Pen el mensaje, inmediatamente busco un vestido que ponerse, ya se habia recogido un poco el pelo y se había aseado; inmediatamente se vistió, salió hacia el salón. Violet miro a Colin con tono de desaprobación y comento:

-Ya he mandado avisar a la srita Penelope, ha mandado avisar que un momento baja, permitano ofrecerle algo de tomar para que la espere

-Muchas gracias mi Lady! Pensé que el día de hoy no tendría la dicha de conversar con la srita.

Colin se quedó sentado en un sillón que veía directamente a la entrado del salón de té; aun cuando ya le habían avisado que su encargo estaba listo, él sabía que no podía moverse de ahí. Diez minutos después apareció Penelope en el salón, llevaba un hermoso vestido mostaza, el cabello prácticamente lo llevaba de manera natural, como a Colin le fascinaba, apenas recogido por un pañuelo, recorriendo sus hombros y su espalda. – Eres una visión mi querida niña! – exclamo Lord Watson al momento de verla, mientras sus ojos se iluminaban; Penelope hizo una reverencia en todo de agradecimiento y se sentaron a conversar en un sillón un poco más alejado de los demás para darles privacidad. En realidad lo que sucedió esa mañana en ese salón fueron distintas situaciones bastantes cómicas.

Colin desde que los vió que se sentaron, se dirigió hacia ellos para interrumpirlos, a lo que su hermano Anthony le dijo en un tono autoritario -¡Ni siquiera te atrevas! – Lady Violet se dio cuenta de eso, y comenzó a observarlo. Un poco después entró Eloise, y Colina sabiendo lo imprudente qué es, le hizo un comentario, el cual forzosamente tendría que decírcelo a su amiga; inmediatamente y sin que Anthony o su mamá se dieran cuenta, Eloise ya estaba sentaba en medio de la pareja, diciéndole un secreto a su amiga. Colin no pudo hacer más que reír silenciosamente, por haber logrado su cometido; inmediatamente lady B y Anthony se dieron cuenta, le llamaron a Eloise y la reprendieron por su falta de educación e imprudencia. En ese momento Colin vio pasar a Hyacinth con Gregory, les habló y les dijo que les daba 5 peñiques a cada uno si se iban con Penelope y no la dejaban sola, hasta que ese caballero se marchara; él sabía de sobra que aun cuando Lady Violet quisiera llevarse a Hyacinth, si la pequeña le hacía pucheros, no habría poder humano que Penelope lo permitiera, era el plan perfecto y funcionó.

Se despedía Lord Watson de Penelope, y antes de marcharse lanzó la siguiente frase, la cual fue como una estocada frontal hacia Colin

-Srita Featherington, he solicitado cortejarla oficialmente, y la honorable Lady Bridgerton me ha concedido el permiso para preguntarle, Me permite cortejarla?

Penelope sintió una emoción enorme, ni siquiera volteo a ver a Colin, solo contesto -Por supuesto mi Lord, tiene mi consentimiento –

Todos se alegraron y felicitaron a ambos, menos Colin, el cual solo levanto un poco la voz, y a la vez que hacía un ademán para que le trajeran el ramo de rosas, hizo el siguiente anuncio – También me gustaría informarles, que el día de hoy comenzaré mi cortejo a la srita Marina, ya se lo he pedido anoche y su respuesta fue afirmativa – todos quedaron callados y con risas nerviosas, -¡Felicidades hijo! – tomo sus rosas y salió del salón.

Una vez afuera, sintió como su corazón palpitaba fuertemente, vio las rosas y se dijo -¿Amarillas? ¡¡¡Debe ser una broma!!! – y si dirigió a la casa Featherington. No creo que sea necesario expresar la felicidad que sintió Portia al ver a Colin cortejando a Marina. Estaban conversando en la pequeña estancia de la casa, cuando llego Penelope con su doncella, saludo a su madre, hermana y por supuesto a Marina y Colin. Sintió algo raro en su corazón, lo sintió embravecido, pero al mismo tiempo chiquito. Pudo observar como Marina reía, y como Colin se emocionaba de hablar con ella.

-Muchas felicidades Penelope! ¿Me imagino que Lord Watson estuvo esta mañana contigo? – pregunto Portia

-Asi es mamá, vine a darte la noticia de que oficialmente comencé el cortejo con Lord Watson – se acercó a su mamá y en casi un susurro le preguntó – No pretenderán que Colin se compromete con Marina verdad? ¿O acaso él sabe que ella está embarazada?

Portia la tomo fuertemente del brazo y la sacó del salón. Colin lo observó, y sin darse cuenta fue tras ellas, porque él nunca podía permitir que dañarán a Penelope, no importaba quien fuera. Las alcanzo a unos pasos de la estancia, tomo a Pen de la cintura y le dijo a su madre – No puedo permitir que Penelope sea maltratada en esta u otra vida, le recuerdo que ella está al cuidado de la familia Bridgerton, y como representante en este momento de mi familia, le exijo que la suelte. - Portia obedeció he hizo una reverencia.

Tomó a Penelope del brazo, se despidió de lejos de Marina y se retiró con ella. Al salir de la casa pudo ver que Pen iba casi del color de un jitomate, no supo definir por qué. Pero él comenzó a contarle cosas graciosas, y observo como poco a poco su amiga iba recuperando ese hermoso color en sus mejillas. Una vez en el carruaje, él comenzó a decirle a Pen que comenzaba a sentir algo por Marina, que no sabía definir que era. Penelope lo vio muy seria y le dijo que era muy chico para cortejar damas, además de que si quería hacerlo, lo hiciera con cualquier otra, excepto con Marina. Inmediatamente Colin se llenó de ira, pensando en cómo ella hace unas horas había aceptado el cortejo de un caballero, y él no podría hacerlo. Penelope trato de explicarle que no era la mujer para él, que viajará o que buscará a otra. Llegaron a la casa B, él salió en extremo enojado, tanto que apenas le ayudo a Pen a bajar del carruaje, se metió a la casa y no lo volvió a ver en varios días.

Los cortejos en ambas casas siguieron de manera normal, Colin salía muy temprano de su casa, y regresaba ya muy tarde, no quería ver como Penelope era cortejada, es más, no quería ver a Penelope. Cierta tarde, Pen se dirigió a su casa materna, segura de que era muy poco probable que Colin se encontrara ahí. Cuando entro, escucho voces en la estancia, eran Marina y su madre

-Tienes que hacer que el sr Colin Bridgerton te proponga matrimonio esta semana, y tienes que casarte a más tardar en un mes – decía Portia

- Lo se! Tendré que hacer algo extremo en el próximo baile de mañana, tengo que comprometerlo para que no se pueda negar

- Muy bien Marina, me darás los detalles en la noche para apoyarte

En ese momento entro Penelope haciéndose la que no había escuchado nada y saludando. Comenzó a platicar con Marina, en realidad Pen estaba muy intrigada de como una mujer casada podría haberse embarazado, hasta donde ella sabía, se requería de un esposo para ello. Así que sin más tapujos le pregunto, Marina solo sonrió y le dijo que había sido el amor, que ella estaba enamorada de un hombre, pero que desde que le informo que esperaba un hijo, jamás le volvió a contestar una carta. Por lo cual estaba sola. Penelope se enojó y le reclamo lo que quería hacerle a Colin, Marina solo le dijo que Colin sería un excelente padre, y ella haría que fuera feliz. Pudo ver como los ojos de Pen se encendían pero al mismo tiempo un dejo de tristeza se apoderaba de ellos -Estas enamorada de él!! –

Seduciendo a Lady WishtledownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora