CAPITULO 16

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La mañana siguiente estaba totalmente dispuesta por la graciosa Duquesa, había programado un par de juegos en el jardín, tanto el desayuno como la comida se harían en el mismo. Todo era perfecto, las carpas, los arreglos, la comida, las bebidas, la unión familiar.... Pero para Penélope era una tortura ver cómo Colin se desvivía por sus hijos, verlo estar pendiente de cada movimiento de ellos, sobre todo, observar como se derretía por Amanda, su niña; no se le había escapado el detalle de que a pesar de que en diversas ocasiones había encontrado a Colin observándola, también tenia miradas cómplices con su esposa, la cual no le había dado ni siquiera un saludo. Penélope sabia el por qué, para Marina no era fácil tener tan cerca a la mujer que ella sabia que estaba perdidamente enamorada de su esposo, pero lo que Pen no sabia era que Marina había descubierto que Colin también le profesaba ese amor; lo había descubierto apenas seis meses después de su matrimonio cuando lo descubrió totalmente alcoholizado y llorando por un amor perdido, pronunciando el nombre de esa mujer: Penélope.

Amanda y Oliver eran un par de niños hermosos, Amanda era la viva imagen de su madre, hermosa y graciosa sin duda; Oliver poseía el encantador rostro de su padre, su mismo porte, solo que el tono de su piel era un poco mas oscura. Eloise se quiso acercar la pareja para conocer a los pequeños, Penélope se quedó atrás, quería hacerlo, pero no tenia el valor.

-Colin! Son hermosos los dos!!!

- Gracias El! Nunca pensé que mis hijos te fueran a ablandar el corazón!

- No seas tonto! Tus hijos me caen bien, tu no! – le dijo mientras le golpeaba el brazo a su hermano – préstamelos por favor, alguien los quiere conocer

Colin sabia que se refería a su adorado tormento

-Claro Eloise! Es mas, te acompaño para ayudarte con esta princesa! – ambos hermanos llegaron a Penélope, ella se sintió nerviosa al ver a Colin con Amanda en brazos

- Mira Pen! – le puso en brazos al pequeño bebe de unos meses de edad, Penélope soltó unas lágrimas, el niño era tan parecido a él, por un breve instante imagino que ese niño era de ellos dos, con esos mismos ojos

- Es perfecto Colin! – miro los ojos de él y luego observo a la niña – Ella también es hermosa! Tienes un par de joyas en casa!

La pequeña Amanda cuando vio la cálida sonrisa de Pen pidió sus brazos, así que Penélope solo pudo sentarse, y mientras sostenía a Oliver con un brazo, tenia sentada a Amando en la otra pierna. Colin sintió su corazón expandirse por todo su pecho, esa imagen lo conmovió hasta las lágrimas, lo más profundo de su corazón deseaba que así hubiera sido su vida, con ella como su esposa, cargando sus dos hermosos hijos; ella se veía perfecta, sus hijos se veían tan cómodos con ella, parecía como si él hubiera transferido un poco de sus sentimientos hacia ella a través de sus hijos.

Marina observo esa imagen y ardió en furia, se acerco toscamente le arrebato al pequeño y bajo Amanda de sus piernas

-Los niños tienen que dormir, Colin ayúdame con Amanda – él asintió, hizo una reverencia y lanzo una mirada a modo de disculpa a Penélope

- No te preocupes, lleven a descansar a estos angelitos

Ese fin de semana sin duda fue muy tortuoso, ni ese ni el día siguiente pudieron volver a interactuar con Penélope, ya que Marina estaba siempre observándolos. Toda la familia se dio cuenta de esto, algunos sabían que pasaba, otros lo intuían y otros mas lo estaban descubriendo: Penélope y Colin tenían sentimientos el uno por el otro.

Regresando a Mayfair Pen y Eloise siguieron asistiendo a bailes, pero no por que buscaran esposo, si no por que de no hacerlo tendrían a sus mamás sobre de ellas molestándolas. Debling se había acercado una semana después a Penélope ofreciéndole su sincera amistad, ya que no lo había aceptado de otra manera.

-Srita Penélope, sabe que siempre tendrá la seguridad de mis atenciones, cualquiera que estas sean, y también sepa que estaré aquí para lo que necesite y cuando lo necesite – le beso la mano y le guiño el ojo, Penélope sabía que él sentía algo por ella, y también sabia que la deseaba, había visto esa mirada decenas de veces en Colin, y sabia perfectamente a lo que se refería ese noble caballero

-Muchas gracias mi Lord, agradezco sus palabras... pero creo que entre usted y yo solo podrá haber una gran amistad, mas tenga por seguro que si alguna vez necesitara algo más... creo que sin duda alguna usted seria la primera persona que se me vendría a la mente – Debling no podía creer lo que había escuchado, la sonrisa de ella había sido diferente a tantas otras que le había otorgado, esta era audaz y cargada con un toque de sensualidad que lo había dejado boquiabierto.

La temporada estaba próxima a terminar, faltaban un par de meses. Penélope había recibido una propuesta de compra para una residencia en Bloomsbury. Sabia que solo era cuestión de una temporada mas para salir de su casa, quería tener todo en orden, tenia un buen capital, pero faltaba más. Así que le solicito a su abogado que su siguiente paso seria la adquisición de bienes raíces, solo quería asegurar que si algún día necesitara dinero, podría haber respaldos a su favor.

Al finalizar la temporada Penélope no se quiso ir al campo con su familia, ya que debido a lo que le había pedido al abogado, él le había solicitado que se quedara por lo menos un par de meses mas para si la necesitaba para alguna firma. Portia no era la mas feliz, pero acepto que se quedara en casa, solo se que quedo con una cocinera y su dama de compañía, ya se encargaría de contratar a alguien que se ocupara de los quehaceres de la casa, pero no le diría a su madre para que no se alterara.

Habían pasado un par de semanas, ella se carteaba por lo menos 3 veces a la semana con Eloise, la cual había sido arrastrada sin su consentimiento, como ella lo decía, a su Ancestral Hogar en Aubrey Hall. Esa mañana vio que un carruaje de la familia Bridgerton estaba frente a la Mansión B, supuso que Eloise se había salido con la suya y habría logrado convencer a su hermano el Vizconde de que le permitiera estar en la ciudad mientras Penélope residiera ahí. Se emociono, ya que se había sentido sola, su única platica era con Rae y no podía hacerlo todo el día.

Por su lado, en la Mansión B no era Eloise la que había llegado, era Colin; tenia que hacer un extenso papeleo de diversas situaciones, no había querido ir durante la temporada, ya que le dolía ver a Penélope, por lo cual había decidido hacerlo ya que terminara la temporada y así no tener algún problema. Había estado toda la mañana en el despacho, él aun no sabia que Penélope y su familia se habían mudado nuevamente al frente; lo último que había estado enterado hacia unos meses fue que Penélope se había mudado con su madre desde el inicio de la temporada.

Para despejarse un poco salió al jardín, se encontraba caminando sin dirección, no pudo evitar ver hacia la casa del frente, y vio algo que lo dejo atónito, una cabellera roja sobresalía entre todo el jardín – Penelope??

Seduciendo a Lady WishtledownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora